miércoles, 28 de diciembre de 2011

No Longer Human y Holy Terror

No Longer Human, de Usamaru Furuya (a partir de la novela de Osamu Dazai), 1

Vertical Inc.

11 dólares

En Japón, la novela No Longer Human es un clásico de la literatura del siglo XX y es considerado el 2º bestseller en la historia de la literatura de dicha nación. Escrita por Osamu Dazai en 1948, se trata de su tercera novela y última, pues la terminó poco antes de suicidarse.

El de Dazai es el caso del autor genial cuyos demonios terminaron por devorarlo, aunque en el proceso se convirtieron en su propia musa decadentista.

Usamaru Furuya, autor de culto en el manga, escogió No Longer Human para uno más de sus acercamientos a la oscura mente humana (ahí está el precedente en Occidente de Lychee Light Club, reseñada ya en Iconoctlán, en la que se presenta un peculiarísimo grupo de jóvenes apocalípticos), y el resultado es una obra que no deja indiferente al lector.

Ahora, gracias a Vertical Inc. (sello que también se encargó de traducir al inglés Lychee Light Club), podemos leer esta obra que se construye sobre el vacío existencial del ser humano durante el siglo XX (no creo que durante el XXI cambie mucho la cosa).

Esta ríspida historia surge a partir del diario de Yozo Oba, encontrado por un guionista sin ideas. El diario se titula No Longer Human, y retrata a un joven que desde que recuerda ha estado insatisfecho con su condición como humano y aterrorizado por sus congéneres. Para hacer la vida más llevadera ha empleado una impostada actitud de buena onda, que lo ha convertido en su historial escolar en poco menos que un payaso, y ganándole la simpatía de todo mundo. Sin embargo, Oba parece que sólo estaba esperando el momento preciso para caer en el abismo. Lo que sigue es la perdición entre vicios, hasta llegar a un intento de suicidio medianamente malogrado… y ésta apenas es la primera de dos partes.

Para más o menos comprender la intensidad de esta obra, sólo digamos que buena parte de lo que sucede en esta historia refleja parte de la vida de Dazai, quien finalmente murió en un suicidio compartido.

Furuya, por su parte, muestra un talento notable al montar este drama, poniendo los énfasis donde se necesitan, y cambiando de técnicas para los flashbacks o las interpretaciones. Además, en la solapa de este manga, se explica que por primera vez esta autor trabajó simultáneamente una versión para Oriente y otra para Occidente, pues no se invirtió el sentido de las páginas para su publicación en EU (recordemos que en Oriente se lee de derecha a izquierda). ¿Acaso habrá dibujado totalmente dos versiones de manera simultánea, así como Werner Herzog filmó simultáneamente sus dos versiones de Nosferatu, una en alemán y otra inglés? Pensarlo tan sólo me parece de locos, pero sin duda se trata del estado correcto para lograr esta sobresaliente obra.

Holy Terror, por Frank Miller

Legendary

30 dólares

No soy politólogo ni creo ser un opinólogo versado en el tema como para defender una posición o desacreditar otra. Como cualquier ciudadano tengo mi opinión y perspectiva de las cosas. Y entiendo que recientes declaraciones, e inclusive su más reciente trabajo, de Frank Miller han sido un tanto reaccionarias y viscerales, por decir lo menos.

Como se sabe, Holy Terror, la más reciente novela gráfica de Miller, originalmente fue concebida como una historia de Batman contra Bin Laden… efectivamente, se anunciaba como una historia muy esquemática a la usanza de las de hace más de medio siglo, cuando el Capi madreaba a Hitler, por ejemplo, y como el mismo Miller lo subrayó.

Sin embargo, conforme Miller fue trabajando en ésta, el discurso aparentemente se fue volviendo un poco más virulento, provocando que Miller decidiera dejar a un lado a Batman, para crear al personaje Fixer, y haciendo a un lado a DC para dejarse arropar por el naciente sello Legendary (según el propio Miller, no tuvo ninguna desavenencia con DC que lo llevara a salir de esta editorial).

El resultado final, como no pocos lo han visto y dicho ya, es una obra cuyo discurso en contra del mundo musulmán ha caído muy pesado, por ser directo y panfletario (sobre el sentido de esta obra, Grant Morrison le dijo a Miller que si quería pronunciarse en contra de Al Qaeda y combatirlo, que mejor se sumara al ejército para hacerlo de forma más efectiva, y dejara de enfrentar a un personaje de ficción como Batman, contra una amenaza real). Será lo mejor, entonces, que cada lector tome su posición ante el discurso de la obra.

Dirigiéndonos ya, entonces, a la cuestión gráfica y formal Holy Terror es un gran espectáculo digno de un gran maestro del medio. Antes de que se explotara el tan promovido estilo widescreen en Planetary por Bryan Hitch, Miller ya había explorado de forma objetiva los alcances de la página apaisada con 300. El resultado fue algo sorprendente, y lo obtenido en Holy Terror no lo es menos.

Si ya desde Ronin se notaba la fuerte influencia de maestros de la historieta europea (como Hugo Pratt, José Muñoz y Alberto Breccia) en el trazo y narrativa de Miller, en el siglo XXI creo que vemos a un Miller inmerso totalmente en una escena que no es la estadounidense, rompiendo totalmente con la forma del relato heroico estadounidense.

Toda la secuencia inicial del encuentro entre Fixer y Natalie Stack, una suerte de Catwoman, es un portento de montaje, en el que todo se construye en base a los espacios de luz que estratégicamente Miller permite que se escapen entre las manchas de tinta. Ya hacia la tercera parte del libro, hay algunos momentos gráficos menos logrados; pero, en general, la obra no carece de movimiento y fuerza.

Discutibles pueden ser entonces el tema y los protagonistas de Holy Terror, pero el resultado es un gran espectáculo de persecución y venganza, razón principal por la que los lectores de Miller hemos adquirido esta obra... aunque igualmente nos recuerda lo trascendente que pueden ser los 'monitos' en la vida pública.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Las aventuras de Tintín

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