lunes, 17 de enero de 2011

Asterios Polyp, de David Mazzuchelli

Aunque editada en 2009, la novela gráfica Asterios Polyp pude leerla hasta entrado el 2010. Se me pasó ponerla en mi lista de lo mejor del 2010 por ese mismo desfase, pero ahora intento enmendar tal situación con el rescate de este texto (que escribí para el sitio de La Mosca en la red), e igualmente obtener un poco más de tiempo en lo que logró hacer mi primera reseña del 2011.



David Mazzucchelli es un artista extraño. A mediados de los años 80, junto a Frank Miller, creó una obra fundamental de la historieta estadounidense: Batman: Year One (DC Comics, 1987). Miller brindó una historia real y sublime en la que se nos contaron los primeros meses de Bruce Wayne como Batman, y a la cual Mazzucchelli le dio la réplica con un insospechado acto ya clásico, en el que un trazo que combinaba realismo y expresionismo marcaban pauta.

Batman: Year One no sólo reformuló el tejido dramático y cronológico del Hombre Murciélago, sino que igualmente ofreció una ruptura en la forma de acercarse al superhéroe a fin de siglo (fue parte de un movimiento en el que se involucraban otras obras como Watchmen, Dark Knight Returns y American Flagg!), que terminó por trastocar la forma futura para cronicar los actos heroicos de los nu dioses.

El esfuerzo puesto en esta obra fue la continuación de su colaboración con Miller que inició en Daredevil: Born Again, un acto parecido, sólo que un año antes, en 1986, y para Marvel Comics. El terreno estaba puesto para el estrellato, entonces; aunque se tomó su tiempo, Miller no lo desperdició (ahora, a la par de continuar realizando historieta es, también, un rentable director de cine, con dos filmes a cuestas: Sin City y The Spirit). Pero Mazzucchelli pareció no estar interesado, y prácticamente desapareció de la escena.

Durante casi toda la década de los 80, Mazzucchelli laboró en la escena del cómic de superhéroes en una notable evolución que logró lo mencionado. Sin embargo, durante los 90 prefirió agazaparse en esfuerzos independientes y autorales, como su propia publicación Rubber Blanket, y una adaptación de la novela City of Glass, de Paul Auster, que dio de qué hablar durante unos años en la escena de la literatura; sin embargo, fue algo menor en comparación a lo logrado con Miller.

A pesar del buen momento que había pasado en la escena mainstream, parecía como si Mazzucchelli no sólo estuviera harto de los superhéroes, sino de toda la escena y el medio historietístico.

En realidad, este artista prefirió formar a más de una generación de historietistas directamente, impartiendo lecciones en la Rhode Island School of Design y la School of Visual Arts en Nueva York (de donde ha salido Dash Shaw, una de las firmas más jóvenes e interesantes del cómic independiente estadounidense). Pero a pesar de esa renovación en silencio del mundo del cómic, desde el aula de clases, Mazzucchelli continuó trabajando en las obras sueltas para oscuras antologías y, sobre todo, en una obra que completó en 2009 y que ha presentado, por extraño que suene, como su primera novela gráfica (recordemos que tanto su historia con Batman como con Daredevil fueron creadas para serializarse en cómics mensuales, y posteriormente recopilarse en forma de libro).

Asterios Polyp (Pantheon Books, 2009) lleva por nombre el trabajo, y surge del mismo nombre propio de su protagonista: un arquitecto neoyorkino de ascendencia griega que ha encontrado el éxito a partir de la exposición de sus ideas de diseño, aun cuando estas nunca han sido llevadas al ejercicio en el concreto y las varillas. Asterios es un tipo inteligente y regido, en mayor medida, por su hemisferio izquierdo cerebral, es decir, por su lado apolíneo, siendo calculador y controlador ante todas las circunstancias. El destino de Asterios debio originalmente debió de compartirlo con un gemelo, pero su hermano murió en el parto. Aunque prácticamente controlando su destino desde entonces, Asterios queda marcado por esa ausencia carnal que lo lleva por un rumbo peculiar en la vida, impidiéndole la relación con el otro, sea amante o amigo, y con una visión de la vida en la que sólo caben dos vertientes.

Asterios Polyp es un melodrama desarrollado durante la última etapa adulta de su protagonista, y a golpes de flashback. Pero no se trata de un melodrama ramplón; por el contrario, Mazzucchelli crea sus propias reglas en las que el fin no es ni el suceso trágico ni la redención, sino aparentemente dialogar sobre la vida a partir de una concepción materialista.
Aunque Asterios decide dejar su exitosa carrera tras un incendio, para refugiarse como mecánico automovilista (primer trabajo que se le cruza al abandonar su anterior vida y recuerdos), sus soluciones continúan dándose a partir del conocimiento enfático, pues la lectura de libros especializados en mecánica son la solución que sabe se encuentra en toda biblioteca.

Mazzucchelli arropa su historia de personajes que, aunque opuestos al pensamiento calculador de su protagonista, constituyen argumentos igual de validos y con energía para la discusión y la ponderación. En muchas ocasiones, estos mismos personajes, son extensiones de la tragedia griega clásica, puntualizada por el hermano nonato de Asterios, quien se torna en narrador de la obra completa.

El Mazzucchelli de hoy es uno distinto al del trazo realista y energético de los años 80 en el cómic de superhéroes; ahora, una línea estilizada, muy flexible y de sobresaliente economía en su trazo para lograr gran elocuencia, da cuenta de una transición de intereses, sino mayores, sí distintos a los de entonces, pues su búsqueda formal y narrativa parece estar en línea ahora con todas las inquietudes que surgen en el día a día.

Por otro lado, el uso que hace Mazzucchelli del color es muy rico, pues dota a cada personaje de un tono que se intensifica o disminuye según el momento y el cual, desde luego, va en juego con la personalidad de cada uno. Finalmente, la utilización de tonos pastel dota al discurso de un mensaje que, parece, busca armonizar con la existencia y con sus revelaciones, cualesquiera sean éstas.

Asterios Polyp es una lectura disfrutable en sus distintos momentos, y no extraña que la segunda edición esté ya en preparación, tras agotarse prácticamente los 18 mil ejemplares de la primera edición en inglés. El sello español Sins Entido ha publicado una traducción de esta obra, resta aventurarse a buscar (con ésta y con la original) si alguien la ha importado a México.

3 comentarios:

ADRIAN dijo...

yo compre el año pasado esta novela grafica, pero todavia esta en mi lista de pendientes de leer(ese mismo año nacio mi primer hijo y a partir de entonces he tenido poco tiempo de leer y se me han ido acumulando los comics que compro)
la compre debido a una reseña que vi en otro blog y me parecio muy interesante, sobre todo ver el nuevo estilo de mazuccelli, al cual ya conocia al ser yo un gran fan de miller.
ahora que veo tu reseña se que fue una buena inversion -ya que el libro esta carito-
espero poder leerlo pronto.
mencionaste a shaw, el es el autor de bottomless belly button?
desde que tu la comentaste la he querido comprar y no la he encontrado, a ver si algun dia se me hace.
saludos

Morningstar dijo...

Así es, Adrián: Shaw es el de Bottomles Belly Button.
Y, sin duda, creo que adquirir Asterios Plyp fue una inversión muy buena. Ojalá puedas leerlo pronto (es una muy buena razón lo que te ha impedido hacerlo hasta ahora), sino, pues yo creo que el interés por leerlo ira agarrando más fuerza.
Saludos

Guillermo dijo...

Espectacular tu crítica.
A mi simplemente me encantó.

Salu2-G