sábado, 21 de noviembre de 2009

Black Jack Volume 8

Black Jack, Volume 8, por Osamu Tezuka
Vertical Inc.
17 dólares


Los últimos meses, por todos sabido, han sido de descalabros y readaptaciones económicas. El mundo editorial se ha ido reajustando, y en este proceso ha habido muchas pérdidas lamentables. La editorial Vertical ha hecho alianzas, y de esa forma ha logrado mantener heroicamente su programa editorial; dentro de éste, permanece un importante proyecto de rescate historietístico para el mundo occidental: la publicación completa de la saga Black Jack, del maestro Osamu Tezuka.

Es realmente loable que a pesar de las condiciones económicas globales, Vertical se preocupe por continuar la publicación de esta obra central en la historia del manga, y de la historieta en general.

Esta semana, precisamente, se puso a la venta Black Jack Volume No. 8, compuesto por 326 páginas de imaginación, inteligencia, intriga y narrativa exquisita de la mano de Tezuka y su estudio.

BJ es poco más que el leitmotiv de la serie, pues cada caso compone un enfrentamiento de posiciones éticas, morales, de pensamiento y demás ropajes humanos: el trazo visual de Bj es tan importante como el conflicto que enfrenta o que observa a cada caso. La frialdad de BJ no es tal, cuando vemos que es lo necesario para que Tezuka pueda desarrollar de la forma más lúcida cada episodio, sin impedimentos emocionales o prejuicios que manipularían el curso de las acciones de sus personajes.

Entre las 16 historias que componen este volumen nos encontramos con embaucadores, mentirosos, asesinos, déspotas, incompetentes, genios, enamorados, decepcionados, yakuzas, misterios, y demás personajes y situaciones que hacen de la saga Black Jack, en general, un estudio de personajes impresionante.

Una historias como Fits, muestra claramente que en el universo de Black Jack no hay buenos ni malos, simplemente seres humanos con la misma probabilidad para ser tanto mezquinos como heroicos en una misma vida: Pinoko, la sidekick de BJ, ha decidido pedir una gran cantidad de muebles para la casa que habita junto a BJ, sin que le importe lo que éste deba hacer para reunir el dinero que cubre estas adquisiciones. Meter a BJ en un business quirúrgico para conseguir el dinero necesario, puede parece efectivamente un acto sumamente poco ético por parte de Pinoko; no obstante, entendemos que todos tenemos necesidades y anhelos: la humanidad es la misma aquí y en Japón.


Por el contrario, Pinoko Goes West, muestra la otra cara de la moneda, cuando la misma Pinoko hace un viaje sobrehumano para encontrar a BJ, quien huye tras una demanda por fraude (por supuesto, BJ no es culpable, pero prefiere alejarse en lo que el problema se resuelve).

En One Hour to Death, el Dr. Kiriko, némesis de BJ (y quien en lugar de curar, ayuda a morir a enfermos terminales), se enfrenta a un intenso dilema cuando una fórmula (para matar suavemente) que iba a vender en Nueva York es robada y dada a una enferma con la idea de curarla. En este trance es sorprendente leer cuando BJ le pregunta a Kiriko: “¿Qué se siente mejor: matar o curar?”, a lo que Kiriko contesta: “No seas tonto. Soy un médico. Salvar una vida es lo mejor”.
Obviamente, éstas historias tan sólo son una prueba de lo que guarda esta obra. Es prácticamente una necesidad conocerlas.

2 comentarios:

William Saints dijo...

Un placer leerlo, don Matamoros.

Aunque no he tenido el placer de deleitarme con el manga, he seguido fervientemente la más reciente adaptación del personaje a anime (por el canal Animax, para más información) y he quedado maravillado con todo: Black Jack (su composición visual, psicológica, humana y hasta histórica), las historias de sus pacientes, su relación con Pinoko y otros personajes recurrentes... es un deleite. Si bien las historias nunca tienen un halo de "paranormal" o "terror", la atmosfera en la que se desenvuelven (siento que) suele estar cargada de estos elementos.

Y las historias son deliciosas. Son deliciosas tanto por la enfermedad misma como por lo que suele provocar en la vida de quienes las padecen como por el modo en que BJ las afronta. Aunque muchas veces resultan convenientes (un cocinero que pierde movilidad en las manos, una cantante que pierde su voz...), siempre se desarrollan de modo inteligente.

Y bueno, volviendo a BJ... es un gran personaje. Y su grandeza creo que reside en, justamente, él mismo -por más tonta que suene la frase-: es un doctor desesperanzador, analítico, amoroso, empático, inocente, caballeroso, inteligente, hábil... es un arquetipo humano delicioso.

Y bueno, ese es todo mi aporte. Supongo que debo de estar perdiéndome de muchas cosas si me limito solo al anime (en el cuál se enfocan casi exclusivamente en sus casos médicos y muy poco en él mismo), pero con la pizca que he probado me encanta. ¡Ah!, y amo a Pinoko: desde su surreal origen hasta su comportamiento y su relación con el doctor. Todo es un amor en esta jodida historia.

Morningstar dijo...

Hola, William Saints
No sé quÉ versión sea la que hayas visto de Black Jack, pues me parec que hasta el momento se han realizado tres series animadas (e incluso, existe una película de acción real, me parece que de Hong Kong). Yo conozco una de ellas, más o menos de mediados de los 90, y está muy buena. La intensidad de los dilemas humanos a partir de las enfermedades, y del enfrentamiento de BJ con éstas y con quienes las padecen, es reproducid con muy buen éxito. No obstante, como te imaginarás, la versión original de Tezuka en papel es la más sorprendente. Ojalá tengas oportunidad en algún moemento de adquierirlas. Por lo pronto, qué bueno que le has puesto atención a este anime y que estás dando fe de su trascendencia. Un saludo.