lunes, 29 de agosto de 2011

Renee Freak



Algo que vuelve aún más disfrutable la lectura de la obra de Renee French -al menos en lo personal-, es que continúa siendo infranqueable, auténtica y misteriosa.

Conocí el trabajo de esta autora gracias a la recopilación que Dark Horse hizo en 1997 de su novela gráfica The Ninth Gland (serializada meses antes en la antología Dark Horse Presents). En ésta, a través de unos trazos que en principio harían pensar que fueron pensados para ilustrar un cuento infantil, French cuenta la historia de una niña que encuentra un extraño animal, semejante a un caballo o burro con una herida. Este ser, no obstante, revela una naturaleza aún más extraña cuando se descubre que debajo de su herida habita otro ente más; y esta experiencia narrativa se vuelve aún más inaudita y alucinante cuando a la pequeña se le ocurre llevar al animaloide ése con un extraño doctor que trabaja en el sótano de un hospital.

Y es que esa es más o menos la historia. Con French nos encontramos siempre frente a una serie de sucesos bizarros, que arrancan de manera podríamos decir coherente, y terminan en un alucine bendito.

Me gustaría decir que French nació en una villa en la punta de una montaña que se encuentra escondida por nubarrones, y perteneciente a un país que sigue sin localizarse en mapa alguno… pero la realidad es que nació en Estados Unidos, y le gustó la adaptación fílmica de Punisher protagonizada por Thomas Jane. Es decir, French es una verdadera freak que, creo, nunca terminaré de comprender.

Y eso pasa igual con Corny’s Fetish (también de Dark Horse) y más recientemente con The Soap Lady (un cuento para niños azotados), Micrographica (galería compuesta por dibujos microscópicos) y The Ticking, su trabajo más reciente (ambos para Top Shelf Productions).

En The Ticking, vemos la historia de Edison Steelhead, un niño que sufre más por la reclusión que vive junto a su padre en una isla, que por la deforme cabeza que también heredó de él. Las vidas de ambos se consumen en la lejanía hasta que llega la nueva ‘hermana’ de Edison, quien no sólo parece un chimpancé, sino que se trata auténticamente de un chimpancé.

Se trata de una novela gráfica de 216 páginas, que presenta dos viñetas por página y con los diálogos o prosa al calce de cada cuadro.

Cómo podemos ver, las historias de French son crueles, y ese es su atractivo, pues todos sus personajes presentan las mismas inquietudes y pulsiones que vemos a diario en nuestra vida.

Y hasta ahora, French continúa haciendo el mismo tipo de historias, y sin dar una gran explicación… por lo cual, agradezco enormemente ese misterio que ha hecho de su obra.

Creo que a estas alturas, el mismo David Lynch (quien realmente ha decepcionado con su onanismo exacerbado en Inland Empire) quisiera tener la fuerza de French.


jueves, 11 de agosto de 2011

Aún recuerdo a Jenifer...



*NOTA: Debido a la carga de trabajo, me veo en la necesidad de hacer rescates electrónicos de la primera etapa de Iconoctlán, cuando era parte de Toquedequeda. De cualquier forma, creo que vale la pena darle un segundo aire a algunos textos renovados.


En 1974, el género del Horror pasaba por un muy buen momento: The Exorcist (William Friedkin, 1973) y The Texas Chainsaw Massacre (Tobe Hooper, 1974), entre otras películas, transformaban el género con un realismo acorde a los tiempos. Esto igualmente podía verse en la nueva tendencia del cómic de horror, caracterizada por una serie de publicaciones que, en formato magazine, accedían a un nivel mayor de libertad discursiva, y la cual era maximizada por el blanco y negro con que se publicaban.

De esta etapa se recuerdan títulos como Dracula Lives!, Vampire Tales y Tales of the Zombie publicados por Marvel; así como Creepy, Eerie y Vampirella, publicados por Warren.

De aquel año se recuerda especialmente una historia publicada en Creepy 63 (julio de 1974), titulada Jenifer.

Dibujada por Bernie Wrightson y escrita por Bruce Jones, no sólo fue el acto que catapultó a ambos autores, sino que igualmente se convirtió en una de las historias breves de Horror más célebres de cualquier medio. En ésta, un individuo de caza en un bosque se encuentra con un cuadro digno de Goya: una mujer a punto de ser decapitada con un hacha por un hombre enloquecido. El extraño en la escena decide entonces ayudar a la mujer, y en el acto el casi homicida muere a manos del extraño: ya no podrá conocer la razón detrás de dicha escena. Cuando el extraño ve el rostro de esta mujer, encuentra una deformidad que le produce un horror y una atracción a la vez. El extraño decide llevarse a la mujer llamada Jenifer a su casa, pues muestra signos de discapacidad mental y, finalmente, no sabe con quién llevarla. El caso es que, como Otilia Rauda, la mujer de rostro espantoso muestra un esculpido cuerpo dispuesto a enloquecer al sexo opuesto y eso es lo que no sabía el extraño.

Como enigmas permanecen la horrorosa y atractiva, a la vez, fisonomía y psicología de Jenifer, que de esta historia han hecho ya un clásico. Hace un par de años el maestro del giallo italiano Dario Argento, realizó una adaptación de esta historia para la serie Masters of Horror, y comentó que a su juicio Jenifer se trata de un ser extraterrestre… lo cual ofrece un giro muy interesante a la percepción que se tiene del personaje. Si quieres leer las diez páginas de esta historia dale un clic.

Jones quien, al igual que Wrightson, creció viendo y leyendo las historias clásicas de horror de los 40, 50 y 60, se manifestó como un autor entusiasta del género y a través de los títulos mencionados comenzó a realizar su leyenda. En 1980, en los sellos independientes Pacific y Eclipse Comics, realizó las antologías Twisted Tales y Alien Worlds, que en tan sólo 10 y 9 números, respectivamente, logró un conjunto de historias terroríficas y bellas que, con la ayuda de una gama de dibujantes extraordinarios (como Corben, Wrightson, Liberatore, Bolton, entre otros) permanecen como otro de los momentos importantes en la carrera de Jones.

Desde que inició en los años 70, este guionista y dibujante invariablemente guionizó diversas series, y durante gran parte de los 80 y 90 se dedicó a escribir cuento y novela de horror, así como a escribir diversas series de televisión (tal vez recuerden El caminante). Pero fue a principios del siglo XXI cuando Jones regresó al cómic de la mano de Marvel para escribir alrededor de tres docenas de la serie de Hulk, que lo colocaron nuevamente en el panorama de la historieta.

Por alguna extraña razón -tal vez porque convirtió al título en un intenso estudio de personajes en formato de thriller, que dejó en segundo término a Hulk, y en primero a Bruce Banner-, el Hulk de Jones no recibió la atención pertinente y parece perderse entre los cientos de títulos en las estanterías de comic… una verdadera lástima, pues esta etapa de Hulk fue algo de lo más trascendente de aquellos años.

A diferencia de Jones, Wrightson es un autor bien identificado en la industria, y precisamente por su ejercicio dentro del género. Sus diversas historias realizadas tanto para la Warren, como para DC y Marvel, lo convirtieron prácticamente desde los 70 en un maestro: su versión a Frankenstein (publicado por Marvel en 1980, y rescatado hace un par de años por Dark Horse) es un momento cumbre de la ilustración moderna y el cual, en 2012, será revisitado con una serie ilustrada por el mismo Wrightson, y escrita por Steve Niles, y en la que se cronicarán las desventuras del moderno Prometeo al cierre del clásico de Mary Shelley.

Redescubramos a Jones y a Wrightson.