lunes, 14 de marzo de 2011

Códice AQ



Y pues sucedió que finalmente, tras regaños de Paola y Jorge Flores-Oliver, me digné a presentarme ante la obra del maestro Abel Quezada. Por si ustedes no lo saben, desde el pasado diciembre se exhibe la muestra Códice AQ Abel Quezada, organizada por la Asociación Civil Abel Quezada y la Secretaria de Cultura del DF, en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro Histórico). Compuesta por más de 350 piezas, entre cartones originales, bocetos, pinturas, cuadros, acuarelas, en esta magna muestra también se presenta, inclusive, el mural Petróleos Mexicanos, Una historia en dos Murales, que desde 1990 se exhibía en la Torre Ejecutiva de PEMEX, y que por primera vez se presenta al público.

Por alguna razón que aún no alcanzo a comprender bien, tras su muerte (en 1991), a Quezada ya no se le nombra mucho y las generaciones jóvenes de lectores de caricatura e historieta parecen no conocerlo. Esto, por supuesto, es una lástima, pues Quezada no sólo fue un dotado crítico de nuestra nación con un humor bendito; sino igualmente un narrador sobresaliente (además de que Quezada fue historietista, su caricatura se componía de un avanzado discurso que en muchas ocasiones implicaba más de una viñeta y una transición del mensaje) y un ilustrador muy efectivo y espectacular (con una economía envidiable en la línea, el trazo de Quezada podía ser tanto mínimo como muy detallado, y siempre para beneplácito del ojo que disfrutaba con lo propuesto por el artista). La muestra Códice AQ Abel Quezada da muestra clara y profunda de esto.

Una buena cantidad de originales se presentan, y esto siempre es motivo de festejo, porque podemos ver en directo el arte de un artista y porque en contadas ocasiones al marginado lector mexicano de historietas se le ofrece la oportunidad de enfrentarse a esto. Además, esto se apoya con bocetos y cartas que muestran el proceso creativo de Quezada (la secuencia de hechos a través de originales, cartones impresos y cartas de los lectores a Quezada para que a través de sus cartones solicitara que lloviera en tierras de cultivo, es sorprendente). Los pinturas presentadas resultan interesantes, aunque desde luego que no tienen la fuerza y trascendencia de su obra a tinta china.

Pocas veces, muy pocas veces ha podido verse en México una exposición con tan buena oferta de caricatura e historieta. Espero que en lo que resta de Marzo vayan quienes tengan que ir y hasta lo que no sepan nada de Quezada. Es necesario conocer la obra de Quezada.

2 comentarios:

Payos dijo...

Vientos!
*3*
Hay demasiadas partes de la expo que me gustan, hay muchos cartones que desearía colgar en mi pared, la sección de bocetos de sus viajes es genial...
Bueno ya, qué me hago? Iré de nuevo!!!
Saludos Mr. Matamoros,
ya no lo regaño, pues :)

Morningstar dijo...

Sí, Quezada tenía un trazo que seduce en casi todos sus aspectos, creando la necesidad de poseer su obra. Como conseguir un original de él no será nada fácil, ahí quedan algunos de sus libros de caricaturas que se han editado a través de las décadas. Hace algunos años, Planeta o Diana no recuerdo, publicó un par de libros de él, que después terminaron en los botaderos de 20 y 30 pesos. Y en las librerías de viejo nunca falta alguno de estos u otros más antiguos. Así que a buscarle. Y ya no me regañes, pues.