viernes, 31 de julio de 2009

The Wolverton Bible

The Wolverton Bible, por Basil Wolverton
Fantagraphics
25 dólares



A pesar de que un rostro grotesco o una figura humana contrahecha siguen sin ser algo común en el cómic, al lector de estas publicaciones no le resulta del todo extraño encontrarse de vez en cuando con algo de esto en alguno de sus cómics favoritos: el rostro de J. Jonah Jameson según Steve Ditko, cualquier personaje dibujado por Kevin O’Neill (excepto su estilizado trabajo en The League Of Extraordinary Gentlemen), muchos rostros y manos dibujadas por Jack Kirby, alguna idea sadista de Garth Ennis en manos de Steve Dillon, algunas criaturas de Michael Allred en Madman, o la reciente amenaza para Spider Man conocida como -efectivamente- Menace, y que es una autentica cosa fea que incluso estuvo en una reciente portada.

Y bueno, hay muchos autores de cómic independiente que son conocidos precisamente por sus gustos grotescos a la hora de hacer historieta (Burns, Clowes, Ryan, Diana, etc). Pero esto sigue sin ser común en el cómic mainstream, por llamarlo de cierta forma.

Basil Wolverton hizo de lo grotesco un detalle común en su obra, esto desde hace más de medio siglo y en cómics que se vendieron en los puestos de periódicos junto a los de Superman e, incluso, en ilustraciones bíblicas.

Desde finales de los años 30 Wolverton estuvo ya activo en el medio, con historietas dibujadas y escritas por él. Entre estas se encuentran su comedia de un boxeador atolondrado en Powerhouse Pepper, con trazos caricaturizados y un humor prácticamente adelantado a MAD, y Spacehawk, un aventurero espacial en una línea naturalista, aunque marcada por cierto detalle oscuro natural a Wolverton.

El peculiar trazo hacia lo grotesco y las ideas no menos peculiares fueron cosechándose en su tira cómica The Corner Culture, y en algunas historias de ciencia ficción que devienen en Terror, como Planet of Terror y sobre todo The End of the World, publicadas por Timely Comics, antes de que esta editora pasara a ser Marvel Comics. Por aquella época, Al Capp a través de su popular serie de Li’l Abner abre una convocatoria para artistas, pidiendo que dibujen el rostro más grotesco para un personaje que en su tira cómica había permanecido secreto. De entre 500 mil propuestas que se dice llegaron, el jurado compuesto por Boris Karloff, Frank Sinatra y Salvador Dali, premiaron a Wolverton por la siguiente ilustración:




Pues ese tipo de imágenes Wolverton guardaba en su cabeza y las llevaba al ejercicio en papel, haciéndolo célebre en MAD durante los 50 y más adelante, y otras publicaciones. Es precisamente durante esa década cuando Wolverton comienza la ilustración de varios pasajes de La Biblia, bajo los auspicios de la Worldwide Church of God, de Robert Armstrong, iglesia cristiana a la que Wolverton pertenecía desde los años 40.

The Wolverton Bible (Fantagraphics, 2009) es una recopilación de todo el trabajo que Wolverton realizó para la Worldwide Church of God, desde 1952 a 1974. Prácticamente hasta antes de esta edición compilada por Monte Wolverton, hijo del artista, esta obra únicamente había sido conocida por los miembros de dicha organización religiosa, pues las ilustraciones aparecieron en distintas publicaciones periódicas y libros editados por esta misma, provocando que este material no haya sido precisamente de fácil acceso a quienes le son ajenos.

La obra que guarda este libro, así, resulta en un fascinante testimonio de la peculiar visión de la vida de un artista originalísimo, y de una visión un tanto heterodoxa del llamado “libro sagrado” por parte de un fiel creyente.
Hay que aclarar que la Worldwide Church of God desde el inicio propuso una visión y una interpretación polémica del famoso texto, pues Armstrong no cimentaba su fe en las conservadoras costumbres católicas, por ejemplo, y la principal fuente de inspiración de su iglesia se construía a partir del Libro de las Revelaciones, es decir, en base a una visión prácticamente apocalíptica de la vida, aunque como preámbulo al Paraíso.

Noe con 950 años, según Wolverton

Es esa interpretación un tanto materialista de La Biblia lo que lleva a Wolverton a contactarse con Armstrong, el intercambio de puntos de vista inicial desembocó tras dos años en el bautismo de Wolverton, y posteriormente convirtiéndolo en pastor, y sin dejar de realizar sus ilustraciones para la iglesia prácticamente hasta su muerte, en 1978.

Mientras Wolverton ilustraba la vida y obra de santos, personajes bíblicos y la mano de Dios, a su vez realizaba trabajos como freelance, para publicaciones como MAD y Life, entre varias más; estos últimos trabajos eran para él un simple descanso del trabajo principal que a su consideración realizaba en la Worldwide Church of God. Y, sin embargo, la mayoría de sus lectores lo conocían, y conocemos, por dichas colaboraciones.
Pocos artistas, sin duda, podrían hacer lo que Wolverton si fueran fieles creyentes como él, pues mucho del trabajo que hizo para MAD, o para DC Comics, incluso, con la serie de Plop! en los años 70, es considerado grotesco, de mal gusto y, seguramente, alejado de los ojos de Dios. Pero esto para Wolverton era su forma de divertirse y disfrutar la vida, él decía ser un individuo chapado a la antigua e incapaz de mensajes guardados en su obra para los freudianos.

Así, vemos que en su acercamiento a La Biblia cierto humor y mucho realismo crudo está presente. Tanto Armstrong como Wolverton no buscaban crear con este acercamiento a las “sagradas escrituras” una serie de ilustraciones de postal ni de libro infantil en las que todo parece resplandecer; por el contrario, buscaron un tratamiento directo y realista, dejando a un lado lo amable, para hablar entonces de las consecuencias de los actos de todos los personajes de este texto.

Como bien sabemos, de una u otra forma, al lado de las enseñanzas y parábolas, La Biblia es también un catálogo cruento de torturas, castigos, muerte, dolor y terror en general, todo eso lo transmite Wolverton con su línea, a la vez realista y barroca. El intenso sombreado y gradación de volúmenes que hace a partir de líneas deviene en puntillismo obsesivo que nos habla tanto de su autor como de los temas.


Esto, finalmente, llega a un clímax inesperado con las ilustraciones del Apocalipsis, una serie de instantáneas del caos, la destrucción, la podredumbre y la muerte: Wolverton crea un mundo en destrucción y poblado por seres desesperados, perdidos y contrahechos como resultado de sus pecados. Toda su obra anterior, en cómics de ciencia ficción y terror parecen haberlo preparado para estas impresionantes imágenes, entre las cuales se encuentran sus trabajos favoritos, según cuenta Monte en su comentario que abre a The Wolverton Bible.

Como colofón, se ofrecen ilustraciones y algunos chistes no menos grotescos que Wolverton creó para las mismas publicaciones cristianas mencionadas, y por lo mismo resultan más sorprendentes.

En el mundo de la historieta se cuentan excepcionales opiniones sobre La Biblia: una bellísima trazada por Nestor Redondo y otra salvaje de Simon Bisley; la de Wolverton parece que conjunta ambos sentimientos, y continúa siendo inolvidable. A finales de este año Robert Crumb se sumará a la lista, ya será momento para otra discusión al respecto.

sábado, 25 de julio de 2009

¡Marvelman!

Interpretación de Marvelman por Joe Quesada

Bueno, a estas alturas supongo que muchos de ustedes sabrán ya que los derechos para publicar Marvelman han caído en manos de Marvel Comics... algo que puede sonar obvio, pero para nada lo es. Y pues simplemente no pude evitar subir esta imagen y hacer eco de tan inesperada noticia.
Sin duda, este anunció que Joe Quesada, editor en jefe de Marvel Comics, hizo el día de ayer viernes durante la Chicago ComiCon cimbró la escena del cómic estadounidense y mundial, pues sabemos de la importancia de este personaje en la evolución del cómic de superhéroes en los últimos 30 años.
Aunque aún no se dan detalles precisos sobre la forma en que será explotado este personaje por la llamada "casa de las ideas", Quesada ha dicho inicialmente que se realizarán recopilaciones de las historias creadas hace más de medio siglo de este personaje inglés... lo cual, la verdad, no resulta de mucho interés, pues este personaje se transformó en una propuesta verdaderamente subversiva hasta 1980 cuando, de la mano del editor Dez Skinn, Alan Moore y Garry Leach comenzaron la reinterpretación de este personaje. Si reeditan esta historias (que aparentemente en algún momento lo harán, aunque no sé sabe de qué forma... tal vez con nueva interpretación en los dibujos), realmente estarán rescatando uno de los conjuntos narrativos en historieta más buscados en la historieta.
Recordemos que por una cuestión de derechos de autor, de nombre y demandas, Marvelman pasó a Miracleman y, hasta el jueves pasado, sólo se sabía de la imposibilidad para reeditar esta fenomenal saga... hoy, la cosa es otra, y más inesperado aún, Marvelman vuelve a ser Marvelman después que la misma Marvel exigió en los 80 a Eclipse (el sello que editó en Estado Unidos esta saga, y que peremitió fuera conlcuida a medias) que le cambiará el nombre a Miracleman, o que se atuvieran a las consecuencias legales.
Por cierto, en un acto psicomágico esperen a ver el siguiente número de la revista Comikaze (don Tovalín: usted entederá...).
En fin, esto apenas empieza, y se vislumbra como el gran bombazo historietístico.

jueves, 16 de julio de 2009

De Harlan Ellison a Creepy

Durante los pasados días he estado leyendo el libro de entrevistas The Writers, sexto volumen en la colección The Comics Journal Library, de Fantagraphics. Durante sus tres décadas de publicación, la revista The Comics Journal ha trascendido como un espacio en el que se han hecho propuestas y se han llevado al ejercicio, incluso, para el desarrollo de la historieta como forma y medio; e igualmente como lugar para la reflexión, análisis y crítica del mismo.

Precisamente los distintos reporteros, entrevistadores, periodistas, escritores y editores que han contribuido a esta revista han coincidido en dar una opinión libre de prejuicios o de compromisos de cualquier índole. Esto, por supuesto, ha ofrecido un medio bien variopinto y tal vez lo más cercano a la democracia mental, aunque con sus excepciones o perdiendo el rumbo en ocasiones, obviamente. De cualquier forma, el carácter libérrimo y analítico de esta publicación en constantes ocasiones ha levantado voces a disgusto y, en muchas ocasiones, demandas incluso.

Además de los ensayos y artículos, varias de las entrevistas que durante este tiempo han guardado sus páginas han resultado en menor o mayor medida incendiarias para una o muchas personas. The Writers resulta un buen ejemplo de esto, con la recopilación y reproducción de entrevistas con historietistas que en su momento, además de una fuerza creativa, se revelaron como mentes críticas de su entorno.



En este libro se encuentra guardado el estado y desarrollo de la industria del cómic estadounidense, desde los años 70 hasta los 90, en voz de varios de sus actores más analíticos: Steve Gerber, Archie Goodwin, Marv Wolfman, Steve Englehart, Chris Cleremont, Alan Moore y Harlan Ellison, entre otros. Todos presentan alguna historia de horror y de triunfo, y son momentos realmente valiosos.

Tal vez la entrevista más célebre de todas éstas es la realizada por Gary Groth (aún editor de TCJ y fundador de Fantagraphics) a Ellison, quien además de ser célebre como uno de los escritores de ciencia ficción más importantes, es igualmente conocido por su explosivo temperamento y una boca floja como pocas. Baste decir que tras la publicación de esta entrevista a finales de los años 70, el escritor de cómics Michael Fleisher demandó tanto a Groth como Ellison por lo que se dijo de él en la entrevista (en realidad con este autor fueron realmente amables, pues Ellison aplaudió su talento, aunque prácticamente dijo que para lograr lo que Fleisher escribió en cómics como The Spectre y Jonah Hex, tendría que estar realmente loco). Aunque los demandados triunfaron ante dicha demanda, la relación entre ambos quedó severamente dañada, a tal nivel que cuando vio la luz este libro recopilatorio, Ellison fue quien entonces demandó a Groth, por publicar precisamente esta entrevista y sin que se le consultara al respecto (ya en esta ocasión, tras varios meses de discusión, se llegó a un arreglo cuando Groth y Fantagraphics aceptaron las condiciones impuestas por Ellison).

Esta entrevista, repito, es muy disfrutable. Primero, a pesar de que no pasan de una docena las historias que Ellison ha escrito para cómics en su carrera (y no precisamente inolvidables), su amor por el medio es auténtico y natural, y eso lo deja claro en la entrevista. Segundo, es impactante e interesante ver cómo se atreve sin reparo a dar nombres de escritores y dibujantes que a su juicio no han hecho más que basura (y dando sus razones), y a aplaudir igualmente a quienes considera realizaron material valioso.

En el transcurso de la entrevista, tanto entrevistado como entrevistador, dejan ver que muchos de los que entonces consideraban problemas, continúan hoy mismo o simplemente se están volviendo a dar en el medio. E igualmente, es interesante leer nombres de algunas publicaciones que consideraban realmente poco más que mierda, entre éstas se encontraban Heavy Metal y las revistas de la Warren, es decir, Vampirella y específicamente Creepy, Eerie y 1984, y que hoy día en muchos aspectos son consideradas clásicas. El uso constante del erotismo como importante bandera de estas publicaciones, es uno de los principales blancos de estos dos personajes.



-De las revistas de la Warren ya se ha hablado en otras ocasiones en Iconoctlán, y a diferencia de la opinión de Groth y Ellison, aquí se les tiene en muy buena estima. Como todas las revistas antológicas –esto es, con varias historias dentro de sus páginas, autoconclusivas o serializadas- hay ocasiones en las que se cuenta con historias simplistas, mal construidas o que se quedaron en el camino, por supuesto; pero, en general, estas revistas presentaban historias bien contadas y con buenas vueltas de tuerca. En cuanto a historias con arte malo o mediocre me atrevo a decir que no se les puede atacar, pues durante sus casi veinte años de publicaciones sus páginas presentaron el trabajo de espectaculares y peculiares artistas. Me parece, incluso, que si de forma incisiva se quisiera atacar a estas publicaciones, saldrían airosas simplemente por la enorme calidad de sus ilustraciones. Se trata de un proyecto editorial que reunió a una buena parte de lo más distinguido de los ilustradores de aquella época: Alex Toth, Bernie Wrightson, Luis García, Josep María Bea, Alex Nino, Richard Corben, Esteban Maroto, y un largo etcétera.

De hecho, Ellison en dicha entrevista se queja de malos tratos por parte de James Warren (dueño de la editorial), lo cual igualmente es posible; sin embargo, habla de un trato casi de explotador por parte de Warren para con los artistas, y aunque igualmente puede que sea algo cercano a la verdad, recuerdo que varios artistas han dicho en su momento que trabajaron mucho con Warren precisamente porque les ofrecía un mejor pago por página realizada, que el ofrecido por Marvel o DC en su momento.

En fin, el caso es que la trascendencia de estas publicaciones llega a nuestros días con una serie de recopilaciones en pasta dura por parte de Dark Horse Comics, y que sobra recomendarlas; pero igualmente porque esta semana se puso a la venta el número 1 de la nueva etapa de Creepy, publicado igualmente por Dark Horse, ya no por Warren. En 1992, DH publicó una miniserie de Creepy, esperemos que en esta ocasión sea por más tiempo.

Aunque se trata de una publicación en formato comic book (a diferencia de la edición original, que era formato magazine), la nueva Creepy respeta fielmente el espíritu de la original, con su portada a color, sus interiores en blanco y negro, con una historia que continuará en los siguientes números, y varias más autoconclusivas. Hay un par de historias que me parecen logradas, como The Curse y Hell Hound Blues, y la inclusión de las ilustraciones de Jason Shawn Alexander, Angelo Torres e Hilary Barta, creo que son una muy buena mezcla de artistas jóvenes y maduros. Finalmente, la reimpresión del clásico Daddy and the Pay, por Bill Dubay y Alex Toth, claramente manifiesta la importancia del nombre Creepy en la historia del cómic.

viernes, 10 de julio de 2009

VR: OMAC: One Man Army Corps


Viernes de Reseña: Jack Kirby's OMAC: One Man Army Corps
DC Comics
25 dólares


Todos creemos conocer a Jack Kirby y su obra, pero me parece que es realmente difícil lograrlo. Cuando pensamos en Kirby en nuestra mente se agolpan ideas e imágenes de superpoderes, feísmo, grotesquedad, dilemas existenciales y épicas con páginas dobles de batallas. Evocar la obra de Kirby es como hacer una imagen mental de la onomatopeya de una explosión: ¡Ka-Boom! en colores encendidos.

Sin duda, eso fue Kirby directamente. Pero también, fue el autor incansable frente a su restirador de trabajo, quien mientras dibujaba y trabajaba en una pieza al momento, en su mente sopesaba y analizaba otras ideas para concretar en papel. Kirby, igualmente, trataba de encontrar y abogar por una mejor política laboral y autoral para el creador de historieta. Y sobre todo esto, Kirby era una especie de filósofo Pop, porque aunque sus ideas simplemente son analizadas a través de su obra como la forma narrada de sus inquietudes autorales, vemos de la misma forma que todas estas ideas eran las opiniones de un científico empírico que decidió utilizar la máquina de escribir y la tinta como sus instrumentos.

Eso me parece que es verdaderamente notable en OMAC, One Man Army Corps, una serie malograda pues terminó en miniserie de 8 números, durante 1974. En aquella época, Kirby trabajaba en DC Comics tras abandonar Marvel. Había firmado un contrato con la casa editora de Superman para producir 15 páginas mínimo al mes, escritas y dibujadas. Fue en esa dinámica hiperkinética que surgieron las diversas sagas que conforman su obra de culto Fourth World, así como otras invenciones no menos importantes como The Demon y la misma OMAC, la cual surge a partir de una idea que Kirby trabajó años atrás en Marvel, como una posible historia de Captain America en el futuro.

Todas las obras mencionadas son distintas y cada una presenta una opinión valiosa de Kirby sobre cierto campo de la fantasía, el terror y la ciencia. En el caso de OMAC prácticamente cada uno de los 8 números es una hipótesis científica sobre el futuro.La historia de OMAC se desarrolla en la “era de la manipulación atómica”, es de esa forma que Kirby define el futuro, uno en el que la Global Peace Agency es una organización internacional que intenta mantener el orden cuando la tecnología permite hacer prácticamente lo que se le venga en gana a todo ciudadano. Esta organización crea lo que parece tratarse de un arma perfecta de control, un soldado con el poder de un ejército, resultado de la manipulación molecular que sobre un ciudadano, Buddy Blank, infiere un satélite inteligente conocido como Brother Eye y el cual, efectivamente, parece un enorme ojo sobrevolando la atmósfera terrestre.



Más que la influencia, las profecías futuristas propuestas por obras como 1984 o Un mundo feliz, se notan en OMAC. Entre el catálogo de atrocidades que Kirby vislumbra se encuentran: amigos armables (las muñecas inflables son cosas del pasado), ciudades que pueden rentarse para hacer lo que a uno le plazca durante determinado tiempo, usurpación de cuerpos para prolongar la vida, robo de porciones acuíferas (entiéndase mares o ríos) manipuladas atómicamente para reducir su tamaño y, entre otros, el mismo OMAC, que representa la búsqueda constante de los gobiernos para someter lo que tenga que ser sometido. En esta caso, los representantes del gobierno global esconden su rostro bajo una plasta de maquillaje porque, supuestamente, siendo anónimos pueden representar a cualquier nación.

Son notables los oscuros caminos que esta serie comenzaba a transitar y, como lo comenté, cada número parecía presentar una o más pertinentes discusiones sobre la tecnología y la sociedad. Cancelado en el número 8, Kirby no pudo terminar completamente la saga que se desarrollaba en OMAC, y es así que abruptamente dicho número termina prácticamente con la destrucción de Brother Eye y la posible muerte de OMAC, echando aún más leña al mensaje oscuro de la serie.

Hay que decir que el trabajo en el entintado en la mayoría de la serie, por parte de D. Bruce Berry, no brilla igual que la mayor parte del trabajo de Kirby de aquella época (Mike Royer es quien lo hizo, y quien mejora OMAC en los dos números que entintó), no obstante el coloreado en la reciente recopilación en libro, y primera que se hace de la serie, por DC Comics es verdaderamente espectacular y una oportunidad para conocer esta obra, ahora, prácticamente fundamental de la ciencia ficción en cómic.

Ojos bien abiertos ante la TV


Me parece que ayer en la televisión del país sucedió un hecho importante. Los inivto a que vayan aquí para leer mi opinión.

Saludos

miércoles, 8 de julio de 2009

Miércoles y jueves de cómics... y de Sentry


-Quienes estén siguiendo el desarrollo de la saga Dark Reign en Marvel Comics, tendrán presente la participación de Sentry como uno de los actores más peculiares de este momento en la historia del Universo Marvel, pues a pesar de su ominipotencia continúa siendo un ser de psicología frágil y títere de Norman Osborn.

Si lo conocen más allá de esta saga, sabrán entonces que se trata de Bob Reynolds, un tipo que de alcohólico con sobrepeso pasó a ser el ente con mayor poder sobre la Tierra, al recordar que décadas atrás combatió al crimen con el nombre de Sentry, un ser con “el poder de un millón de soles detonando” tras inyectarse una fórmula ideada por un científico. El retorno de este personaje se dio cuando percibió que The Void, su “enemigo”, regresaba tras una larga ausencia.

Este personaje se presentó en el 2000, como parte de la línea Marvel Knights de Marvel, en una miniserie escrita por Paul Jenkins y dibujada por Jae Lee. El lanzamiento fue por demás original y excitante, pues desarrollaron un plan y una campaña publicitaria para hacer creer a los lectores que este personaje había sido creado por el mismo Stan Lee años antes de que construyera el Universo Marvel, pero que apenas lo habían recordado. En realidad, el personaje era totalmente nuevo, pero ésa fue una buena estrategia para insertar al personaje en el Universo y ya con una trascendencia implícita.



A pesar de que el concepto de The Sentry abrevaba demasiado del Miracleman de Alan Moore, la buena construcción dramática de Jenkins y las fabulosas sombras de Jae Lee hicieron de este invento algo muy sabroso dentro del Universo Marvel. Ya después, Brian Michael Bendis se ha encargado de seguir alimentando los conflictos internos y externos de este pobre hombre ultrapoderoso, a través de las páginas de sus diversos títulos de Avengers.

Y es precisamente por estos días, cuando Sentry derrota a Morgana leFay y dejando estupefacto al mismísimo Doctor Doom, que el historietista Rick Veitch a través de su site ha revelado la historia aún más oculta de Sentry, pues resulta que él lo co-creó junto con Jenkis hace una década.

Hasta antes de este revelación, parecía que sólo él lo sabía, y la crónica es muy interesante, así que vayan allá para enterarse. Sólo les comentó que Veitch, antes de esto, ya había realizado deconstrucciones importantes del superhéroe (consíganse Bratpack y Maximortal) y Jenkins se conocen desde hace un par de décadas, y antes de la fama en Marvel, este último incluso trabajó en Tundra en la edición de proyectos inconclusos de Alan Moore (Big Numbers).


-Tras varios meses de salivar tras la noticia, finalmente hoy es el día en el que sale a la venta (muy probablemente entonces llegué hoy mismo a México en la importación) la primera entrega de Wednesday Comics, una publicación que saldrá durante 12 semanas, prácticamente del tamaño de un periódico tabloide, y con 16 páginas y una historia por cada una de éstas. Como pueden imaginarse, la idea es reproducir el encanto que hace décadas despertaban las “secciones de monitos” dominicales en los diarios, y no cabe duda de que se logrará, sólo que ahora cada miércoles: entre los personajes se encuentran Superman, Batman, The Demon, Kamandi, Deadman, Adam Strange y Hawkman, entre otros. ¿Y quienes escriben y dibujan? Pues ni más ni menos que Kyle Baker, Neil Gaiman, Brian Azzarello, Eduardo Risso, Michael Allred, Paul Pope, Lee Bermejo y Dave Gibbons, entre otros.

Este proyecto se lo debemos a don Mark Chiarello, quien además de se run fenomenal ilustrador, ha realizado grandes diseños para diversas líneas de DC, así como la grandiosa (aunque muy breve, desafortunadamente) serie Solo.

-Todo parece indicar que mañana jueves 9 a las 10:30 AM, y el domingo 12 en repetición a las 16:30 PM, se transmitirá por Once TV la emisión del programa GALERÍA dedicada a la historieta. Además de entrevistarme para comentar algunas cuestiones comiqueras (por cierto que la grabación se hizo en Comicastle unos días antes de su cierre, así que ya quedó para la posteridad), entiendo que también entrevistaron al maestro Óscar González Loyo sobre su labor. Si tienen chance chéquenlo, pues no hay muchas emisiones hoy día dedicadas a la historieta


viernes, 3 de julio de 2009

Humbug (Fantagraphics)


Humbug, por Harvey Kurtzman, Arnold Roth, Al Jaffe, Will Elder y Jack Davis
Fantagraphics, 2009
60 dólares


¿Qué se hace tras un gran acto como MAD magazine? La mayoría de creadores seguramente decidirían ir por otro camino para no ensombrecerse con lo logrado. Harvey Kurtzman, por el contrario, no cejó en el intento y continuó perfeccionando su proyecto.

Sin duda, MAD es uno de lo grandes inventos del siglo XX. Hoy, por supuesto, aunque todavía entretenida, la revista MAD es la gris sombra de lo que alguna vez fue: una avalancha de creatividad que reflejó su época en base a humor y sátira a través de un grupo de grandes artistas, comandados por Kurtzman.

Kurtzman, quien creó MAD para la EC Comics de William Gaines (donde igualmente estuvo al frente de la seminal Two Fisted Tales), decidió dejar ésta misma tras sus primeros 28 números (la continuó de forma sobresaliente Al Feldstein), y después de no llegar a un acuerdo con Gaines respecto a las ganancias y derechos de esta publicación.

Lo cierto es que Kurtzman se había hecho ya de un nombre, y pudo continuar con su proyecto editorial satírico y crítico. Así, tras MAD, siguieron Trump, Humbug y Help!, revistas que permitieron la evolución de su creador y sus colaboradores. Todas significan momentos clave del mundo editorial de su momento, y la fuerza creativa que en igual medida impulsó a una buena cantidad de artistas.

Durante años, el acceso a estas publicaciones ha sido complicado. Afortunadamente con la reciente avalancha de recopilaciones y rescates hemerográficos de varias editoriales, la situación es otra hoy día. Fantagraphics hace un par de meses publicó en una edición de lujo, compuesta por dos libros de pasta dura, los once números de Humbug que en su momento Kurtzman publicó con la ayuda y trabajo de Will Elder, Al Jaffe, Arnold Roth y Jack Davis.

Humbug es, para muchos especialistas y lectores, el mejor trabajo de Kurtzman… lo cual es decir demasiado. Hugh Hefner (erotómano primordial en su posición de creador y dueño de Playboy) le ofreció a Kurtzman el apoyo en todos los aspectos para realizar una publicación, tras su salida de MAD. Kurtzman aceptó encantado, y así nació Trump, revista que durante dos números se publicó de manera lujosa, como Playboy. Pero, a pesar de no vender mal, Hefner se arrepintió, y lo único que pudo hacer fue ofrecerle sus oficinas a Kurtzman para que continuara con un proyecto propio.


Humbug, antes...

De esa forma nació Humbug. Para entonces las cosas eran un dilema, no había dinero alguno, aunque la experiencia y energía dejadas por MAD y Trump eran muy valiosas. Así, Kurtzman propuso a Elder, Roth y Jaffe, la creación de un fideicomiso para publicar Humbug, y de esa forma surgió la revista como un esfuerzo.

Cuando Kurtzman dejó MAD, esta publicación ya había pasado del tamaño cómic book al magazine, y con Trump pudo hacer una revista totalmente lujosa. Con Humbug, sin embargo, tuvo que regresar al tamaño comic book y a un papel realmente pobre, pero la libertad y el conocimiento eran totales.

Es de esa forma que vemos, efectivamente, el perfeccionamiento en la ejecución de las historias e ideas de cada autor, así como un control mayor sobre los temas y sus presentaciones. Las sátiras, críticas y chistes en Humbug siguen la línea de lo iniciado en MAD, efectivamente, pero en Humbug podemos decir que es ya con un control sorprendente sobre ello, estamos hablando de un trabajo en el que no solo se nota la originalidad de un discurso, sino el control y versatilidad sobre el mismo.

En las sátiras de filmes, Jack Davis llega a una caricaturización de los personajes sublime a partir de la ligera variación del retrato realista (es decir, su estilización en la caricatura es notable), mientras que Will Elder continúa realizando viñetas barrocas en su detalle. Al Jaffe se consolida como el inventor y ejecutante de cosas que funcionan en una realidad desconocida (como puede ser una caja de Corn Flakes cubierta por impresos en todas sus partes y pestañas), y Arnold Roth lo acompaña en la crónica del exceso diario.


... y después

Kurtzman decía, por ejemplo, que de un anuncio publicitario había que burlarse de su forma, no de lo que anunciaba. Así, vemos que Humbug es un esfuerzo fenomenal y exitoso por analizar las formas de la comunicación, para entender aquello que anda bien o mal. En la búsqueda por encontrar lo cómico en todo detalle, Kurtzman llega incluso a la utilización de un close up milimétrico a los pelos de la nariz. Humbug es, me parece, la presentación de la sátira y la comicidad como todo un medio para hablar del mundo, algo que me parece entendieron artistas que más tarde lo explotaron, como el Monty Python.

Finalmente, en la recopilación de Humbug por Fantagraphics, además de lo comentado, nos encontraremos un espectacular, brillante y extenuante trabajo de reconstrucción y remasterización de los 11 números de la revista, en el que se laboró sobre algunos originales y la recuperación de la obra por medios digitales, en la que colaboraron Gary Groth, Jason T. Miles, John Benson, Adam Grano y Paul Baresh. A esto se suma una extensa y reveladora entrevista con Al Jaffe y Arnold Roth, otros textos y una explicativa serie de anotaciones a cada número que pone al tanto del contexto histórico de cada trabajo.

jueves, 2 de julio de 2009

Este sábado celebración doble

Como pueden ver en la imagen de abajo, este sábado 4 de julio en BadaBing Comics se presentará la Antología Comikaze 2009. Este primer logro de publicación historietística del equipo Comikaze es uno que merece todas las palmas, y que además reúne a una buena cantidad de artistas mexicanos. Como se sabe, tener hoy día una publicación en papel no es cosa fácil, y más si se trata de un esfuerzo independiente para presentar el trabajo de historietistas mexicanos.

La recomendación ya esta implícita en este texto, y pues traten de darse una vuelta a este evento en el que estarán presentes varios de los autores involucrados en tal publicación(denle un clic a la imagen para checar más a detalle), además de que se trata de una celebración doble, pues también se festejará el primer anievrsario de BadaBing Comics, por lo que parece habrá algunos descuentos. La cita es en Estocolmo 18, Zona Rosa, a las 17 horas.

Enhorabuena a Jorge Tovalín y compañía, y a Giacomo Marino.


miércoles, 1 de julio de 2009

Desde otro mundo

En el post previo a éste, les comentaba del número 689 de Superman.

Por si no están enterados, en los pasados meses hubo una revelación importante en el universo del Hombre de Acero, cuando se descubrió la existencia de varios miles de kryptonianos; Kal-El creía ser el último de su planeta. Tras diversos conflictos y rescates, la relación entre los habitantes de New Krypton y los habitantes de la Tierra ha quedado profundamente mermada, por lo cual, en un esfuerzo por mantener la paz entre ambas especies Sups accedió a irse con los kryptonianos (y para espiar más de cerca sus fascistas ideas de conquista en la Tierra). Durante su ausencia, dejó Metrópolis al cuidado de Mon-El, otro extraterrestre de poder sobresaliente, aunque con una supuesta condición anímica que lo condena a morir en un plazo no largo.

Es de esa forma que Mon-El decide conocer el mundo, sus tesoros, placeres y costumbres, mientras realiza sus tareas extraordinarias. Y en este último número, escrito por James Robinson y dibujado por Renato Guedes, además de visitar África, Inglaterra, Japón y Alemania, entre otros, Mon-El pasa por México en donde combate al lado del Iman, un supehéroe que apareció en un sonado anual de Supermán, escrito por Francisco Haghenbeck y dibujado por Carlo Barberi, hace nueve años.


Como ven, ambos combaten unas criaturas que en principio creían se trataban de chupacabras, pero que resultaron ser solo una horda de monstruos extraterrestres… aunque esa es una de las teorías más fuertes acerca del chupacabras, ¿no?

En fin, el caso es que el paso de Mon-El por México termina con una hermosa postal de la Ciudad de México de noche, en la que la peculiaridad de la ciudad queda clara con la línea: “And Mexico City is like another world”. Disfrutenla.