jueves, 14 de julio de 2011

Harvey Pekar y American Splendor



Hace un año, el lunes 12 de julio de 2010 murió a los 70 años Harvey Pekar, protagonista del cómic American Splendor. A Harvey no lo mató la kriptonita ni un supervillano con armamento alienígena, simplemente se lo llevaron durante el sueño las secuelas de dos linfomas y toda la carga del mundo que dejó ver a través de sus historias. A Pekar no lo podrán revivir ningún proceso fantástico ni estrategia editorial y publicitaria alguna. Las páginas de American Splendor, su cómic autobiográfico, se han cerrado para siempre. No hay vuelta de hoja.

Harvey Pekar, no fue tan conocido como Superman, Spider Man o, incluso Fritz, el gato, aunque su número telefónico podía localizarse en la sección amarilla. Aunque se desarrolló en el mismo ambiente del cómic estadounidense y compartió puntos de venta y de discusión. Harvey Pekar no tenía superpoderes, pero sus esfuerzos para sobrevivir día a día eran notables y en ocasiones estrujantes.

American Splendor fue un cómic neorrealista (de hecho, así lo etiquetó para su venta el sello Dark Horse, cuando se encargó de su publicación durante los años 90), tal vez el primero en la historia de la historieta, al menos en la de la escena anglosajona: Will Eisner realizó importantes ejercicios autobiográficos, pero eran estilizados y cortados por el melodrama; Eddie Campbell, igualmente, posee un trascendente acercamiento, pero en éste se inmiscuye en muchas ocasiones la fantasía y la interpretación; Rick Veitch, durante los últimos tres lustros, ha realizado un intenso diario de sueños, pero entonces aquí estamos hablando de cómic surrealista.

American Splendor fue único precisamente por todo eso: se trataba de una crónica sincera, ausente de cualquier tipo de estilización, aunque variada en la interpretación gráfica, pues Pekar escribía y una multitud de artistas ilustraron sus memorias a través de poco más de treinta años. El recuento de la vida diaria, con American Splendor, logró un registro testimonial desconocido en su momento en el cómic y un hallazgo literario en la riqueza ofrecida por la sencillez de la palabra.

Harvey Pekar nació y murió en Cleveland, y aseguró que desde que tuvo uso de razón fue un coleccionista: inició con cómics y ya en la adolescencia comenzó con su pasión por los vinilos de música jazz. Estudió literatura en la Universidad Case Western, pero se desesperó al año de iniciado el curso y renunció. En los años 60, en una venta de discos, conoció a Robert Crumb (el célebre patrón del cómic underground, y creador de personajes como Mr. Natural y el mencionado Fritz, el gato), momento en el que nació entre ambos una amistad producto de su pasión por el jazz y la búsqueda de nuevos caminos en el cómic. Grandes conocimientos sobre literatura y música lo acompañaban en su vida diaria. Sin posibilidades de sobrevivir a partir de lo que le gustaba, en 1975 decidió tomar un trabajo como archivista en el Hospital de Veteranos en Cleveland, y del cual se jubiló en 2001 (en 1983, David Letterman le preguntaba por qué no dejaba ese trabajo, y vivía simplemente de escribir sus cómics. Harvey le contestó diciendo que no sabía dónde estaba la gente que pudiera hacer de sus cómics el éxito necesario para vivir de eso, además de asegurarle que necesitaba la rutina y el contacto humano que implicaba su trabajo).

En 1976, desesperado por hacer algo que valiera la pena, que dejara huella, y tras sopesarlo durante cerca de diez años, decidió comenzar a transcribir sus vivencias diarias en forma de guión de historieta, con la idea de que alguien más lo ilustrará, y para demostrar que la historieta podía ir mucho más allá de los superhéroes. Le mostró sus guiones a su amigo Crumb para conocer su opinión, y el dibujante se ofreció a ilustrarlos. Así, editándolo con su propio dinero, Harvey lanzó American Splendor como un cómic totalmente independiente y el cual se publicó de esa forma hasta su número 17, aparecido en 1993, tirando 10 mil ejemplares por número. En los años siguientes se publicaron 24 números más de la serie, bajo los sellos de Dark Horse y Vertigo /DC Comics, apareciendo el último en 2008.

American Splendor entonces pronto brilló, por la capacidad de Pekar para hacer interesante lo más arbitrario de la vida y por su misma naturaleza neurótica que, finalmente, parecía imán de personalidades peculiares conformando, en conjunto, un elenco siempre rico en tonalidades. En American Splendor, la batalla diaria de Pekar para conseguir el dinero necesario para subsistir, sus logros y desesperaciones en torno al coleccionismo, su oscura visión de la vida, su complicada forma de relacionarse con el resto de la humanidad y, a pesar de todo, su deseo por vivir, lo convirtieron en un personaje entrañable para miles de lectores.

De esa forma fue que en varias ocasiones se le invitó al programa televisivo Late Night with David Letterman, y provocó tanto una obra de teatro, como un exitoso filme basado en su vida y en su cómic –o viceversa-, llamado también American Splendor (dirigido en 2003 por Robert Pulcini y Shari Springer Berman, y ganando el premio de la crítica en Cannes y el premio del jurado en Sundance), y el cual le permitió salir por primera vez al extranjero.

Su novela gráfica Our Cancer Year (1994), en coautoría con su esposa Joyce Brabner y el dibujante Frack Stack, una detallada y vívida crónica de su tratamiento contra el cáncer, obtuvo dos National Book Awards en Estados Unidos.

La tragicomedia de American Splendor llegó a su fin. Inesperada como -y con- la muerte, e inolvidable como la vida misma. No habrá secuelas ni refritos, pero en los libreros y en las cajas de cómics queda para la posteridad.



*Texto publicado originalmente el 18 de julio de 2010, en el suplemento El Ángel, del diario Reforma.

5 comentarios:

Rik dijo...

ése no me ha tocado verlo en las tiendas. hay forma aun de conseguirlo en forma de tpb o algo asi? porque de lo contrario me lo vas a tener que prestar!!

Rik dijo...

y de Harvey no he leído nada. solo vi la pelicula esa de American.. y pues se me hizo muy triste. De como un alma sencible puede estar en la sombra de los extrovertidos incultos.

Morningstar dijo...

Qué ondita, Rik.
Sí, creo que siempre hay algo de American Splendor en las tiendas: obviamente, lo más seguro es que haya TP de las dos mini publicadas por Vertigo, o algunos números sueltos de las mismas. Ya del resto es más complicado encontrar algo, bueno, al menos en México.

silent Bob dijo...

yo, ademas de la estupenda pelicula, solo tengo (y he leído) The Quitter, que narra la vida de Harvey antes de los cómics y es de una honestidad tremenda y entrañable. Y está brillantemente ilustrado por Dean Haspiel

Morningstar dijo...

Pues yo he leído puro American Splendor, Silent; aún no he tenido oportunidad de adquirir otras cosas. Y recientemente, ya de manera postuma, se publicaron o publicarán una o un par de obras suyas. Así que material hay mucho.