Esté jueves, sí, este jueves 3 de noviembre, se inaugurá en el Centro Cultural de España una exposición retrospectiva de la obra de Max, historietista español de trascendencia internacional y multipremiado. Sí, sé que tal vez varios lectores de historieta no hayan escuchado hablar de Max, pero sólo les diré que Max lleva casi cuatro décadas construyendo historietas, referentes de varias generaciones y en todos los géneros y subgéneros habidos y por haber. Se trata del primer autor en ganar el Premio Nacional del Cómic, en España, en 2007. Y, simplemente, digámoslo clara y sencillamente, es uno de los autores de cómics más importantes e interesante a nivel mundial en la actualidad.
Como muestra está Bardín, el superrealista (Ediciones La Cúpula) fue la razón por la cual Max (Francesc Capdevila) obtuvo el Premio nacional del Cómic.
Bardín es un individuo que viste traje y corbata, seguramente vive en los años 30 del Siglo XX, apogeo del Surrealismo, pues un buen día el Perro Andaluz (heredero y depositario universal de los poderes superrealistas desde 1929, según él mismo cuenta), en un esfuerzo por continuar con lo que Dalí y Buñuel le quitaron, decide brindarle los poderes necesarios para acceder al Mundo Superreal y, de esa forma, descubrir los misterios del inconsciente como solución a la realidad.
Y es así que Max nos entrega entonces diversas historias bañadas en referentes culturales, proésas gráficas e ideas suculentas.
“Dibujar es un acto de amor gratuito, anónimo y automático. ¡¡¡Es un acto desinteresado y puro!!!”, dice Max en voz de Bardín como principio de vida. Y es así que como una suerte de superhéroe metafísico Bardín se enfrenta, por igual, al atemorizante e inefectivo poder de los dioses y al desesperante, críptico y encabronante ejercicio de los sueños.
El éxito de esta obra ha logrado que se edite una edición en catalán, y que igualmente Max lleve ya otros premios bajo el brazo.
Conocí la obra de Max por la lectura de un libro de su personaje de culto Peter Pank, y por la lectura de Nosotros somos los muertos, encomiable esfuerzo editorial en el que reunió durante la pasada década algunos de los mejores ejemplos del cómic independiente internacional.
Estos proyectos, junto con Bardín (muy cercano a la construcción visual implementada por Chris Ware), manifiestan claramente la obra de un autor poliforme en el buen sentido: no se ha casado con un estilo o con personaje alguno; por el contrario, ha experimentado a partir de sus necesidades artísticas y eso lo ha llevado hasta el sitio del editor, como vocero de una escena alternativa en un medio que comúnmente se casa con una idea.
Así, vemos que Max es un autor para todas las estaciones. Desde 1973 en que comenzó a trabajar de manera constante en el cómic underground español, su voz ha trazado diversos caminos y acompañado diversas generaciones de lectores.
Bardín, igualmente, ha sido editada ya en el mercado estadounidense por Fantagraphics, y una monografía muy interesante sobre MAX ha sido editada por Dolmen Editorial. Por supuesto, no es sencillo encontrar este material, pero hay que esforzarse.
Si les interesa el cómic como medio, entretenimiento y arte en general, no falten este jueves a las 19 horas al Centro Cultural de España (Guatemala 18, Centro Histórico), para la inauguración a la muestra de Max, donde él mismo estará presente. E igualmente, el martes 8, a las 19 horas, a la conferencia “La ilustración y el cómic: relaciones y diferencias”, en el mismo lugar. Todo esto ya como arranque de las actividades de Festo, 1er festival de Autores de Cómic, que va a estar trepidante.
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