martes, 30 de diciembre de 2008

Lo mejor del 2008

No sé ustedes qué opinen, pero me parece que éste fue un buen año para la historieta... Sí, ya sabemos que desafortunadamente no contamos con una oferta variada de cómic traducido en el mercado mexicano, y que todavía falta mucho para que la historieta mexicana de nuevo despegue. Sin embargo, me parece que a pesar de todo llegaron buenas historias, y se tradujeron otras tantas. Por supuesto que los resúmenes y balances no son ciencia exacta, y de hecho tienen que ver mucho con el azar, el gusto de cada involucrado y otras diversas circunstancias; es por este motivo que siempre se trata de momentos puestos para la discusión y el debate. Al menos este no es el caso en este espacio, les aseguro, pero ya ustedes tendrán su opinión entonces de lo que aquí se diga, y los propios listados que tengan en mente o que deseen compartir hablarán por sí solos. A continuación enumero lo que me pareció lo más valiosos de este 2008 que a unas cuantas horas está de extinguirse.
MENSUALES: Scalped (Vertigo): Esta serie escrita por Jason Aaron, y dibujada mayormente por R. M. Guéra, continúa siendo uno de los ejemplos más logrados de la historieta estadounidense actual. Aarón se perfila rápidamente como uno de los guionistas más importantes del cómic yanqui. All Star Batman and Robin y All Star Superman (DC): No importa que ambas series sean prácticamente disímbolas (y miren la ámpula que esto ha levantado), lo que importa es que los autores de cada una (por un lado Miller y Lee, por el otro Morrison y Quitely) lograron inyectar vitalidad, emoción y gran espectáculo a estos dos iconos. Thor (Marvel): A mí siempre me dio medio güeva chutarme las aventuras de un dios mitológico antiguo en la mitología moderna de los cómics, pero Strawcinsky y Coipiel lo lograron con esta gran historia que no ha caído en más de diez números (eso parece ser mucho hoy día, cuando escritores y dibujantes se aburren pronto). Jonah Hex (DC): Palmiotti y Gray continúan presentando historias autoconclusivas muy buenas número a número del vaquero más crepuscular de la historieta. Además, cada número se acompaña del trabajo de un gran dibujante distinto. Digo Jordi Bernet no es cualquier cosa. Fantastic Four (Marvel): Por alguna razón no he visto muchos comentarios de la corrida de Millar y Hitch en este canónico título, pero sin duda han sido energía y talento puros. Simplemente increíble. Wolverine (Marvel): Sin duda, se trata de un personaje infladísimo durante años, pero en los últimos meses Jason Aaron, Ron Garney, Mark Millar y Steve McNiven han presentado historias buenísimas de este personaje.
Action Comics (DC): Realmente no sé que tan buena vaya a quedar la serie de New Krypton, pero lo que hasta antes de ésta hicieron Geoff Johns y Gary Frank en este título durante el año se trata de gran estilo y calidad.

NUEVAS SERIES: Special Forces (Image): Si no conocen la obra de Kyle Baker, ¿qué esperan para comprar algo? Y este título es realmente estremecedor de lo intenso e increíble. Hay que tener huevos para hacer lo que Baker con esta serie, que se burla de la guerra, de la humanidad, y de todo sin importar que haya en medio. Guerrillas (Image): Prácticamente de la nada apareció este cómic que en los 3 números publicados hasta ahora son una heroica clase maestra de narrativa historietística por parte de un joven autor : Braham Revel. Y la historia es de guerra y con chimpancés inteligentes. No podrán creer lo bueno que es cuando lo lean. The Invincible Iron Man (Marvel): Todavía no logro descifrar en qué radica la capacidad de Matt Fraction, pero en este título con la ayuda de Salvador Larroca crea un gran cómic, sin duda. Glamourpuss (Aardvak Vanaheim): Desde luego que no es Cerebus, pero la nueva serie de Dave Sim, a medio camino entre la parodia de las revistas de modas y el ensayo sobre la historieta, es algo único y divertidísimo.

The Eternals (Marvel): Esta serie escrita por Daniel y Charles Knauf, e ilustrada por el gran artista español Daniel Acuña, en unos cuantos números nos ha hecho recordar lo que eran las épicas Kirby. No deben perdérselo. Young Liars (Vertigo): David Lapham escribe y dibuja esta serie de estrambóticas aventuras y desventuras de un grupo de jóvenes enamorados, enojados y con mucha energía. Simplemente inesperado. The Evil Dead (Dark Horse): Una adaptación realizada por John Bolton al clásico de Sam Raimi es un sueño hecho realidad. Salud.

RECOPILACIONES Y OTROS LIBROS Ghost World: 10th Aniversary (Fantagraphics): Aunque Dan Clowes ha bajado el ritmo de su producción autoral, este año nos regaló un libro con una buena cantidad de extras para festejar una de sus obras más célebres y, sin duda, una de las más trascendentes de la pasada década. Otro libro necesario en toda colección. Strange & Stranger. The World of Steve Ditko (Fantagraphics): La vida y pensamiento de Steve Ditko han producido personajes tan extraños como Spider-man, Doctor Strange y The Question, entre muchos otros. Blake Bell investiga al respecto y en este libro nos entrega información valiosa de este escurridizo autor. Love and Rockets: New Stories (Fantagraphics): Este año se publicó el primer número de la nueva temporada y formato de la obra maestra de Beto y Xaime Hernández, y todo sigue siendo igual: bello, emocionante... perfecto. Black Jack (Vertical): Osamu Tezuka fue un artista genial y fenomenal, Black Jack refleja de forma elocuente sus capacidades. Básico. Who Watches the Watchmen (Titan Books): Debemos agradecerle a Dave Gibbons por guardar tanto material en el proceso de la obra maestra que construyó al lado de don Alan Moore. Es impresionante ver tanto trabajo. Acme Novelty Library (Drawn and Quaterly): Les voy a ser sincero: no he podido leer este cómic, está esperando a que le ponga las manos encima... pero con sólo hojearlo y conocer lo que Ware hace, sabemos que no hay desperdicio alguno. Freak Brother Omnibus (Knockabout Comics): Todo Freak Brothers en un solo libro es de no creerse.
Y bueno, recopilaciones, novelas gráficas y libros sobre autores, como Joker (DC Comics), The Demon Omnibus (DC Comics), Creepy Archives (Dark Horse), Mister X Omnibus (Dark Horse) o The Art of Alex Nino (Aud Publishing), estoy seguro que habrían figurado en este listado, pero todavía no los adquiero. Ya será para el 2009.

viernes, 26 de diciembre de 2008

VR: Maestro de la línea

Viernes de Reseña: Homenaje a Ernesto García Cabral. Maestro de la Línea (INBA / Editorial RM)

En un mundo bien hecho, Ernesto “El Chango” García Cabral tendría que figurar entre los grandes artistas mexicanos del pasado siglo, además de ser reverenciado por los entusiastas de las ilustración mexicana y por los mismos ilustradores de las generaciones más jóvenes. Pero como nuestro mundo se encuentra contrahecho, y la región mexicana notablemente, la obra del maestro García Cabral en menor o mayor grado durante el último medio siglo ha sido prácticamente degustada solamente por un público que no está casado ni con el llamado gran arte, ni con el arte popular, como la historieta. Esa calidad de arte intermedio ha hecho de la obra de García Cabral una que ha encontrado mayor cantidad de reverberaciones entre críticos y coleccionistas extranjeros que han sabido responder a la muy elocuente línea de este artista.
Este año, en agosto se cumplieron 40 años del fallecimiento de García Cabral, así como 20 de la creación del Taller Ernesto García Cabral, y a través del cual los herederos del ilustrador han mantenido resguardada la mayor cantidad de su obra. En conmemoración de la creación de este taller, el Museo Mural Diego Rivera presentó hace un par de meses la exposición Homenaje a Ernesto García Cabral. Maestro de la línea, y de la cual muy afortunadamente se publicó un libro que lleva el mismo nombre, coeditado por el INBA y la Editorial RM.

Ya en el texto firmado por Gloria Maldonado Anso, uno de los varios incluidos en este libro, se menciona la falta de estudios y publicaciones sobre la obra de García Cabral, sumando apenas tres libros (contando el libro que pretexta este texto), y un documental de televisión coproducido por TV UNAM y Canal Once. A estos documentos, hay que sumar el formidable trabajo que se hizo en el número 4 de la revista estadounidense Comic Art, en donde se reprodujo gran cantidad del material que el maestro García Cabral realizó para posters y carteles del cine mexicano durante los años 40 y 50. 
García Cabral nació en Huatusco, Veracruz, en 1890, y murió 78 años después en la ciudad de México. Fue un dibujante de talento precoz, que estudió en la Academia de San Carlos, y quien tras colaborar en la revista Multicolor allá por 1910, con caricatura política, fue mandado por el gobierno mexicano a estudiar a París (Francisco I. Madero no soportó más el comentario político de la caricatura cuando éste se centró en su esposa, y decidió hacer uso del exilio disfrazado como solución a su problema con García Cabral).

Y el caso es que Cabral bebió de la riqueza del saliente Art Nouveau y del entrante Art Déco, creando así una visión notablemente estilizada de un México, a la vez, conocido y desconocido por el espectador. Una de las tribunas más elocuentes y reconocidas de este artista fue su etapa como portadista e ilustrador de Revista de Revistas de Excélsior, entre 1918 y 1932; material que le dio forma a la mencionada exposición y al libro que la acompaña. A través de la buena cantidad de ilustraciones, portadas y sketches contenidas en este libro, el lector y espectador inmediatamente comprenderá (en caso de no haberse expuesto al arte de este artista) la trascendencia y calidad de la obra de García Cabral pues, además de ofrecer una nueva perspectiva plástica desde el mundo editorial mexicano, igualmente habló de un mundo en transición a través de sus mujeres emancipadas, y de la misma exposición que le dio a las distintas clases sociales a través de sus comentarios en la línea más limpia y ágil que ha visto México.

Pero finalmente, las ilustraciones de García Cabral son un agasajo al ojo, sin más. Poseen una limpieza y ejecución perfecta en una armonía que cada vez parece perderse más en la ilustración de hoy día. Los cuerpos de sus personajes poseen peso y movimiento, cuentan una historia e implican una época. Ver un solo dibujo de García Cabral, finalmente, hace creer en el tipo de obra absoluta que lo posee todo y no necesita decir más. Homenaje a Ernesto García Cabral. Maestro de la línea, es un libro necesario para todo el interesado en los grandes artistas del siglo, la ilustración y la historieta incluso (aunque Cabral realizó pocas historietas –una breve de las cuales se presenta en el libro-, su estilo está en sintonía total con este medio). Aunque presenta una gran cantidad de obra, y algunos textos que echan luz sobre el autor y su obra, deja el camino abierto para buscar mucho más sobre el autor y provocar más textos sobre los diversos aspectos de este importantísimo artista plástico. *Este libro puede conseguirse en librerías como Gandhi y Educal.

martes, 23 de diciembre de 2008

El eSpíriTu de la Navidá en Iconoctlán


Finalmente, tras varios proyectos e ideas inconclusas en las últimas tres décadas, este jueves se estrena en Estados Unidos la segunda adaptación (la primera es una curiosidad protagonizada para la TV por Sam Jones, y cuya copia en VHS presté hace años a un señor de apellido Gantús... espero algún día me la regrese), aunque primera cinematográfica, al Spirit de Will Eisner, dirigida por Frank Miller.

La he visto ya, pero no puedo comentarles nada hasta que se estrene en México durante la segunda quincena de enero (mi rúbrica en un documento me lo impide). Así que por el momemnto les dejo con lo siguiente.

Han pasado 68 años desde que por primera vez pudo verse The Spirit en varias docenas de periódicos estadounidenses. Seguramente muchos lectores no estén concientes de ello, tal vez no les interese o, muy probablemente, no tengan la menor idea de quién o qué es The Spirit.

En realidad es algo sencillo, pero muy sobresaliente y complejo a la vez: se trata de una historieta que durante doce años, de 1940 a 1952, apareció en el suplemento semanal de tiras cómicas de varios diarios gringos, concebido, dirigido y ejecutado por Will Eisner, el artista que fundamentó los alcances de la historieta moderna y el primero que logró mostrar la sobriedad del medio.

Desde muy joven, Eisner se dedicó a dibujar, realizando ilustraciones y algunos trabajos por encargo para tiras cómicas; pero su interés por contar historias que reflejaran su pasión por la literatura pronto encontró salida en la historieta llamada The Spirit. En ésta, a través de ocho páginas por entrega, los lectores han podido conocer los dilemas, amoríos, aventuras y desventuras de Denny Colt, detective quien, tras ser dejado por muerto, se convierte en el mistery man Spirit, vengador que ayuda al comandante Dolan de Central City en su cruzada contra el crimen.

Eisner tomó como excusa a Spirit para trazar los fundamentos de la historieta moderna y, por igual, crear un espejo crítico de la America posterior a la Depresión; esta obra, a través de los años, ha devenido en clásico del medio y del arte en general del pasado siglo.

En The Spirit, Eisner aplicó su pasión literaria y su interés en el lenguaje cinematográfico formulando, así, un despampanante ejercicio historietístico que sobresalió tanto en sus brillantes anécdotas como en sus intrincados y espectaculares diseños gráficos: hoy día, The Spirit continúa siendo influencia básica en autores de la historieta y el cine.

Tras el cierre del dicho proyecto en el 52, Eisner continúo innovando el medio proponiendo y desarrollando el cómic educativo, así como la realización de historietas finitas que, entonces, recibieron el nombre de Graphic Novel (dentro de ellas se cuentas títulos básicos, como A Contract with God o To the Heart of the Storm), además de que realizó varios libros sobre teoría del cómic.

Sin embargo, poco a poco y de tiempo en tiempo, The Spirit ha sido redescubierto por diversas generaciones de lectores y autores, y rescatado por diversas editoriales (en la década pasada se publicaron un total de ocho números de The Spirit: The New Adventures, serie en la que Alan Moore, junto con Dave Gibbons, agregó hallazgos brillantes a la mitología del personaje, además de que pudieron verse colaboraciones sobresalientes de Neil Gaiman, Moebius, Paul Chadwick y Brian Bolland, entre otros. Y actulamente DC Comics publica una serie que inicio fenomenalmente con guiones y dibujos de Darwyn Cooke, y que actualmente ha caído con los guiones de Mark Evanier y Sergio Aragonés).

En México, The Spirit fue publicado en los años 40 y cincuenta en Pepín, en los 60 por Editorial Novaro, y en los 70 por La Prensa. Actualmente, DC Comics realiza una exhaustiva publicación cronológica en tomos de pasta dura (ediciones que, en condiciones adecuadas, se planea duren 250 años sin degradación alguna), y es una forma inmejorable de conocer al personaje y esta obra invaluable. El 3 de enero de 2005, Will Eisner murió a los 87 años y su carrera se truncó, pues hasta hace unos meses apareció su última novela gráfica. No habrá otro igual.
Háganse un favor, y si no han leído nada de Eisner y el Spirit, traten de hacerlo antes del estreno del filme dirigido por Frank Miller.

viernes, 19 de diciembre de 2008

VR: Sublife


Viernes de Reseña: Sublife, de John Pham (Fantagraphics)


Tuve la suerte de conocer el trabajo de John Pham al momento de su inicio, con la publicación de Epoxy. Fue en el 2000 cuando apareció el primer número de esta serie, una publicación independiente de 64 páginas y con tres historias en su interior: En Shiva, un robot está desarrollando un soliloquio existencial mientras la policía lo detiene, al tiempo que un dragón intenta cazarlo. El tono absoluto de ciencia ficción de esta historia se rompe frente a la agobiante realidad de Elephantine (que presenta la cruel existencia de un pugilista de un solo brazo y su sufriente infante couch), y al intenso y disfrutable cuadro urbano en Modesto (en el que la niña genio Olive sirve como vehículo de la historia para observar la percepción de una adolescente en el mundo contemporáneo).

Pham recibió la beca de la Xeric Foundation, organización no lucrativa fundada por el cocreador de las Teenage Mutant Ninja Turtles (junto con Kevin Eastman) Peter Laird, quien de la enajenación producida por sus personajes logró sacar verdadero provecho para el medio y la industria de su país. Pues bueno, el caso es que con dicho incentivo Pham logró publicar tres números de esa sorprendente serie, en la que demostró grandes capacidades narrativas y estéticas en diversos géneros (según él, tan sólo para ver qué es lo que debía y no hacer), y una voz auténtica en el cómic independiente estadounidense.

Por aquellos años hice contacto con Pham vía email, y me sorprendió el día que me aseguró que no tenía pensado ya concluir las tres historias iniciadas en Epoxy, pues simplemente decía que -fuera de Modesto- éstas ya no le resultaban excitantes, y que estaba ya más encaminado hacia otros temas e inquietudes.

He de decir que a mí entonces me costó trabajo entenderlo, pues al día de hoy aquellos números de Epoxy continúan pareciéndome de lo mejor del cómic indie de aquellos años.

Y así pasó el tiempo hasta que comenzó la publicación de la antología MOME de Fantagraphics, entre cuyas varias historias se encontraba la serialización de 221 Sycamore St., realizada por un Pham que ya se notaba muy alejado de lo visto en Epoxy.



Y bajo el título de Sublife recientemente ha aparecido una recopilación –supongo la primera- de esta singular serie de Pham, en la que la cotidianidad encuentra cierto sesgo absurdo.

Hoy día, Pham ha dejado atrás el realismo logrado de sus primeras series, para instalarse por completo en el radical y aparente minimalismo del comic de autor.

Ya en aquellos intercambios de correos, Pham me comentaba de su aprecio por la obra de Chris Ware, autor que ha renovado considerablemente la narrativa del cómic con su ACME Novelty Library. Esto salta a la vista fuertemente en Sublife, pero es interesante observar que aún cuando Pham no hace uso de la cantidad de artilugios de montaje y la gran cantidad misma de información visual empleados por Ware, igualmente, demuestra una muy buena capacidad para describir a personajes complejos dentro de la ordinaria condición humana.

Siete al menos son los personajes centrales: Mildred Lee, Vrej Sarkissian, Hubie Winters, B_ y A_ MacDonald, Phineas MacDonald y algo que trae una especie de funda que va de la cabeza a las rodillas. Los siete habitan un suburbio estadounidense, y componen diferentes –aunque no muy distintas- condiciones de vida, expectativas y, eso sí muy diversos, intereses.

La obertura de la obra es una historia breve de sobrevivencia animal en las calles del escenario geográfico de 221 Sycamore St., un encuentro entre un gato negro y un grupo de perros, prácticamente hasta el contrabajo, batería y saxofón como soundtrack pueden escucharse. Y es así que esto arranca muy bien.



El dibujo de Pham en estos días, en esta serie, es prácticamente sencillo aunque lleno de detalles; se trata de una contradicción que surge de cierta forma caricaturesca entre sus personajes, y que parece remarcarla cuando se compara con el trazo de Pham en Epoxy, que era mucho más depurado.

Este mundo de líneas rectas refleja, después de todo, un ambiente ordinario en el que las necesidades y carencias trazan la forma de vida de cada uno de sus habitantes: los MacDonalds son una familia de supremacistas y poco agraciados moralmente; Sarkissian, es un enorme ejemplar del género masculino con un olfato sensible, y que gusta de olores muy muy peculiares; Winters es uno de tantos maestros burlados por sus alumnos; y Lee y el personaje anónimo, finalmente, son aquellos caracteres que nos hacen recordar lo cotidiano de todo este caso.

Sublife, así, no me parece que se trate de la exaltación del universo cotidiano como escenario de historias increíbles a pesar de su vulgaridad; sino creo, más bien, se trata del reflejo de la vida diaria como ejercicio de estilo y narrativa. Y en ese aspecto, Pham nos entrega una obra, tanto contemplativa como excitante.

Sin duda, resulta refrescante ver la evolución de un historietista como Pham, en constante experimentación formal. Aunque espero algún día vuelva a visitar sus primeros universos.

*Las imágenes fueron tomadas del sitio flickr de fantagraphics, el sello que publica este cómic.

martes, 16 de diciembre de 2008

Morrison se pone las pilas y Constantine llega a los 250


Bueno, tal parece que después de todo uno no pierde el tiempo cuando le pide algo a Santoclós. En un post pasado ya pedía que Grant Morrison trabajara con Frank Quitely en The Doom Patrol y alguien más comentó que ojalá y Morrison dejara el thinner para entonces poder hacer cosas honrosas y no basura como Batman R.I.P.

Y aunque no regresa por el momento al equipo de superhéroes insanos que lo hicieron célebre, según Rich Johnston (confidente de la industria del cómic gringo a través de su columna Lying in the Gutters), la dupla compuesta por este guionista y el dibujante escoceses estarán a cargo de un cómic mensual de Batman, tras la conclusión de la “esperadísima” saga de Battle for the Cowl.

Si esto realmente sucede, creo estar plenamente seguro de que el trabajo de Quitely será la musa necesaria para que Morrison retome nuevamente los vuelos artísticos a los que nos tenía acostumbrados.

Por cierto, uno de tantos proyectos en los que está involucrado don Guillermo del Toro, es la realización del guión Sleepless Night, escrito ni más ni menos que por Morrison, y en el cual por un error en una máquina del tiempo el tiempo se detiene en Halloween, dando paso a un reinado de fantasmas, brujas , duendes y demás criaturillas.

Tuve la suerte de leer la obra de Morrison cuando todavía colaboraba constantemente en Vertigo, y durante aquella época otro de los grandes guionistas que hicieron historia fue el inglés Peter Milligan, con su Shade, the Changing Man y miniseries como Enigma. Por supuesto que uno de los grandes personajes por aquella época (y hoy día aún) era Jonh Constantine, entonces escrito por Garth Ennis, y poco después por Paul Jenkins.





Mañana será un día muy especial, pues llegará a las tiendas de cómics estadounidenses el número 250 de Hellblazer, obviamente protagonizado por Constantine, y momento para festejar, pues marca 20 años de aparición ininterrumpida de este cómic, así como prácticamente 25 años desde que fue creado por don Alan Moore, dios de Iconoctlán, en las páginas de The Saga of the Swamp Thing (lectura obligada en Iconoctlán).

En este número se reúnen, nuevamente tras muchos años, Constantine y Milligan, y así permanecerán –para beneplácito de los degustadores de buen arte narrativo- durante un periodo esperemos largo pues, al lado del dibujante Giuseppe Camuncoli, se encargará de la serie mes a mes.

Milligan y Constantine se encontraron por primera vez en un crossover en Shade, the Changing Man, dibujado por Chris Bachalo, y que aún recuerdo como una de las mejores historias de los años 90 del pasado siglo.

Este número, igualmente se compone de otras historias cortas creadas por artistas como Jamie Delano (primer guionista de la serie), Dave Gibbons (les suena Watchmen), David Lloyd (les suena V for Vendetta), Sean Phillips (ilustrador de Hellblazer durante la etapa de Jenkisn, e igualmente famosos por sus Marvel Zombies), Eddie Campbell (les suena From Hell), Brian Azzarello (creador de 100 Bullets, y guionista de una de las etapas más brillantes de Hellblazer), así como Rafael Grampa, China Mieville y Stefano Landini.

En fin, lo que quiero decirles es que el encuentro de este autor con este personaje, sin duda, es una de los sucesos más excitantes en el cómic estadounidense en estas fechas. Ojalá puedan echarle un ojo.

viernes, 12 de diciembre de 2008

¡Bettie Page también!


El día de la Virgen Morena a partir de hoy pasa a ser el día en que murió Bettie Page.

Esta mujer exquisita que prácticamente definió la libido durante la segunda mitad del siglo XX, falleció ayer en Los Angeles a los 85 años, tras un ataque al corazón que la mantuvo en coma desde el 6 de diciembre. Tal parece que en algún lugar no quedaron satisfechos con llevarse al Tío Forry solamente.

Menos glamourosa que Marylin Monroe, tal vez, Page sin embargo poseyó una imagen igual de trascendente y emblemática. Page, considerada la modelo más fotografiada de la historia, igualmente inspiró a ilustradores e historietistas que la capturaron en su obra. De hecho, en ocasiones parece como si Page fuera un personaje ficticio, recreado en fotografías e ilustraciones.

Curiosamente, el extraordinario dibujante Dave Stevens, quien apenas falleció en marzo pasado, fue uno de los últimos amigos muy cercanos de esta mujer, quien en las últimas décadas prefirió permanecer alejada del público y las cámaras.

Stevens, recordemos, utilizó a Page como inspiración para algunos de sus personajes femeninos. Y entre varios homenajes más, se recuerda especialmente una miniserie escrita e ilustrado por Jim Silke para Dark Horse Comics con Page como protagonista.

El erotismo del siglo XX parece haber quedado sin brújula.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Milagro de Navidá


Pues ya entramos al momento del año en el que nos ponemos a desear y pedir cosas. Ahora es cuando para aprovecharse de los demás y pedirles regalos que nosotros no hemos podido comprarnos. Pero como Iconoctlán es una tierra recta y ejemplar, no daremos malos consejos. No obstante, retomando algunas ideas puestas en Toquedequeda. net hace más de un año y agregando otras, lanzo propuestas de algunos proyectos que me gustaría ver publicados en la historieta, aunque prácticamente sé que son imposibles. A ver qué opinan:

-Que se complete la historia inconclusa de Swamp Thing que a finales de los 80 Len Wein y Bernie Wrightson comenzaron a trabajar, y que en momento alguno Steve Bissette estuvo a punto de finalizar.

-Que a Todd McFarlane le den un pelotazo en el baseball, para olvidar que posee parte de los derechos de Miracleman y así, entonces, Neil Gaiman ya no tenga bronca con los mismos y pueda así terminar de contar el último acto que de este cómic construía hace 14 años. Y entonces, tal vez, podría continuarlo alguien como Warren Ellis, por ejemplo.

-Que Grant Morrison vuelva a escribir The Doom Patrol, y la dibujen Frank Quitely y Erik Canete.

-Que Warren Ellis se olvide de mutantes, y mejor regrese a Marvel a la serie que lo dio a conocer en el mercado gringo hace casi 15 años: Hellstorm, dibujada por Leonardo Manco; y que igualmente rescate la miniserie que no pudo lograr en aquellos años: Lilith, hermana de Hellstorm.

-Que DC le regrese a Alan Moore todos los derechos de su obra, para que ya no tenga diferencias con este sello y entonces pueda regresar a esta compañía y escribir durante dos años Hellblazer, y que tal vez la dibuje Leo Manco o, por qué no, algún gran autor español del cómic de horror de los años 70, como Luis García o José María Bea.

-Qué Vertigo edite una antología, con guiones de varios autores (como Azzarelo, Ennis, etc) para el sólo y único lucimiento estético del maestro filipino Alex Nino.

-Que Steve Ditko regrese a dibujar una historia de Spider Man.

-Que Jim Woodring escriba algo para que lo dibuje Brendan McCarthy.

-Que Jaime Hernández escriba y dibuje Spider Man.

-Que se encuentren más adaptaciones en historieta a los Mitos del Cthulhu por Alberto Breccia.

-Que Keith Giffen escriba y dibuje un cómic mensual protagonizado por Trencher y The Heckler.

-Que Guillermo del Toro haga una editorial de cómic y decida republicar todo Santo, el Enmascarado de Plata.

-Que Alexandro Jodorowsky regrese a México para escribir de nueva cuenta Aníbal 5.

-Que Jis, Trino e Ibáñez hagan un crossover de El Santos Vs. Mortadelo y Filemón.

¿Ustedes qué milagro le pedirían a Santoclós?

(La imagen se llama The Ideas, y es obra de Dan Leveille)


lunes, 8 de diciembre de 2008

El Tío Forry se ha ido

El tío Forry ha muerto.

El viernes le comentaba a mi hermano que había leído del mal estado de salud en el que se encontraba Forrest J. Ackerman: hoy he leído que el jueves 4 de diciembre falleció, de hecho, a los 92 años. Una falla en el corazón casi a la Media Noche.

Si checan en internet ahora seguramente encontrarán grandes cantidades de obituarios y recuerdos en honor a este figurón de lo que hoy conocemos como fantasía, terror y ciencia ficción… de hecho, el fue quien acuñó este último término.

El tío Forry encaminó con su pasión por estos menesteres, a través de su cult magazine Famous Monsters of Filmland, a lectores, periodistas y artistas de varias generaciones. Él mismo fan inclasificable de la fantasía, fue editor del primer cuento corto de Ray Bradbury en un temprano fanzine de 1938, con quien hizo una gran amistad y la cual compartió con otro grande: Ray Harryhausen.

De los primeros lectores y fans más acérrimos de Forry y su Monsters of Filmland se encuentran personajes con apellidos como Landis, Dante, Spielberg, Carpenter, entre otros. Se considera que el tío Forry juntó una colección de memorabilia que sobrepasa los 30 mil artículos, y con lo cual su casa se convirtió virtualmente en un museo: él es el creador de lo que hoy conocemos como fandom, y de lo cual su cult magazine fue prácticamente un órgano rector. En la actualidad, revistas como Fangoria, Rue Morgue u Horror Hound, en conjunto, muestran el rico caldo de cultivo mediático que el Tío Forry construyó hace medio siglo.

Por si fuera poco lo anterior, él es le creador de la famosa vampira hipersexual Vampirella, quien apareció hace 40 años dibujada por Tom Sutton.

Mi hermano y yo todavía nos quejamos de vez en cuando con mi madre, porque hace unos 25 años impidió que mi papá nos comprara una colección de la versión española de Famous Monsters of Filmland en la antigua feria del libro que se organizaba en el pasaje Zócalo-Pino Suárez del Metro.

De verdad que el Tío Forry es uno de los principales arquitectos del mundo moderno.

¡Tío Forry, esperamos e imploramos nos ilumines desde el Más Allá!

* Foto de Mark Berry

sábado, 6 de diciembre de 2008

SP: The Comics Journal


Sábado de perorata: The Comics Journal (Fantagraphics)
Continuar o iniciar un proyecto editorial independiente en esta época es complicado, y una cuestión de fe, mucho empeño y trabajo. He intentado iniciar uno en los últimos meses, y ha sido decepcionante. No he arrojado la toalla, pero sí estoy desencantado.

Hace unos días escuché en la radio a Nadia Molina, editora de PC Magazine en Español y excompañera de Toquedequeda.net, comentar que la versión estadounidense de esta publicación comenzará -me parece que con su número de enero- a publicarse únicamente en versión electrónica; es decir, este órgano informativo ha optado por dejar a un lado su versión impresa, para transformarse únicamente en un pulso de energía en la pantalla de la computadora.

El movimiento económico, ecológico e, incluso, estético, parece decirnos que hacia allá se dirige el camino del periodismo y de las publicaciones. Y esto, quiero suponer, a varios lectores nos preocupa por una cuestión que va desde la forma de ver la vida, hasta el terreno de la nostalgia.

Desafortunadamente, el peso y la importancia del dinero es cada vez más notorio en el movimiento de nuestras vidas, y es prácticamente imposible que una revista en papel exista sin el apoyo monetario que se obtiene por los espacios que se venden dentro de sus páginas para publicitar equis producto. Como La Mosca en la pared, hay varias revistas que recientemente han perdido la batalla a falta de publicidad, y aún cuando ésta se vendía de buena manera.

No obstante, y afortunadamente, soy lector de revistas cuyos editores y colaboradores realizan su labor por verdadero placer y amor a su proyecto e intereses discursivos e informativos. Es decir, sé que aún existen alternativas al orden mundial que buscan vendernos como la única opción.

En este link, por ejemplo: http://www.youtube.com/watch?v=HlzNBCVkH_g , pueden observar una idea íntegra de un proyecto editorial, como extensión de los intereses intelectuales y vitales de sus involucrados (independiente al giro de la revista). Otro caso, por ejemplo, es la extraordinaria The Comics Journal, que en más de 30 años de existencia ha abogado por la historieta en todas sus formas (a pesar del desconocimiento, las diferencias y malas intenciones de cierto sector del mismo ambiente).

De ser un simple fanzin fotocopiado de una escena que parecía no estar interesada en su registro, esta publicación se ha convertido en una obra de valores estéticos y de contenido que, prácticamente, hacen de si misma un objeto de arte. Gary Groth continúa al frente de esta publicación, forjando no sólo rigor en el medio, sino en el del periodismo en general, y aún como punta de lanza de la heroica editorial Fantagraphics.

El penúltimo número de esta publicación, el 293 de noviembre (thanks Eric Reynolds) reúne diversos aspectos del periodismo y de la historieta. En portada nos enfrentamos a una imagen de S. Clay Wilson, ilustrador de trascendencia en el comix underground y de carácter diabólico en su imágenes.

Desde la portada, este número de The Comics Journal ya está innovando y proponiendo: la imagen del Chekered Demon partiéndole la madre a un pirata se presenta intacta, virgen, sin ningún elemento externo a lo propuesto por Wilson en su obra. Es una etiqueta autoaderible, una calcomanía, colocada en la esquina superior izquierda en la que se encuentra el logo de la publicación, así como el precio, número y un sumario de lo que podremos encontrar dentro de ella. En la esquina inferior derecha de la misma se encuentra la leyenda: “Peel Here”, que indica de dónde despegarla en caso de desearlo. La propuesta de diseño, así, es brillante en su ejecución y propuesta: la etiqueta resume los datos esenciales y su posición es agradable a la vista, y sin hacer ruido con la imagen de portada que, si se prefiere así, puede quedar totalmente limpia, al deshacerse de la etiqueta.

Ya dentro de la revista nos encontramos con dos entrevistas, una a Clay Wilson y otra a Alex Robinson. La de Wilson, si no muy elocuente en lo dicho por el artista (contrario a lo que arrojan siempre en esta revista), resulta reveladora en su pensar y en su elaborar: se trata de un artista etílico y enloquecido que hace honor a su leyenda y su obra. Wilson es creador de escenas de real terror humano, y esto recientemente se ha visto traducido a su vida misma, pues tras una noche de farra cayó y se golpeó la cabeza. Aparentemente su estado de salud actual es estable, aunque no el mejor.

De unos años para acá, sumado a sus distintas reseñas, críticas, reportajes y diversos ensayos (en esto número las reseñas van desde el Tor de Joe Kubert, hasta el Nat Turner de Kyle Baker y el libro de ensayos de Astroboy de Frederik L. Schodt, así como un interesante reportaje de un encuentro de moneros políticos estadounidenses), The Comics Journal ha implementado una sección en la que reproduce historieta, ya sea un rescate hemerográfico o algo totalmente nuevo. En esta ocasión presenta una antología de trabajos de los alumnos del The Center for Cartoon Studios, de Vermont, a través de la cual pueden verse varios niveles y propuestas jóvenes, y de las cuales me parece que mínimo nos encontramos con una de mucho potencial, la de Denis St. John, con Monster & Girls:Amelia, un interesante ejercicio en terror a través de las formas y la psicología.

Y el adelanto que presenta del manga Travel, de Yuichi Yokoyama, que en breve será publicado por PictureBox, nos permite comenzar a salivar por una obra cuya espectacular experimentación en la forma a partir del tiempo y el encuadre, invariablemente obligará a su adquisición.

En resumen, nueve veces al año The Comics Journal nos acerca al debate estético y filosófico a partir del análisis y la celebración de la historieta.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Tiempos oscuros para los superhéroes

Ya he expresado mi desagrado por la historia Batman R.I.P., que durante los últimos meses nos recetó Grant Morrison, inspirado por las mediocres capacidades del editor Dan Didio y el dibujante Tony Daniel. Durante el último par de años, Morrison fue construyendo un arco narrativo que, se nos ha dicho, estuvo plagado de referencias de oscuros personajes y detalles en la historia de este atormentado personaje. Muchos –creo- no identificamos estas referencias, por lo que nos vimos privados de cierto placer freaky. Sin embargo, a pesar de esto, el placer tendría que haber sido el mismo si la historia cumpliera con el talento y las expectativas comunes a la obra de Morrison.

Desde su inicio, con el número 655, la etapa de Morrison en Batman me parece que no arrancó especialmente; sin embargo, creo que resultaba una lectura divertida e intensa a ratos, y en la que el talento de Andy Kubert tenía que ver mucho igualmente. Con la salida de Kubert y la entrada de Daniel las cosas, entonces, cambiaron hasta llegar a esta última y desastrosa etapa que en términos cualitativos, efectivamente, parece haber matado a Batman.

La promesa de una historia espectacular, definitiva (bueno, ¿cuál no intentan que lo sea?) y que cimbrara los cimientos dramáticos del personaje, me parece que quedó sólo en eso, y logrando sólo una decepción, esa sí, espectacular. La supuesta muerte de Batman en una ridícula explosión, resultante de los planes diabólicos (ojalá hubiese sido eso) de un actorcillo de tercera, entre los cuales se encontraba la aparición de la amada Jezebel Jet de Bruce Wayne, se nota simplemente como un vulgar utensilio narrativo para, nuevamente, guardar durante un rato a Wayne, mientras sus jóvenes pupilos se pelean por el traje del murciélago, y a los editores se les ocurre qué hacer para revivir a Batman, en muchos aspectos.

Digo, el anuncio de que tras la publicación de la historia escrita por Neil Gaiman (que sigue a este desastre) el encargado de escribir (y dibujar) la serie será Tony Daniel, y no Morrison, nos habla de una ruptura y de un auténtico desconocimiento de sus editores. En fin, lo comento nuevamente, ya veremos qué dice Morrison cuando finalmente pueda hablar de todo lo que padeció en esta serie y la igualmente triste Infinite Crisis (esperemos que lo que ahora se construye en New Krypton no sea torcido por Didio a la mitad… aunque parece que ya ha comenzado a hacerlo).


Por el otro lado, igualmente, llega a su fin el crossover de Marvel, Secret Invasion, coordinado por Brian Michael Bendis y Leni Francis Yu. Tal vez tampoco estamos hablando de la cohesión narrativa esperada (muchas páginas de peleas repetitivas en ocasiones), pero sin duda esta experiencia de varios meses dejó grandes cantidades de vueltas de tuerca, así como una resolución bien sabrosa.

Lo que Bendis tenía pensado únicamente como historia para The Avengers, ha venido a trastocar el orden del Universo Marvel y, con ello, ofrecer los cambios para que la línea narrativa de esta editorial continúe experimentando en otros terrenos dramáticos: la llegada de los Thunderbolts, con Norman Osborn al frente (dando paso al Dark Reign), como la principal fuerza de defensa de los Estados Unidos de América, de menos, promete más intensidad que lo que parece veremos en DC Comics (a pesar de que enero también verá los rostros del mal en este sello).

Y mientras en DC escritores del calibre de Morrison y James Robinson comienzan a tener diferencias con el sello, dando paso a que dibujantes mediocres como Daniel intenten ocupar sus lugares; en Marvel, un historietista –me parece- de avanzada como Jonathan Hickman se une a sus filas.

lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Quién dice que el puerco no es sabroso?

Lo prometidos es deuda, y aquí están algunas imágenes de Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy), obra de JIS y publicado por Ediciones B (2005). La belleza de los puercos se hace sentir…


Cuando escuchamos voces en nuestro estómago…

Cuando el remordimiento, la culpa y el miedo nos corroe…


¡El horror! ¡El horror!


Una comida deliciosa también puede producir orgasmos…



Algo que sólo en la Quinta Dimensión puede explicarse. Chéquense la vibración en las líneas de JIS, comunican eso: movimiento, espacio y tiempo. Bueno, eso digo yo…






viernes, 28 de noviembre de 2008

VR: Mucho cerdo sabroso

Viernes de Reseña: Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy), JIS (Ediciones B, 2005)


Hoy por la mañana pensé que despertaba a un jueves en lugar de un viernes. Pero fue hasta más tarde que entendí no estar del todo preparado para este post, pues no había escaneado las imágenes que acompañarían este texto: pensé que todavía tenía un día más. Entonces me puse a buscar imágenes en internet y recordé que mi tarea era infructuosa pues, a pesar de la popularidad de JIS y Trino, hay poca información valiosa de ellos en internet y es más raquítica aún la presencia de imágenes de su trabajo.

La verdad, es una lástima que no acompañe estas letras con imágenes del objeto a comentar (bueno, los dejo con un autorretrato de JIS y con la portada que me encontré en barnesandnoble.com ), pero esta circunstancia igualmente me permitirá subir una galería el lunes (si no es que antes), y es que no pude evitar ya las ganas de comentarles sobre Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy), obra del maestro JIS.

Como deben saber, el maestro JIS es conocido a la par del maestro Trino por haber cocreado uno de los baluartes de la historieta nacional: El Santos, genio y figura de la escatología, el desmadre, lo políticamente incorrecto y en resumen representante del acto artístico como desenfreno exquisito.

Deben saber igualmente que cada quien ha continuado su carrera en solitario: Trino haciendo del acto cotidiano momento para la burla más incisiva y reflexiva (Fábulas de policías y ladrones, El rey chiquito), mientras que JIS ha hecho del sinsentido y de la psicodelia algo actual, impresionante y comprensible hasta para el lector menos pacheco (Paso sin ver, Sepa la bola).


Varias son las recopilaciones de la obra de estos autores, todas auténticas maravillas (si lo que nos gusta es la originalidad y el talento). Pero hace unos días me volví a topar con mi copia de Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy), y decidí hablar de ella porque –me parece- no es muy conocida y es una auténtica obra de culto (al menos para mí) que merece ser desempolvada continuamente. De hecho, yo me la encontré en un botadero de la feria del libro que arman en el Zócalo no sé cada cuándo, en el mismo año de su publicación (2005) y en la fabulosa cantidad de 30 pesos. Según el sitio virtual de la librería Gandhi, tienen en existencia este libro y al precio de 136 pesos.

Como lo mencioné arriba (y como el mismo autor lo define), su “humor pacheco” es una de las bendiciones de nuestro país (gracias Guadalajara): visualmente puede ser tan extraño como los trazos de Jim Woodring (también vayan corriendo a comprar alguna de sus recopilaciones de Frank) y, a la vez, tan digerible como un taco de carnitas, esto es, sabrosísimo aunque después un tanto pesado, pero sin arrepentimientos y como parte del mismo proceso.

Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy) es precisamente eso. Una manera de presentarlo es la siguiente, con el texto que aparece en la contraportada del mencionado:

Comer o no comer cerdo, he ahí el dilema. Ningún banquete puede llamarse tal, si no cuenta entre sus viandas con al menos un porcino rozagante de carne, grasa y sabrosura. Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy) es un libro apto para vegetarianos y carnívoros por igual; es una divertida serie de cartones en donde cerdos, cocineros y comensales son los protagonistas. He aquí un pretexto para reír y, cómo no, ¡para disfrutar del cerdo! ¡pura delicia para chuparse los dedos!”.

De verdad que cuando uno gusta de la buena comida mexicana: grasosa y sabrosona, tiene buen humor, gusta de los monos y se encuentra con Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy), puede que las lágrimas se deslicen de la felicidad.

En manos de JIS, y a través de sus trazos, los cerdos tienen voz, para reír y llorar, pueden estar encabronados por su destino infeliz e inminente, pero mayormente presentan un rostro y figura estoica ante la realidad. Si al puerco le debemos mucho por tanta felicidad a partir de lo que nos comemos, los cerdos de JIS llegan a ser heroicos, míticos y, prácticamente, figuras cuasi santas.

Digo, que más podemos opinar de un cerdo que, en smoking y frente a su verdugo, dice: “Buenas tardes, yo soy su alimento. Puede usted devorarme cuando guste”. Pero igualmente encontramos porcinos menos dispuestos, como aquél que dice: “¡No lo entiendo… por más que me empeño en ser inmundo, comer desperdicios y vivir en la podredumbre, les sigo fascinando!”. La verdad, no importa cuál sea el caso, pues los cerdos de JIS son de antología.

Del humor dadaísta de JIS como un todo, por supuesto, hay que resaltar su trazo y línea, pues su estridente uso de ésta, casi convertido en puntillismo, logra un discurso en tinta al que nada se le parece. Es como si se tratara de una obra hecha en una quinta dimensión, en la que podemos ver algo así como las distintas fases del movimiento de un objeto al unísono (según el maestro Alan Moore más o menos me explicó lo que es la quinta dimensión).

En fin, que Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy) es una auténtica maravilla. Ojalá les interese lo suficiente como para irlo a comprar, y si no, espero que ahora en cuanto suba algunas imágenes realmente lo hagan.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Army of Darkness

La historia de las adaptaciones de un medio a otro medio, como sabemos, está llena de malos augurios, críticas y, efectivamente y después de todo, muchos malos ejemplos.

Al cómic se han adaptado muchas novelas y, también, muchas películas. Y es en este medio de imágenes y textos en donde, a pesar de lo malo o cumplidor que puede resultar el texto ya adaptado, muchas veces las ilustraciones pueden resultar más que interesantes por sí solas.

En 1993, en el marco del estreno de Army of Darkness, la tercera parte de la saga de The Evil Dead, realizada por Sam Raimi, el historietista inglés John Bolton llevó a cabo una deslumbrante adaptación a este filme.

Editada por el sello Dark Horse Comics, esta adaptación conformada por tres números resulta en términos narrativos muy fiel al guión original de Raimi y compañía; sin embargo, y a pesar de que no propone nada nuevo en la historia, las ilustraciones de Bolton le dan un nuevo sentido, pues si de inicio tomamos en cuenta que se trata de un dibujante extraordinario, las imágenes de este cómic se encuentran dentro del trabajo pintado de Bolton, quien ha demostrado tener una forma y un ambiente muy particular en este estilo de su obra.


Es así que la mítica presente en esta tercera entrega de la saga de The Evil Dead, encuentra nuevos alcances visuales con Bolton, quien la reviste de un tono dramático –casi excento en el filme de Raimi ante el tono paródico que utiliza- y unas líneas realistas, ausentes totalmente del original.

Tal adaptación permanece como un hito en ese apartado y, durante más de una década, permaneció casi como un objeto de culto que se ha llegado a cotizar entre 10 y 15 dólares por número. Esto, finalmente, ha llegado a su fin (al menos para aquellos lectores que no tengan problema alguno si no cuentan con la edición original), pues desde hace un par de años se publicó una nueva edición de esta historia, ya en libro, bajo el sello de Devil’s Due.

Lo interesante del caso es que la cosa no termina ahí, pues este nuevo sello no solo ha reeditado la adaptación de Bolton, sino que también ha publicado una nueva aventura de Ash, el héroe de la saga The Evil Dead, que continúa la historia finalizada en Army of Darkness.

Hemos de decir que esta historia llamada Army of Darkness: Ashes 2 Ashes, recicla y reacomoda los conceptos y las ideas creadas por Raimi, es decir, no hay gran cosa nueva; pero eso sí, lo hace de una manera muy divertida y muy en línea con el universo creado por el también director de la saga fílmica de Spider Man. El guionista Andy Hartnell ha logrado mimetizar de manera sorprendente el humor de Raimi, mientras que los dibujos de Nick Bradshaw le dan el toque absoluto de humor negro a esta historia que gustará al espectador que le ponga una veladora a la saga de los demonios liberados por el libro Necronomicon.


Después de esta saga inicial, hemos visto ya diversas historias más, por diversos guionistas y dibujantes. A mi juicio, con excepción del crossover entre Army y Re-Animator, la serie ha estado muy mediocre. Sin embargo, creo que para los interesados en este saga estas historias resultarán de interés. Pero, sobre todo, no dejen pasar la miniserie de cuatro números que Dark Horse publicó este año (recienetmente recopilada en libro), en la que John Bolton y Mark Verheiden adaptaron la original de The Evil Dead… esa ya será tema para otro post.




viernes, 21 de noviembre de 2008

VRF: Renée French

Viernes de Reseña Freak: Renée French


Algo que vuelve aún más disfrutable la lectura de la obra de Renée French, al menos para mí, es que continúa siendo infranqueable, auténtica y misteriosa.

Conocí el trabajo de esta autora gracias a la recopilación que Dark Horse hizo en 1997 de su novela gráfica The Ninth Gland (serializada meses antes en la antología Dark Horse Presents). En ésta, a través de unos trazos que hacen pensar en los de un niño –aunque con una capacidad fenomenal para el detalle y lo grotesco-, French cuenta la historia de una niña que encuentra un extraño animal que semeja un caballo o burro con una herida. Este ser, no obstante, revela una naturaleza aún más extraña cuando se descubre otro ente debajo de su herida, y esta experiencia narrativa se vuelve aún más inaudita y alucinante cuando a la pequeña se le ocurre llevar al animaloide éste con un extraño doctor que trabaja en el sótano de un hospital.


Y es que esa es más o menos la historia. Con French nos encontramos siempre frente a una serie de sucesos bizarros, que arrancan de manera podríamos decir coherente, y terminan en un alucine bendito.

Y eso pasa igual con Corny’s Fetish (también de Dark Horse) y más recientemente con The Soap Lady (un cuento para niños azotados) y The Ticking, su trabajo más reciente (ambos para Top Shelf Productions).

En The Ticking, vemos la historia de Edison Steelhead, un niño que sufre más por la reclusión en la que su padre lo ha metido en una isla, que por la cabeza deforme que también heredó de él. Las vidas de ambos se consumen en la lejanía hasta que llega la nueva ‘hermana’de Edison, quien no sólo parece un chimpancé, sino auténticamente se trata de un chimpancé.

Se trata de una novela gráfica de 216 páginas, que presenta dos viñetas por página y con los diálogos o prosa al calce de cada cuadro.


Cómo podemos ver, las historias de French son crueles, y ese es su atractivo, pues todos sus personajes presentan las mismas inquietudes y pulsiones que vemos a diario en nuestra vida.

Y hasta ahora, French continúa haciendo el mismo tipo de historias, y sin dar una gran explicación… por lo cual, agradezco enormemente ese misterio que ha hecho de su obra.

Creo que a estas alturas, el mismo David Lynch (quien realmente ha decepcionado con su onanismo exacerbado en Inland Empire) quisiera tener la fuerza de French.

martes, 18 de noviembre de 2008

Cuando Ash conoció a los Marvel Zombies

A continuación los dejo con un texto que escribí para la aparición del Marvel Zombies Vs. Army of Darkness Monster Edition.


Una batalla, obviamente, fue el origen de los crossovers.

La primera alianza extrafronteras que Marvel Comics realizó con otra compañía fue, ni más ni menos, con DC Comics en 1975, para la elaboración de una adaptación a El mago de Oz. Y sólo pudo ser así porque ambas compañías se encontraban peleando los derechos para adaptar la versión cinematográfica de la MGM al clásico de la literatura… que mejor solución que producirla en conjunto. La realización de este peculiar proyecto quedó en manos de Roy Thomas, John Buscema y Tony DeZuniga, entonces equipo de Marvel, y fue el inicio de una larga carrera de crossovers con batallas que van desde Superman contra Spider Man, y hasta Punisher contra Archie.

Desde luego que en estas poco más de tres décadas, de crossovers de Marvel con otras compañías, tanto los personajes como los lectores que continúan sosteniendo este mercado han cambiado severamente. Obvio que los lectores y los editores que apoyaron la realización de aquélla historia de El mago de Oz no son los mismos que consumen un crossover como Marvel Zombies Vs. Army of Darkness... por supuesto que no son lo mismo.

¿Se han puesto a pensar lo que ha tenido que cambiar en el cómic norteamericano, y en el mundo, para que una historia de esta naturaleza pueda llegar a sus manos?

Imagínense, hace medio siglo los cómics sufrieron una grave autocensura a partir de lo escrito por el psiquiatra Frederic Wertham en su libro Seduction of the Innocent, en el que se decía que los cómics eran culpables de la delincuencia juvenil. De tal forma que los editores de cómics no pudieron utilizar palabras como “Terror” en los títulos de sus publicaciones y, entre muchos otros elementos, se les impidió presentar zombis entre sus páginas... afortunadamente las cosas han cambiado.

En un tiempo como aquél, tampoco habría sido posible la realización de un filme como The Evil Dead (El despertar del Diablo, 1981), uno de los más salvajes en la historia del cine. Realizado por un joven Sam Raimi, quien entonces tan sólo contaba con 22 años, este filme se ha convertido en un clásico que le llevó a construir una filmografía sobresaliente fincada en la fantasía y la cual en el 2002, 20 años después del debut de este realizador, le permitió comenzar la popular y brillante trilogía de Spider Man.

En The Evil Dead un grupo de jóvenes son torturados física y psicológicamente al ser poseídos por unos demonios en una cabaña. El desquiciante movimiento de cámara y las grandes cantidades de sangre y violencia que conforman el filme, hicieron de éste un éxito mundial que provocó un par de secuelas, de distintos tonos y presupuestos.

La tercera de ellas, Army of Darkness (1993), la de mayor presupuesto y con mayor cantidad de elementos fantásticos, continúa presentando a Ash (encarnado por el actor Bruce Campbell) en batalla en el medioevo con los deadites, esos cadáveres reanimados que conforman el ejército de las tinieblas en busca del Necronomicón, libro centenario de encantamientos que les permitirá reinar en cualquier lugar y momento. Único sobreviviente desde la primera entrega, Ash, pistola en mano y sierra de motor adecuada a su muñón derecho, se ha convertido en héroe del nuevo milenio que pelea contra hordas de cadáveres, siempre con buen humor y dándose un tiempo para pedirle “algo de azúcar” a las damiselas en peligro.

Tal combinación de géneros y caracteres parecían estar hechos para la historieta, y fue así que desde 2002 la compañía Dynamite Entertainmente le dio su serie al personaje, enfrentándolo a cientos de deadites, a Drácula, al Hombre Lobo, al monstruo de Frankenstein y al mismísimo Dr. Herbert West, mejor conocido como el Re-Animator, junto con su grupo de cadáveres reanimados (y que, igualmente vienen de otras películas de horror y de una serie de cuentos obra del canónico escritor H. P. Lovecraft), pero esa es otra historia...

Y creo que es afortunado para nosotros, los lectores mexicanos, que el primer crossover entre compañías editado por Marvel Televisa, sea Marvel Zombies Vs. Army of Darkness. Quienes hayan gustado de los excesos caníbales, gore y de muertos vivientes de la primera miniserie de los Marvel Zombies, no van a decepcionarse con esta historia, que incluso se ubica antes de los eventos sucedidos en la primera miniserie.

¿Y cómo es eso? Algunos de ustedes preguntarán. Pues no hay nada que temer, porque todo se explica claramente y, además, esta recopilación mexicana incluye el preciado oneshot Marvel Zombies: Dead Days, historia de Kirkman y Phillips (los autores de la primera exitosa miniserie) que revela las circunstancias en las que los héroes de la Tierra-2149 tuvieron su grotesca conversión a zombies, así como la presentación de momentos críticos en la reciente historia de Marvel (que han hecho palidecer a más de mil), y que por víctimas tienen a Mary Jane, la Tía May y al pobre de Jarvis.

Los Marvel Zombies, presentados por primera vez en Ultimate Fantastic Four (recordemos que Mark Millar los creó extrapolando el término “marvel zombie”, que se utilizaba para referirse a los lectores de hueso colorado de Marvel Comics), sin duda han significado una de las vueltas de tuerca más extraordinarias en la historia del cómic de superhéroes. Los ames o los odies, han llegado para quedarse, y más vale que tengas tus quesadillas de sesos a la mano para distraerlos mientras corres.