lunes, 31 de diciembre de 2012

Las lecturas de cómic que más disfruté durante 2012

Y heme aquí, el mero día último del 2012, intentando hacer recuento de lo leído durante el 2012. Sin duda, ha sido uno de los años con menos lecturas que he tenido, acumulando cómics, libros y revistas en bolsas y en cajas, en espera de que llegue el día en que mis ojos las devoren finalmente. Si a los intentos de recuentos y balances siempre los demerita el alcance adquisitivo y los gustos personales, la cosa puede perder aún más sentido cuando los tiempos para leer fueron pocos.

La presencia omnipresente del cómic de superhéroes y la alternancia de la historieta aledaña a ésta y de autor, siguieron funcionando como siempre. Un crecimiento importante en el cómic digital (tal vez, sería más correcto llamarlo cómic leído digitalmente) parece ser, sin embargo, el cambio importante durante 2012. Aunque somos cientos de miles los que continuamos leyendo cómics impresos en papel, la inmediatez y acceso económico al cómic digital, sin duda, ha comenzado a crear nuevas formas de acceso a la lectura de cómics en todo el mundo.

Pero lo que me trae a estas líneas, es mi intento por dar un balance de lecturas. No creo que hayan hecho falta grandes obras, creo más bien que me hizo falta conseguir y leer varias (lo nuevo –o publicado recientemente en el mercado anglosajon- de autores como Glyn Dillon, Shigeru Mizuki, Sergio Toppi, por ejemplo).

Sin embargo, creo que sólo puedo mencionar una sola obra que sí me impresionó sobremanera: Building Stories, la más reciente recopilación de Chris Ware, una historia de vida compleja en sus recovecos y, sobre todo, en las formas y formatos que Ware utiliza y crea para desplegarla. Podría definirse simplemente como una caja que guarda varias publicaciones en distintos formatos, pero más que eso, se trata de una exploración del medio como laboratorio de narrativa, crónica, e ilustración en la cual continúa demostrándose que en el papel queda campo por explorar, y a pesar de la avanzada digital. Aunque esta obra se encontraba ya agotada desde mediados de mes en Amazon y demás librerías virtuales, les recomiendo que no la dejen pasar en su segunda edición.

Tras esta obra, disfruté endiabladamente la lectura y las ilustraciones de títulos como Hawkeye (Fraction y Aja, Marvel Comics), Batman (Snyder y Capullo, DC Comics), los últimos números de Scalped (Aaron y Guera, Vertigo), The Rocketeer: Cargo of Doom (Waid y Samnee, IDW), Hellblazer (Milligan, Camuncolli y Bisley, Vertigo) y Daredevil (Waid, Rivera, Marvel). Y otras lecturas como Saga (Vaughan y Staples, Image), Love and Rockets Volume 5 (Hernandez Brothers, Fantagraphics), Prophet (Graham y varios, Image), Action Comics (Morrison y Morales, DC Comics), The Manhattan Projects (Hickman y Pitarra, Image), Fatale (Brubaker y Philips, Image), Swamp Thing (Snyder y Paquette, DC Comics), Animal Man (Lemire y Pugh, DC Comics) y The League of Extraordinary Gentlemen: Century (Moore y O’Neill, Top Shelf Press), Punk Rock Jesus (Sean Murphy, Vertigo), también fueron intensas.

Como siempre, las recopilaciones, rescates y ediciones de lujo, siempre ocupan un momento importante del año. Las Artist’s Edition de Born Again (Miller y Mazzuchelli, Marvel/IDW), Alien (Goodwin y Simonson, Titan Comics) y The Muck Monster (Wrightson, IDW) son verdaderas bellezas.

Y por último la reedición de obras cumbre como Adolf (Tezuka, Vertical) y Nausicaä (Miyazaki, Viz), creo que nos ayudarán a ser lectores más exigentes y, probablemente también, creen autores más exigentes consigo mismos.

En resumen, espero tener más tiempo para leer durante el 2013.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Capullo tienen un estilo bien interesante en batman ya se veia venir en spawn checa el panel de la chica muerta en el numero 90 si tienes chance