martes, 30 de diciembre de 2008

Lo mejor del 2008

No sé ustedes qué opinen, pero me parece que éste fue un buen año para la historieta... Sí, ya sabemos que desafortunadamente no contamos con una oferta variada de cómic traducido en el mercado mexicano, y que todavía falta mucho para que la historieta mexicana de nuevo despegue. Sin embargo, me parece que a pesar de todo llegaron buenas historias, y se tradujeron otras tantas. Por supuesto que los resúmenes y balances no son ciencia exacta, y de hecho tienen que ver mucho con el azar, el gusto de cada involucrado y otras diversas circunstancias; es por este motivo que siempre se trata de momentos puestos para la discusión y el debate. Al menos este no es el caso en este espacio, les aseguro, pero ya ustedes tendrán su opinión entonces de lo que aquí se diga, y los propios listados que tengan en mente o que deseen compartir hablarán por sí solos. A continuación enumero lo que me pareció lo más valiosos de este 2008 que a unas cuantas horas está de extinguirse.
MENSUALES: Scalped (Vertigo): Esta serie escrita por Jason Aaron, y dibujada mayormente por R. M. Guéra, continúa siendo uno de los ejemplos más logrados de la historieta estadounidense actual. Aarón se perfila rápidamente como uno de los guionistas más importantes del cómic yanqui. All Star Batman and Robin y All Star Superman (DC): No importa que ambas series sean prácticamente disímbolas (y miren la ámpula que esto ha levantado), lo que importa es que los autores de cada una (por un lado Miller y Lee, por el otro Morrison y Quitely) lograron inyectar vitalidad, emoción y gran espectáculo a estos dos iconos. Thor (Marvel): A mí siempre me dio medio güeva chutarme las aventuras de un dios mitológico antiguo en la mitología moderna de los cómics, pero Strawcinsky y Coipiel lo lograron con esta gran historia que no ha caído en más de diez números (eso parece ser mucho hoy día, cuando escritores y dibujantes se aburren pronto). Jonah Hex (DC): Palmiotti y Gray continúan presentando historias autoconclusivas muy buenas número a número del vaquero más crepuscular de la historieta. Además, cada número se acompaña del trabajo de un gran dibujante distinto. Digo Jordi Bernet no es cualquier cosa. Fantastic Four (Marvel): Por alguna razón no he visto muchos comentarios de la corrida de Millar y Hitch en este canónico título, pero sin duda han sido energía y talento puros. Simplemente increíble. Wolverine (Marvel): Sin duda, se trata de un personaje infladísimo durante años, pero en los últimos meses Jason Aaron, Ron Garney, Mark Millar y Steve McNiven han presentado historias buenísimas de este personaje.
Action Comics (DC): Realmente no sé que tan buena vaya a quedar la serie de New Krypton, pero lo que hasta antes de ésta hicieron Geoff Johns y Gary Frank en este título durante el año se trata de gran estilo y calidad.

NUEVAS SERIES: Special Forces (Image): Si no conocen la obra de Kyle Baker, ¿qué esperan para comprar algo? Y este título es realmente estremecedor de lo intenso e increíble. Hay que tener huevos para hacer lo que Baker con esta serie, que se burla de la guerra, de la humanidad, y de todo sin importar que haya en medio. Guerrillas (Image): Prácticamente de la nada apareció este cómic que en los 3 números publicados hasta ahora son una heroica clase maestra de narrativa historietística por parte de un joven autor : Braham Revel. Y la historia es de guerra y con chimpancés inteligentes. No podrán creer lo bueno que es cuando lo lean. The Invincible Iron Man (Marvel): Todavía no logro descifrar en qué radica la capacidad de Matt Fraction, pero en este título con la ayuda de Salvador Larroca crea un gran cómic, sin duda. Glamourpuss (Aardvak Vanaheim): Desde luego que no es Cerebus, pero la nueva serie de Dave Sim, a medio camino entre la parodia de las revistas de modas y el ensayo sobre la historieta, es algo único y divertidísimo.

The Eternals (Marvel): Esta serie escrita por Daniel y Charles Knauf, e ilustrada por el gran artista español Daniel Acuña, en unos cuantos números nos ha hecho recordar lo que eran las épicas Kirby. No deben perdérselo. Young Liars (Vertigo): David Lapham escribe y dibuja esta serie de estrambóticas aventuras y desventuras de un grupo de jóvenes enamorados, enojados y con mucha energía. Simplemente inesperado. The Evil Dead (Dark Horse): Una adaptación realizada por John Bolton al clásico de Sam Raimi es un sueño hecho realidad. Salud.

RECOPILACIONES Y OTROS LIBROS Ghost World: 10th Aniversary (Fantagraphics): Aunque Dan Clowes ha bajado el ritmo de su producción autoral, este año nos regaló un libro con una buena cantidad de extras para festejar una de sus obras más célebres y, sin duda, una de las más trascendentes de la pasada década. Otro libro necesario en toda colección. Strange & Stranger. The World of Steve Ditko (Fantagraphics): La vida y pensamiento de Steve Ditko han producido personajes tan extraños como Spider-man, Doctor Strange y The Question, entre muchos otros. Blake Bell investiga al respecto y en este libro nos entrega información valiosa de este escurridizo autor. Love and Rockets: New Stories (Fantagraphics): Este año se publicó el primer número de la nueva temporada y formato de la obra maestra de Beto y Xaime Hernández, y todo sigue siendo igual: bello, emocionante... perfecto. Black Jack (Vertical): Osamu Tezuka fue un artista genial y fenomenal, Black Jack refleja de forma elocuente sus capacidades. Básico. Who Watches the Watchmen (Titan Books): Debemos agradecerle a Dave Gibbons por guardar tanto material en el proceso de la obra maestra que construyó al lado de don Alan Moore. Es impresionante ver tanto trabajo. Acme Novelty Library (Drawn and Quaterly): Les voy a ser sincero: no he podido leer este cómic, está esperando a que le ponga las manos encima... pero con sólo hojearlo y conocer lo que Ware hace, sabemos que no hay desperdicio alguno. Freak Brother Omnibus (Knockabout Comics): Todo Freak Brothers en un solo libro es de no creerse.
Y bueno, recopilaciones, novelas gráficas y libros sobre autores, como Joker (DC Comics), The Demon Omnibus (DC Comics), Creepy Archives (Dark Horse), Mister X Omnibus (Dark Horse) o The Art of Alex Nino (Aud Publishing), estoy seguro que habrían figurado en este listado, pero todavía no los adquiero. Ya será para el 2009.

viernes, 26 de diciembre de 2008

VR: Maestro de la línea

Viernes de Reseña: Homenaje a Ernesto García Cabral. Maestro de la Línea (INBA / Editorial RM)

En un mundo bien hecho, Ernesto “El Chango” García Cabral tendría que figurar entre los grandes artistas mexicanos del pasado siglo, además de ser reverenciado por los entusiastas de las ilustración mexicana y por los mismos ilustradores de las generaciones más jóvenes. Pero como nuestro mundo se encuentra contrahecho, y la región mexicana notablemente, la obra del maestro García Cabral en menor o mayor grado durante el último medio siglo ha sido prácticamente degustada solamente por un público que no está casado ni con el llamado gran arte, ni con el arte popular, como la historieta. Esa calidad de arte intermedio ha hecho de la obra de García Cabral una que ha encontrado mayor cantidad de reverberaciones entre críticos y coleccionistas extranjeros que han sabido responder a la muy elocuente línea de este artista.
Este año, en agosto se cumplieron 40 años del fallecimiento de García Cabral, así como 20 de la creación del Taller Ernesto García Cabral, y a través del cual los herederos del ilustrador han mantenido resguardada la mayor cantidad de su obra. En conmemoración de la creación de este taller, el Museo Mural Diego Rivera presentó hace un par de meses la exposición Homenaje a Ernesto García Cabral. Maestro de la línea, y de la cual muy afortunadamente se publicó un libro que lleva el mismo nombre, coeditado por el INBA y la Editorial RM.

Ya en el texto firmado por Gloria Maldonado Anso, uno de los varios incluidos en este libro, se menciona la falta de estudios y publicaciones sobre la obra de García Cabral, sumando apenas tres libros (contando el libro que pretexta este texto), y un documental de televisión coproducido por TV UNAM y Canal Once. A estos documentos, hay que sumar el formidable trabajo que se hizo en el número 4 de la revista estadounidense Comic Art, en donde se reprodujo gran cantidad del material que el maestro García Cabral realizó para posters y carteles del cine mexicano durante los años 40 y 50. 
García Cabral nació en Huatusco, Veracruz, en 1890, y murió 78 años después en la ciudad de México. Fue un dibujante de talento precoz, que estudió en la Academia de San Carlos, y quien tras colaborar en la revista Multicolor allá por 1910, con caricatura política, fue mandado por el gobierno mexicano a estudiar a París (Francisco I. Madero no soportó más el comentario político de la caricatura cuando éste se centró en su esposa, y decidió hacer uso del exilio disfrazado como solución a su problema con García Cabral).

Y el caso es que Cabral bebió de la riqueza del saliente Art Nouveau y del entrante Art Déco, creando así una visión notablemente estilizada de un México, a la vez, conocido y desconocido por el espectador. Una de las tribunas más elocuentes y reconocidas de este artista fue su etapa como portadista e ilustrador de Revista de Revistas de Excélsior, entre 1918 y 1932; material que le dio forma a la mencionada exposición y al libro que la acompaña. A través de la buena cantidad de ilustraciones, portadas y sketches contenidas en este libro, el lector y espectador inmediatamente comprenderá (en caso de no haberse expuesto al arte de este artista) la trascendencia y calidad de la obra de García Cabral pues, además de ofrecer una nueva perspectiva plástica desde el mundo editorial mexicano, igualmente habló de un mundo en transición a través de sus mujeres emancipadas, y de la misma exposición que le dio a las distintas clases sociales a través de sus comentarios en la línea más limpia y ágil que ha visto México.

Pero finalmente, las ilustraciones de García Cabral son un agasajo al ojo, sin más. Poseen una limpieza y ejecución perfecta en una armonía que cada vez parece perderse más en la ilustración de hoy día. Los cuerpos de sus personajes poseen peso y movimiento, cuentan una historia e implican una época. Ver un solo dibujo de García Cabral, finalmente, hace creer en el tipo de obra absoluta que lo posee todo y no necesita decir más. Homenaje a Ernesto García Cabral. Maestro de la línea, es un libro necesario para todo el interesado en los grandes artistas del siglo, la ilustración y la historieta incluso (aunque Cabral realizó pocas historietas –una breve de las cuales se presenta en el libro-, su estilo está en sintonía total con este medio). Aunque presenta una gran cantidad de obra, y algunos textos que echan luz sobre el autor y su obra, deja el camino abierto para buscar mucho más sobre el autor y provocar más textos sobre los diversos aspectos de este importantísimo artista plástico. *Este libro puede conseguirse en librerías como Gandhi y Educal.

martes, 23 de diciembre de 2008

El eSpíriTu de la Navidá en Iconoctlán


Finalmente, tras varios proyectos e ideas inconclusas en las últimas tres décadas, este jueves se estrena en Estados Unidos la segunda adaptación (la primera es una curiosidad protagonizada para la TV por Sam Jones, y cuya copia en VHS presté hace años a un señor de apellido Gantús... espero algún día me la regrese), aunque primera cinematográfica, al Spirit de Will Eisner, dirigida por Frank Miller.

La he visto ya, pero no puedo comentarles nada hasta que se estrene en México durante la segunda quincena de enero (mi rúbrica en un documento me lo impide). Así que por el momemnto les dejo con lo siguiente.

Han pasado 68 años desde que por primera vez pudo verse The Spirit en varias docenas de periódicos estadounidenses. Seguramente muchos lectores no estén concientes de ello, tal vez no les interese o, muy probablemente, no tengan la menor idea de quién o qué es The Spirit.

En realidad es algo sencillo, pero muy sobresaliente y complejo a la vez: se trata de una historieta que durante doce años, de 1940 a 1952, apareció en el suplemento semanal de tiras cómicas de varios diarios gringos, concebido, dirigido y ejecutado por Will Eisner, el artista que fundamentó los alcances de la historieta moderna y el primero que logró mostrar la sobriedad del medio.

Desde muy joven, Eisner se dedicó a dibujar, realizando ilustraciones y algunos trabajos por encargo para tiras cómicas; pero su interés por contar historias que reflejaran su pasión por la literatura pronto encontró salida en la historieta llamada The Spirit. En ésta, a través de ocho páginas por entrega, los lectores han podido conocer los dilemas, amoríos, aventuras y desventuras de Denny Colt, detective quien, tras ser dejado por muerto, se convierte en el mistery man Spirit, vengador que ayuda al comandante Dolan de Central City en su cruzada contra el crimen.

Eisner tomó como excusa a Spirit para trazar los fundamentos de la historieta moderna y, por igual, crear un espejo crítico de la America posterior a la Depresión; esta obra, a través de los años, ha devenido en clásico del medio y del arte en general del pasado siglo.

En The Spirit, Eisner aplicó su pasión literaria y su interés en el lenguaje cinematográfico formulando, así, un despampanante ejercicio historietístico que sobresalió tanto en sus brillantes anécdotas como en sus intrincados y espectaculares diseños gráficos: hoy día, The Spirit continúa siendo influencia básica en autores de la historieta y el cine.

Tras el cierre del dicho proyecto en el 52, Eisner continúo innovando el medio proponiendo y desarrollando el cómic educativo, así como la realización de historietas finitas que, entonces, recibieron el nombre de Graphic Novel (dentro de ellas se cuentas títulos básicos, como A Contract with God o To the Heart of the Storm), además de que realizó varios libros sobre teoría del cómic.

Sin embargo, poco a poco y de tiempo en tiempo, The Spirit ha sido redescubierto por diversas generaciones de lectores y autores, y rescatado por diversas editoriales (en la década pasada se publicaron un total de ocho números de The Spirit: The New Adventures, serie en la que Alan Moore, junto con Dave Gibbons, agregó hallazgos brillantes a la mitología del personaje, además de que pudieron verse colaboraciones sobresalientes de Neil Gaiman, Moebius, Paul Chadwick y Brian Bolland, entre otros. Y actulamente DC Comics publica una serie que inicio fenomenalmente con guiones y dibujos de Darwyn Cooke, y que actualmente ha caído con los guiones de Mark Evanier y Sergio Aragonés).

En México, The Spirit fue publicado en los años 40 y cincuenta en Pepín, en los 60 por Editorial Novaro, y en los 70 por La Prensa. Actualmente, DC Comics realiza una exhaustiva publicación cronológica en tomos de pasta dura (ediciones que, en condiciones adecuadas, se planea duren 250 años sin degradación alguna), y es una forma inmejorable de conocer al personaje y esta obra invaluable. El 3 de enero de 2005, Will Eisner murió a los 87 años y su carrera se truncó, pues hasta hace unos meses apareció su última novela gráfica. No habrá otro igual.
Háganse un favor, y si no han leído nada de Eisner y el Spirit, traten de hacerlo antes del estreno del filme dirigido por Frank Miller.

viernes, 19 de diciembre de 2008

VR: Sublife


Viernes de Reseña: Sublife, de John Pham (Fantagraphics)


Tuve la suerte de conocer el trabajo de John Pham al momento de su inicio, con la publicación de Epoxy. Fue en el 2000 cuando apareció el primer número de esta serie, una publicación independiente de 64 páginas y con tres historias en su interior: En Shiva, un robot está desarrollando un soliloquio existencial mientras la policía lo detiene, al tiempo que un dragón intenta cazarlo. El tono absoluto de ciencia ficción de esta historia se rompe frente a la agobiante realidad de Elephantine (que presenta la cruel existencia de un pugilista de un solo brazo y su sufriente infante couch), y al intenso y disfrutable cuadro urbano en Modesto (en el que la niña genio Olive sirve como vehículo de la historia para observar la percepción de una adolescente en el mundo contemporáneo).

Pham recibió la beca de la Xeric Foundation, organización no lucrativa fundada por el cocreador de las Teenage Mutant Ninja Turtles (junto con Kevin Eastman) Peter Laird, quien de la enajenación producida por sus personajes logró sacar verdadero provecho para el medio y la industria de su país. Pues bueno, el caso es que con dicho incentivo Pham logró publicar tres números de esa sorprendente serie, en la que demostró grandes capacidades narrativas y estéticas en diversos géneros (según él, tan sólo para ver qué es lo que debía y no hacer), y una voz auténtica en el cómic independiente estadounidense.

Por aquellos años hice contacto con Pham vía email, y me sorprendió el día que me aseguró que no tenía pensado ya concluir las tres historias iniciadas en Epoxy, pues simplemente decía que -fuera de Modesto- éstas ya no le resultaban excitantes, y que estaba ya más encaminado hacia otros temas e inquietudes.

He de decir que a mí entonces me costó trabajo entenderlo, pues al día de hoy aquellos números de Epoxy continúan pareciéndome de lo mejor del cómic indie de aquellos años.

Y así pasó el tiempo hasta que comenzó la publicación de la antología MOME de Fantagraphics, entre cuyas varias historias se encontraba la serialización de 221 Sycamore St., realizada por un Pham que ya se notaba muy alejado de lo visto en Epoxy.



Y bajo el título de Sublife recientemente ha aparecido una recopilación –supongo la primera- de esta singular serie de Pham, en la que la cotidianidad encuentra cierto sesgo absurdo.

Hoy día, Pham ha dejado atrás el realismo logrado de sus primeras series, para instalarse por completo en el radical y aparente minimalismo del comic de autor.

Ya en aquellos intercambios de correos, Pham me comentaba de su aprecio por la obra de Chris Ware, autor que ha renovado considerablemente la narrativa del cómic con su ACME Novelty Library. Esto salta a la vista fuertemente en Sublife, pero es interesante observar que aún cuando Pham no hace uso de la cantidad de artilugios de montaje y la gran cantidad misma de información visual empleados por Ware, igualmente, demuestra una muy buena capacidad para describir a personajes complejos dentro de la ordinaria condición humana.

Siete al menos son los personajes centrales: Mildred Lee, Vrej Sarkissian, Hubie Winters, B_ y A_ MacDonald, Phineas MacDonald y algo que trae una especie de funda que va de la cabeza a las rodillas. Los siete habitan un suburbio estadounidense, y componen diferentes –aunque no muy distintas- condiciones de vida, expectativas y, eso sí muy diversos, intereses.

La obertura de la obra es una historia breve de sobrevivencia animal en las calles del escenario geográfico de 221 Sycamore St., un encuentro entre un gato negro y un grupo de perros, prácticamente hasta el contrabajo, batería y saxofón como soundtrack pueden escucharse. Y es así que esto arranca muy bien.



El dibujo de Pham en estos días, en esta serie, es prácticamente sencillo aunque lleno de detalles; se trata de una contradicción que surge de cierta forma caricaturesca entre sus personajes, y que parece remarcarla cuando se compara con el trazo de Pham en Epoxy, que era mucho más depurado.

Este mundo de líneas rectas refleja, después de todo, un ambiente ordinario en el que las necesidades y carencias trazan la forma de vida de cada uno de sus habitantes: los MacDonalds son una familia de supremacistas y poco agraciados moralmente; Sarkissian, es un enorme ejemplar del género masculino con un olfato sensible, y que gusta de olores muy muy peculiares; Winters es uno de tantos maestros burlados por sus alumnos; y Lee y el personaje anónimo, finalmente, son aquellos caracteres que nos hacen recordar lo cotidiano de todo este caso.

Sublife, así, no me parece que se trate de la exaltación del universo cotidiano como escenario de historias increíbles a pesar de su vulgaridad; sino creo, más bien, se trata del reflejo de la vida diaria como ejercicio de estilo y narrativa. Y en ese aspecto, Pham nos entrega una obra, tanto contemplativa como excitante.

Sin duda, resulta refrescante ver la evolución de un historietista como Pham, en constante experimentación formal. Aunque espero algún día vuelva a visitar sus primeros universos.

*Las imágenes fueron tomadas del sitio flickr de fantagraphics, el sello que publica este cómic.

martes, 16 de diciembre de 2008

Morrison se pone las pilas y Constantine llega a los 250


Bueno, tal parece que después de todo uno no pierde el tiempo cuando le pide algo a Santoclós. En un post pasado ya pedía que Grant Morrison trabajara con Frank Quitely en The Doom Patrol y alguien más comentó que ojalá y Morrison dejara el thinner para entonces poder hacer cosas honrosas y no basura como Batman R.I.P.

Y aunque no regresa por el momento al equipo de superhéroes insanos que lo hicieron célebre, según Rich Johnston (confidente de la industria del cómic gringo a través de su columna Lying in the Gutters), la dupla compuesta por este guionista y el dibujante escoceses estarán a cargo de un cómic mensual de Batman, tras la conclusión de la “esperadísima” saga de Battle for the Cowl.

Si esto realmente sucede, creo estar plenamente seguro de que el trabajo de Quitely será la musa necesaria para que Morrison retome nuevamente los vuelos artísticos a los que nos tenía acostumbrados.

Por cierto, uno de tantos proyectos en los que está involucrado don Guillermo del Toro, es la realización del guión Sleepless Night, escrito ni más ni menos que por Morrison, y en el cual por un error en una máquina del tiempo el tiempo se detiene en Halloween, dando paso a un reinado de fantasmas, brujas , duendes y demás criaturillas.

Tuve la suerte de leer la obra de Morrison cuando todavía colaboraba constantemente en Vertigo, y durante aquella época otro de los grandes guionistas que hicieron historia fue el inglés Peter Milligan, con su Shade, the Changing Man y miniseries como Enigma. Por supuesto que uno de los grandes personajes por aquella época (y hoy día aún) era Jonh Constantine, entonces escrito por Garth Ennis, y poco después por Paul Jenkins.





Mañana será un día muy especial, pues llegará a las tiendas de cómics estadounidenses el número 250 de Hellblazer, obviamente protagonizado por Constantine, y momento para festejar, pues marca 20 años de aparición ininterrumpida de este cómic, así como prácticamente 25 años desde que fue creado por don Alan Moore, dios de Iconoctlán, en las páginas de The Saga of the Swamp Thing (lectura obligada en Iconoctlán).

En este número se reúnen, nuevamente tras muchos años, Constantine y Milligan, y así permanecerán –para beneplácito de los degustadores de buen arte narrativo- durante un periodo esperemos largo pues, al lado del dibujante Giuseppe Camuncoli, se encargará de la serie mes a mes.

Milligan y Constantine se encontraron por primera vez en un crossover en Shade, the Changing Man, dibujado por Chris Bachalo, y que aún recuerdo como una de las mejores historias de los años 90 del pasado siglo.

Este número, igualmente se compone de otras historias cortas creadas por artistas como Jamie Delano (primer guionista de la serie), Dave Gibbons (les suena Watchmen), David Lloyd (les suena V for Vendetta), Sean Phillips (ilustrador de Hellblazer durante la etapa de Jenkisn, e igualmente famosos por sus Marvel Zombies), Eddie Campbell (les suena From Hell), Brian Azzarello (creador de 100 Bullets, y guionista de una de las etapas más brillantes de Hellblazer), así como Rafael Grampa, China Mieville y Stefano Landini.

En fin, lo que quiero decirles es que el encuentro de este autor con este personaje, sin duda, es una de los sucesos más excitantes en el cómic estadounidense en estas fechas. Ojalá puedan echarle un ojo.

viernes, 12 de diciembre de 2008

¡Bettie Page también!


El día de la Virgen Morena a partir de hoy pasa a ser el día en que murió Bettie Page.

Esta mujer exquisita que prácticamente definió la libido durante la segunda mitad del siglo XX, falleció ayer en Los Angeles a los 85 años, tras un ataque al corazón que la mantuvo en coma desde el 6 de diciembre. Tal parece que en algún lugar no quedaron satisfechos con llevarse al Tío Forry solamente.

Menos glamourosa que Marylin Monroe, tal vez, Page sin embargo poseyó una imagen igual de trascendente y emblemática. Page, considerada la modelo más fotografiada de la historia, igualmente inspiró a ilustradores e historietistas que la capturaron en su obra. De hecho, en ocasiones parece como si Page fuera un personaje ficticio, recreado en fotografías e ilustraciones.

Curiosamente, el extraordinario dibujante Dave Stevens, quien apenas falleció en marzo pasado, fue uno de los últimos amigos muy cercanos de esta mujer, quien en las últimas décadas prefirió permanecer alejada del público y las cámaras.

Stevens, recordemos, utilizó a Page como inspiración para algunos de sus personajes femeninos. Y entre varios homenajes más, se recuerda especialmente una miniserie escrita e ilustrado por Jim Silke para Dark Horse Comics con Page como protagonista.

El erotismo del siglo XX parece haber quedado sin brújula.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Milagro de Navidá


Pues ya entramos al momento del año en el que nos ponemos a desear y pedir cosas. Ahora es cuando para aprovecharse de los demás y pedirles regalos que nosotros no hemos podido comprarnos. Pero como Iconoctlán es una tierra recta y ejemplar, no daremos malos consejos. No obstante, retomando algunas ideas puestas en Toquedequeda. net hace más de un año y agregando otras, lanzo propuestas de algunos proyectos que me gustaría ver publicados en la historieta, aunque prácticamente sé que son imposibles. A ver qué opinan:

-Que se complete la historia inconclusa de Swamp Thing que a finales de los 80 Len Wein y Bernie Wrightson comenzaron a trabajar, y que en momento alguno Steve Bissette estuvo a punto de finalizar.

-Que a Todd McFarlane le den un pelotazo en el baseball, para olvidar que posee parte de los derechos de Miracleman y así, entonces, Neil Gaiman ya no tenga bronca con los mismos y pueda así terminar de contar el último acto que de este cómic construía hace 14 años. Y entonces, tal vez, podría continuarlo alguien como Warren Ellis, por ejemplo.

-Que Grant Morrison vuelva a escribir The Doom Patrol, y la dibujen Frank Quitely y Erik Canete.

-Que Warren Ellis se olvide de mutantes, y mejor regrese a Marvel a la serie que lo dio a conocer en el mercado gringo hace casi 15 años: Hellstorm, dibujada por Leonardo Manco; y que igualmente rescate la miniserie que no pudo lograr en aquellos años: Lilith, hermana de Hellstorm.

-Que DC le regrese a Alan Moore todos los derechos de su obra, para que ya no tenga diferencias con este sello y entonces pueda regresar a esta compañía y escribir durante dos años Hellblazer, y que tal vez la dibuje Leo Manco o, por qué no, algún gran autor español del cómic de horror de los años 70, como Luis García o José María Bea.

-Qué Vertigo edite una antología, con guiones de varios autores (como Azzarelo, Ennis, etc) para el sólo y único lucimiento estético del maestro filipino Alex Nino.

-Que Steve Ditko regrese a dibujar una historia de Spider Man.

-Que Jim Woodring escriba algo para que lo dibuje Brendan McCarthy.

-Que Jaime Hernández escriba y dibuje Spider Man.

-Que se encuentren más adaptaciones en historieta a los Mitos del Cthulhu por Alberto Breccia.

-Que Keith Giffen escriba y dibuje un cómic mensual protagonizado por Trencher y The Heckler.

-Que Guillermo del Toro haga una editorial de cómic y decida republicar todo Santo, el Enmascarado de Plata.

-Que Alexandro Jodorowsky regrese a México para escribir de nueva cuenta Aníbal 5.

-Que Jis, Trino e Ibáñez hagan un crossover de El Santos Vs. Mortadelo y Filemón.

¿Ustedes qué milagro le pedirían a Santoclós?

(La imagen se llama The Ideas, y es obra de Dan Leveille)


lunes, 8 de diciembre de 2008

El Tío Forry se ha ido

El tío Forry ha muerto.

El viernes le comentaba a mi hermano que había leído del mal estado de salud en el que se encontraba Forrest J. Ackerman: hoy he leído que el jueves 4 de diciembre falleció, de hecho, a los 92 años. Una falla en el corazón casi a la Media Noche.

Si checan en internet ahora seguramente encontrarán grandes cantidades de obituarios y recuerdos en honor a este figurón de lo que hoy conocemos como fantasía, terror y ciencia ficción… de hecho, el fue quien acuñó este último término.

El tío Forry encaminó con su pasión por estos menesteres, a través de su cult magazine Famous Monsters of Filmland, a lectores, periodistas y artistas de varias generaciones. Él mismo fan inclasificable de la fantasía, fue editor del primer cuento corto de Ray Bradbury en un temprano fanzine de 1938, con quien hizo una gran amistad y la cual compartió con otro grande: Ray Harryhausen.

De los primeros lectores y fans más acérrimos de Forry y su Monsters of Filmland se encuentran personajes con apellidos como Landis, Dante, Spielberg, Carpenter, entre otros. Se considera que el tío Forry juntó una colección de memorabilia que sobrepasa los 30 mil artículos, y con lo cual su casa se convirtió virtualmente en un museo: él es el creador de lo que hoy conocemos como fandom, y de lo cual su cult magazine fue prácticamente un órgano rector. En la actualidad, revistas como Fangoria, Rue Morgue u Horror Hound, en conjunto, muestran el rico caldo de cultivo mediático que el Tío Forry construyó hace medio siglo.

Por si fuera poco lo anterior, él es le creador de la famosa vampira hipersexual Vampirella, quien apareció hace 40 años dibujada por Tom Sutton.

Mi hermano y yo todavía nos quejamos de vez en cuando con mi madre, porque hace unos 25 años impidió que mi papá nos comprara una colección de la versión española de Famous Monsters of Filmland en la antigua feria del libro que se organizaba en el pasaje Zócalo-Pino Suárez del Metro.

De verdad que el Tío Forry es uno de los principales arquitectos del mundo moderno.

¡Tío Forry, esperamos e imploramos nos ilumines desde el Más Allá!

* Foto de Mark Berry

sábado, 6 de diciembre de 2008

SP: The Comics Journal


Sábado de perorata: The Comics Journal (Fantagraphics)
Continuar o iniciar un proyecto editorial independiente en esta época es complicado, y una cuestión de fe, mucho empeño y trabajo. He intentado iniciar uno en los últimos meses, y ha sido decepcionante. No he arrojado la toalla, pero sí estoy desencantado.

Hace unos días escuché en la radio a Nadia Molina, editora de PC Magazine en Español y excompañera de Toquedequeda.net, comentar que la versión estadounidense de esta publicación comenzará -me parece que con su número de enero- a publicarse únicamente en versión electrónica; es decir, este órgano informativo ha optado por dejar a un lado su versión impresa, para transformarse únicamente en un pulso de energía en la pantalla de la computadora.

El movimiento económico, ecológico e, incluso, estético, parece decirnos que hacia allá se dirige el camino del periodismo y de las publicaciones. Y esto, quiero suponer, a varios lectores nos preocupa por una cuestión que va desde la forma de ver la vida, hasta el terreno de la nostalgia.

Desafortunadamente, el peso y la importancia del dinero es cada vez más notorio en el movimiento de nuestras vidas, y es prácticamente imposible que una revista en papel exista sin el apoyo monetario que se obtiene por los espacios que se venden dentro de sus páginas para publicitar equis producto. Como La Mosca en la pared, hay varias revistas que recientemente han perdido la batalla a falta de publicidad, y aún cuando ésta se vendía de buena manera.

No obstante, y afortunadamente, soy lector de revistas cuyos editores y colaboradores realizan su labor por verdadero placer y amor a su proyecto e intereses discursivos e informativos. Es decir, sé que aún existen alternativas al orden mundial que buscan vendernos como la única opción.

En este link, por ejemplo: http://www.youtube.com/watch?v=HlzNBCVkH_g , pueden observar una idea íntegra de un proyecto editorial, como extensión de los intereses intelectuales y vitales de sus involucrados (independiente al giro de la revista). Otro caso, por ejemplo, es la extraordinaria The Comics Journal, que en más de 30 años de existencia ha abogado por la historieta en todas sus formas (a pesar del desconocimiento, las diferencias y malas intenciones de cierto sector del mismo ambiente).

De ser un simple fanzin fotocopiado de una escena que parecía no estar interesada en su registro, esta publicación se ha convertido en una obra de valores estéticos y de contenido que, prácticamente, hacen de si misma un objeto de arte. Gary Groth continúa al frente de esta publicación, forjando no sólo rigor en el medio, sino en el del periodismo en general, y aún como punta de lanza de la heroica editorial Fantagraphics.

El penúltimo número de esta publicación, el 293 de noviembre (thanks Eric Reynolds) reúne diversos aspectos del periodismo y de la historieta. En portada nos enfrentamos a una imagen de S. Clay Wilson, ilustrador de trascendencia en el comix underground y de carácter diabólico en su imágenes.

Desde la portada, este número de The Comics Journal ya está innovando y proponiendo: la imagen del Chekered Demon partiéndole la madre a un pirata se presenta intacta, virgen, sin ningún elemento externo a lo propuesto por Wilson en su obra. Es una etiqueta autoaderible, una calcomanía, colocada en la esquina superior izquierda en la que se encuentra el logo de la publicación, así como el precio, número y un sumario de lo que podremos encontrar dentro de ella. En la esquina inferior derecha de la misma se encuentra la leyenda: “Peel Here”, que indica de dónde despegarla en caso de desearlo. La propuesta de diseño, así, es brillante en su ejecución y propuesta: la etiqueta resume los datos esenciales y su posición es agradable a la vista, y sin hacer ruido con la imagen de portada que, si se prefiere así, puede quedar totalmente limpia, al deshacerse de la etiqueta.

Ya dentro de la revista nos encontramos con dos entrevistas, una a Clay Wilson y otra a Alex Robinson. La de Wilson, si no muy elocuente en lo dicho por el artista (contrario a lo que arrojan siempre en esta revista), resulta reveladora en su pensar y en su elaborar: se trata de un artista etílico y enloquecido que hace honor a su leyenda y su obra. Wilson es creador de escenas de real terror humano, y esto recientemente se ha visto traducido a su vida misma, pues tras una noche de farra cayó y se golpeó la cabeza. Aparentemente su estado de salud actual es estable, aunque no el mejor.

De unos años para acá, sumado a sus distintas reseñas, críticas, reportajes y diversos ensayos (en esto número las reseñas van desde el Tor de Joe Kubert, hasta el Nat Turner de Kyle Baker y el libro de ensayos de Astroboy de Frederik L. Schodt, así como un interesante reportaje de un encuentro de moneros políticos estadounidenses), The Comics Journal ha implementado una sección en la que reproduce historieta, ya sea un rescate hemerográfico o algo totalmente nuevo. En esta ocasión presenta una antología de trabajos de los alumnos del The Center for Cartoon Studios, de Vermont, a través de la cual pueden verse varios niveles y propuestas jóvenes, y de las cuales me parece que mínimo nos encontramos con una de mucho potencial, la de Denis St. John, con Monster & Girls:Amelia, un interesante ejercicio en terror a través de las formas y la psicología.

Y el adelanto que presenta del manga Travel, de Yuichi Yokoyama, que en breve será publicado por PictureBox, nos permite comenzar a salivar por una obra cuya espectacular experimentación en la forma a partir del tiempo y el encuadre, invariablemente obligará a su adquisición.

En resumen, nueve veces al año The Comics Journal nos acerca al debate estético y filosófico a partir del análisis y la celebración de la historieta.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Tiempos oscuros para los superhéroes

Ya he expresado mi desagrado por la historia Batman R.I.P., que durante los últimos meses nos recetó Grant Morrison, inspirado por las mediocres capacidades del editor Dan Didio y el dibujante Tony Daniel. Durante el último par de años, Morrison fue construyendo un arco narrativo que, se nos ha dicho, estuvo plagado de referencias de oscuros personajes y detalles en la historia de este atormentado personaje. Muchos –creo- no identificamos estas referencias, por lo que nos vimos privados de cierto placer freaky. Sin embargo, a pesar de esto, el placer tendría que haber sido el mismo si la historia cumpliera con el talento y las expectativas comunes a la obra de Morrison.

Desde su inicio, con el número 655, la etapa de Morrison en Batman me parece que no arrancó especialmente; sin embargo, creo que resultaba una lectura divertida e intensa a ratos, y en la que el talento de Andy Kubert tenía que ver mucho igualmente. Con la salida de Kubert y la entrada de Daniel las cosas, entonces, cambiaron hasta llegar a esta última y desastrosa etapa que en términos cualitativos, efectivamente, parece haber matado a Batman.

La promesa de una historia espectacular, definitiva (bueno, ¿cuál no intentan que lo sea?) y que cimbrara los cimientos dramáticos del personaje, me parece que quedó sólo en eso, y logrando sólo una decepción, esa sí, espectacular. La supuesta muerte de Batman en una ridícula explosión, resultante de los planes diabólicos (ojalá hubiese sido eso) de un actorcillo de tercera, entre los cuales se encontraba la aparición de la amada Jezebel Jet de Bruce Wayne, se nota simplemente como un vulgar utensilio narrativo para, nuevamente, guardar durante un rato a Wayne, mientras sus jóvenes pupilos se pelean por el traje del murciélago, y a los editores se les ocurre qué hacer para revivir a Batman, en muchos aspectos.

Digo, el anuncio de que tras la publicación de la historia escrita por Neil Gaiman (que sigue a este desastre) el encargado de escribir (y dibujar) la serie será Tony Daniel, y no Morrison, nos habla de una ruptura y de un auténtico desconocimiento de sus editores. En fin, lo comento nuevamente, ya veremos qué dice Morrison cuando finalmente pueda hablar de todo lo que padeció en esta serie y la igualmente triste Infinite Crisis (esperemos que lo que ahora se construye en New Krypton no sea torcido por Didio a la mitad… aunque parece que ya ha comenzado a hacerlo).


Por el otro lado, igualmente, llega a su fin el crossover de Marvel, Secret Invasion, coordinado por Brian Michael Bendis y Leni Francis Yu. Tal vez tampoco estamos hablando de la cohesión narrativa esperada (muchas páginas de peleas repetitivas en ocasiones), pero sin duda esta experiencia de varios meses dejó grandes cantidades de vueltas de tuerca, así como una resolución bien sabrosa.

Lo que Bendis tenía pensado únicamente como historia para The Avengers, ha venido a trastocar el orden del Universo Marvel y, con ello, ofrecer los cambios para que la línea narrativa de esta editorial continúe experimentando en otros terrenos dramáticos: la llegada de los Thunderbolts, con Norman Osborn al frente (dando paso al Dark Reign), como la principal fuerza de defensa de los Estados Unidos de América, de menos, promete más intensidad que lo que parece veremos en DC Comics (a pesar de que enero también verá los rostros del mal en este sello).

Y mientras en DC escritores del calibre de Morrison y James Robinson comienzan a tener diferencias con el sello, dando paso a que dibujantes mediocres como Daniel intenten ocupar sus lugares; en Marvel, un historietista –me parece- de avanzada como Jonathan Hickman se une a sus filas.

lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Quién dice que el puerco no es sabroso?

Lo prometidos es deuda, y aquí están algunas imágenes de Mucho cerdo sabroso (y puerquita sexy), obra de JIS y publicado por Ediciones B (2005). La belleza de los puercos se hace sentir…


Cuando escuchamos voces en nuestro estómago…

Cuando el remordimiento, la culpa y el miedo nos corroe…


¡El horror! ¡El horror!


Una comida deliciosa también puede producir orgasmos…



Algo que sólo en la Quinta Dimensión puede explicarse. Chéquense la vibración en las líneas de JIS, comunican eso: movimiento, espacio y tiempo. Bueno, eso digo yo…