martes, 25 de mayo de 2010

Black Jack Vol. 10, por Osamu Tezuka

Black Jack Volume 10, por Osamu Tezuka

Vertical Inc.

17 dólares




El más reciente volumen de Black Jack continúa con el exquisito y complejo estudio de personalidades y dilemas por parte de Osamu Tezuka. Es decir, sigue con una calidad narrativa excelsa y un talento incomparable para tejer historia tras historia de conflictos éticos y morales. Puede sonar poco atractivo decir que la serie continúa igual, pero estamos hablando aquí de que el buen nivel es lo que continúa… eso realmente sucede en muy pocas ocasiones.

Black Jack Volume 10 (Vertical Inc), sin embargo, deviene en peculiar capítulo en la extraordinario vida de este médico charrasqueado, pues ofrece un par de historias involucradas con un elemento importante de su pasado: su padre.

La imagen de los padres de BJ prácticamente ha estado fuera de esta saga, hasta ahora: el padre de BJ los abandonó (a su madre y a él) por otra mujer, cuando BJ aún era un niño; el rencor de BJ, entonces, es monumental. Cuando el padre lo localiza y cita, es para que cure (de una enfermedad que le desfigura el rostro) a la mujer por la que los abandonó. La situación, entonces, se pone buena, pues tras discutirlo BJ aceptar hacerla operación por un costo muy alto, y que no es sólo el monetario.

Supuestamente, el padre de BJ le dice que igualmente quiso contactarlo porque espera queden en buenos términos, para que cuando él muera, tanto BJ como su esposa disfruten de su herencia. El caso es que en una segunda historia, donde el padre ya está casi con los pies fríos, aparece una hermanastra de BJ que no había sido vista en la primera historia, y que parece cargar con el karma de los actos de los padres.

He ahí, una razón de peso por la cual Black Jack es frío y calculador, anteponiendo el análisis siempre sobre los sentimientos, aunque obviamente no está exento de estos.

Una historia como “Mannequin and Officer”, presente en este volumen, es un caso extraordinario de sentimientos hiperdesarrollados. La historia de un policía de transito que desarrolla una fuerte amistad con un maniquí vestido de policía (por el inicio de la historia entendemos que en Japón, al menos en algún momento, se utilizaron maniquís vestidos de policías, o de niños estudiantes, para marcar lugares en los que se diera el cruce de una escuela o donde hubiera un límite de velocidad, por ejemplo), abarca tanto lo ridículo como lo sublime: ante la soledad y stress producidos tras pasara buena parte del día pitando entre carros, este policía decide que ese maniquí será su colega, lo cual le parece muy extraño (obviamente) a la gente que lo platicando y cuidando de su amigo.

E igualmente de sentimientos encontrados, y difíciles de explicar, hay dos historias que en menor o mayo grado tienen que ver con el Síndrome de Estocolmo (cuando los secuestrados desarrollan lazos afectivos con sus captores): “Pinoko Returns” y “Ranson”, una par de historias desesperantes y complejas.

Entre algunas de estas historias, vemos cierta variación en el dibujo de Tezuka (que, me parece, va más allá de las alteraciones que pueden darse con el movimiento de su equipo de colaboradores), y que me parece muestra el cambio que un autor va teniendo con el paso de los años. Recordemos que esta maratónica serie Tezuka la realizó durante una década, entre 1973 y 1983, por lo que no es extraño ver una transición en su dibujo.

Una copia de esta volumen de esta obra clásica me fue enviado por la misma editorial Vertical, así que tal vez ya habrá mas oportunidad de reseñar publicaciones de esta editorial.

Por lo pronto, ya lo sabemos, otro volumen básico para la comicteca.


martes, 18 de mayo de 2010

Ronnie James Dio, 1942 - 2010

The lover of lifes not a sinner
The ending is just a beginner
The closer you get to the meaning
The sooner you'll know that you're dreaming
So it's on and on and on, oh it's on and on and on
It goes on and on and on, heaven and hell

Heaven and Hell



Pocos, muy pocos cantaron y compusieron como él en el rock duro: “Neon Knights” es uno de los arranques más vibrantes de grabación alguna, y “Heaven and Hell” es una pieza perfecta…y eso no es lo único que hizo Ronnie James Dio. Podemos decir que fue parte de bandas perfectas con Black Sabbath y Rainbow, y con su banda Dio, hizo algunas cosas muy buenas. En 1992 lo conocí en el hotel al que llegó para hospedarse con el resto de Sabbath, para tocar por primera vez con la banda en México. Trato único, talento inigualable. Desde Iconoctlán te saludamos.

jueves, 13 de mayo de 2010

Frazetta... Helboy en México y Tin Tin racista


-Frank Frazetta murió. El lunes 10 de mayo de 2010 a los 82 años. Ya todo mundo lo sabe. Y todos los involucrados en la fantasía tienen una idea, menor o mayor pero idea al fin y al cabo, de la trascendencia de este hombre. Ilustrador e historietistas, Frazetta trascendió desde las primeras ilustraciones que le fueron publicadas. Ya sea como ilustrador fantasma para Al Capp en Li’l Abner (tira conocida en México como Mamá Cachimba, hace medio siglo) o trazando mundos increíbles para las historietas y portadas de la EC Comics, o portadas para la Warren (la clásica portada del primer número de Vampirella es obra suya), su breve paso por la historieta es indeleble: sus personajes tenían movimiento y sus figuras poseen un realismo en el que hasta la pulsión de los músculos puede verse… no exagero. Sus portadas para las novelas de Conan son canon, y de ahí muchas otras más de novelas de fantasía, así como una buena cantidad de carteles de cine e ilustraciones que, incluso, su sola existencia han provocado diversas historietas. Ahí queda un interesante proyecto entre Frazetta y el cineasta y animador Ralph Bakshi: Fire & Ice, un filme en el que la belleza del movimiento del cuerpo humano se empalmó a la animación con la ayuda del diseño de Frazetta y la utilización del rotoscopio. Frazetta era un gigante.




-Para celebrar el 5 de mayo, la semana pasada se publicó en EU (pueden conseguirlo ya en las tiendas de importación de cómics) Hellboy in México, escrito por Mike Mignola y dibujado por Richard Corben. Se trata de un episodio hasta ahora casi desconocido de Hellboy (hace ya varios años, se publicó una ilustración de Hellboy, por Mignola, en la que estaba acompañado por un luchador a mediados del siglo pasado, por lo que ya podíamos imaginarnos algo), el cual es relatado a Abe Sapien 1982 en tierra mexicana. Resulta que el diablo rojo en 1952 vino a investigar una serie de sucesos macabros a México, y aquí se alió con un trió de hermanos luchadores y exterminadores de monstruos, en la mejor tradición de Santo, Blue Demon y compañía. La historia es un pastiche muy sabroso de referencias culturales y cinematográficas mexicanas, refinadas por el tequila e ilustraciones maravillosas de Corben. Tal vez la cereza de esta historia, es enterarnos de que Hellboy en una depresión reforzada por tequila se convirtió durante un periodo en luchador y, tal vez, hasta participó en alguna película.



-En Bélgica, un grupo de congoleses, comandados por el señor Bienvenu Mbutu-Mondondo, intentan lograr que la novela gráfica Tin Tin en el Congo, sea censurada por el gobierno belga. Esta historia, realizada por Hergé hace más de medio siglo, muestra a los africanos como los brutos que se veían en casi cualquier narrativa de aquella época, es decir, no fue invención de Hergé; el señor Bienvenu argumenta que esto mal informa y crea prejuicios. Sin duda, esto debe suceder con personas brutas, pero cualquier individuo que en la actualidad tenga en sus manos Tin Tin en el Congo, supongo, debe de tener la educación suficiente para entender que se trata de una visión pasada y alejada de lo que sucede en realidad. Este chisme ya se discutió hace cuatro años en la primera etapa de Iconoctlán (en Toquedequeda), pero como a fines de mayo de 2010 se supone que un jurado belga deberá de dar una resolución a este conflicto, no está de más ver una imagen de este oscurantista individuo.

viernes, 7 de mayo de 2010

Rescatemos al MUCAHI


Como bien sabemos quienes leemos historieta en México con cierto ahínco, no existe en nuestra sociedad y cultura un interés por registrar la historia de la historieta nacional. Ahora, no nos sintamos tan miserables porque eso, en menor o mayor grado, es una desgracia que se comparte en otras áreas artísticas del país… aunque, viéndolo bien, si andamos bien jodidos.

Bueno, el caso es que ese desinterés no es absoluto pues, afortunadamente, las últimas tres décadas han sido testigos de diversos esfuerzos (de naturaleza, forma y logros distintos) que han buscado la continuidad de este golpeado medio en el país: desde la publicación de revistas como Snif, El Gallito Inglés y Comikaze, a editoriales como Caligrama y Resistencia, a sitios como el de la Historia de la Historieta Mexicana (de Ulises Mavrides), como a eventos como Conque, y obras básicas como los tres tomos de Puros cuentos o la serie “Moneros y Monitos”, o el Museo del Estanquillo… la perpetuación de la historieta nacional aun parece una posibilidad.

Durante la última década, a estos esfuerzos se unió la creación del Museo de la Caricatura y la Historieta “Joaquín Cervantes Bassoco” (nombrado tras el creador de la alucinante historieta Tawa), ubicado en Cuautla, Morelos. Como su nombre lo indica, este museo alberga y exhibe obra y documentos de los creadores de caricatura e historieta mexicana, de todas las épocas. El Museo, fundado y dirigido por Rubén Eduardo Soto Díaz, ha servido, así, como tribuna y espacio para el encuentro de los mismos creadores con sus colegas y con su público. Esto es, ha sido una especie de santuario en medio del desierto.

Tengo que decir, que no me he dado el tiempo (ni le he dado la importancia debida : ¡Shame on Me!)) para visitar el museo, por lo cual me siento realmente apenado. Pero es algo que he ido postergando, y que parece está en peligro de no llevarse a cabo. La semana pasada, un correo urgente de Soto Díaz (también caricaturista e historietista) anunciaba que el Museo cerrará sus puertas a partir de junio de 2010, si no logra encontrar el apoyo suficiente para pagar la renta del lugar, así como para sufragar los gastos básicos de manutención y servicios del lugar.

Soto Díaz hacía un atento llamado a la comunidad artística y de entusiastas de la historieta mexicana, para rescatar este museo que prácticamente es producto de la pasión. Esta semana ha enviado un correo en el que explica que la situación va mejorando, pues el apoyo no se ha hecho esperar (y en su blog pueden ver los nombres de quienes ya han ayudado), aunque aun hace falta un mayor rescate.

En resumen, Soto Díaz explica que para rescatar al museo del olvido anunciado, se necesita que se unan los esfuerzos de 80 personas, que serían considerados como “Amigos del MUCAHI Bassoco” (que recibirían un cómic digitalizado como agradecimiento) que se comprometan a aportar 300 pesos anuales como cantidad mínima (esto puede hacerse en pagos mensuales, bimestrales o semestrales). Al momento, el MUCAHI necesitaba 49 amigos para asegurar su permanencia.

Vuelvo a repetirlo: como lector, coleccionista y apasionado de la historieta mexicana e internacional, me apena el suceso, me apena que no haya aun visitado el museo, y me apena que no lo haya apoyado desde antes. Pero en este momento, voy a hacerlo. Su permanencia es algo que me importa como lector de historietas, y que quiero agradecerle a Soto Díaz por esforzarse para hacerlo realidad. Espero que si alguno de ustedes tiene la posibilidad ayudar para continuar haciendo posible este esfuerzo, también lo haga. Si desean saber cómo hacerlo, escriban a fondomucahi@gmail.com o a mucahi@gmail.com