lunes, 4 de julio de 2011

Black Jack Volume 14

Black Jack Volume 14, por Osamu Tezuka
Publica: Vertical Inc.
17 dólares



Finales fríos y tajantes… una gran cantidad de estos han podido verse en las historias de Black Jack, el cirujano más fenomenal que hemos podido ver en la historieta mundial, ejecutante prácticamente de milagros insospechados y, por ende, catalizador de cambios drásticos en vidas y destinos.

Eso, por supuesto, en muchas ocasiones puede provocar el caos o las diferencias con familiares o allegados de pacientes e, inclusive, con los pacientes mismos. La pericia de BJ es resultado de su carrera en contra de la adversidad biológica humana; es decir, BJ es un agente del caos para con el destino: su máximo objetivo es salvar la vida de sus pacientes, sin importar la dificultad de cada caso (aunque para que proceda, antes de cada operación se le debe pagar una cantidad estratosférica). Esa parece ser una decisión profesional (aunque BJ trabaje sin licencia) y una posición ante la vida y de espaldas, obviamente, a la muerte.

No han sido pocos los finales tajantes en los episodios de Black Jack. Los finales en los que sólo vemos la sombra de BJ alejarse mientras los rostros boquiabiertos de los otros personajes lo miran. Pero sobre todo, los finales en los que el mismo BJ termina con el rostro estupefacto, como preámbulo al del mismo lector, ante las vueltas que da el destino… estos finales son los que más impactan al lector de la serie.

En Black Jack Volume 14 son varios los finales fríos, tajantes, impactantes. Desde luego no se los voy a contar, tan sólo les diré que en A Transient Love, además de curar a una paciente con cáncer, BJ se casa con ella como parte de un acuerdo del cual fue víctima del destino; en Full-Moon Disease, BJ cura a una joven de un padecimiento que la convierte en una rolliza mujer, y con la cual tiene un lazo que ella desconoce; en Captain Satan, BJ no puede impedir operar a un General conocido por las carnicerías humanas que llevó a cabo en Vietnam –pues su compromiso es operar a cualquier tipo de enfermo, sin importar su calidad humana-, aunque la visita de un grupo de niños cambie todo; en Urashima, BJ busca salvar a toda costa a un paciente que durante medio siglo ha estado en coma, pues si no lo hace su némesis, el doctor Kiriko, practicante de la eutanasia, entrará en acción; y, entre otras historias, se encuentran la de un cineasta japonés que busca trascender con un documental sobre Black Jack, en There Were Two Films; y en Black Jack Disease, ¡BJ debe de encontrar la cura a la enfermedad que lleva su nombre!

Conforme la serie de Black Jack se acerca a su fin (tan sólo tres tomos restan en el futuro de esta colección de Vertical Inc.), los finales parecen ser un tanto más onerosos; sus soluciones médicas, aunque efectivas en primera instancia, en muchas ocasiones terminan causando más problemas a los antes enfermos; y, en este volumen al menos, no son pocos los intentos de asesinato (de parte de parientes inconformes con sus destino o con la suerte provocada por BJ) a los que sobrevive BJ. En ocasiones, el drama, la sangre y la muerte es lo que hace interesantes las vidas; al menos en la ficción. Black Jack Volume 14 es prueba de ello.

2 comentarios:

Hazo Pazul dijo...

Que buenas tus reseñas de Black Jack, pero queria indicarte algo: Esta obra no esta en orden cronologico de publicacion, sino que cuando la editorial nipona decidio sacar un nueva version de la misma, Tezuka seleccion el nuevo orden que llevarian los capitulos (Aunque respeto el orde de sucesos importantes, como las apariciones de los "rivales").

De todas formas, Black Jack es una serie magistral.

Morningstar dijo...

hola, Hazo Pazul. Gracias por visitar Iconoctlán y por la aclaración y comentario. Sí, efectivamente, esta colección no considera totalmente el orden cronológico, sino más bien un orden dramático. Al respecto comenté algo en la reseña al volumen 11 de la saga: http://iconoctlan.blogspot.com/2010/06/black-jack-volume-11.html , y con la anuencia de tu comentario esto se entiende mejor. Saludos.