jueves, 8 de septiembre de 2011

Velveteen & Mandala

Velveteen & Mandala, por Jiro Matsumoto
Vertical Inc.
17 dólares



Tras veinte años, más o menos, de un constante bombardeo de cultura japonesa pop en la forma de anime, manga y cine fantástico, como lector occidental podría esperar impresionarme cada vez menos con la oferta venida de dicho territorio.

Como muchos de ustedes deben de experimentarlo, eso no sucede. Por el contrario, tanto la oferta de obras recientes como los rescates antiguos nos avasallan sensorialmente, demostrándonos ese desconocido mundo que sigue siendo el arte oriental, vía Japón.

Velveteen & Mandala, la más reciente novela gráfica publicada por Vertical Inc., es un ejemplo contundente de las extrañas historias que se cuecen en los cerebros de los mangakas, resultado de una educación y cultura muy distante a la nuestra, así como de la exposición inmisericorde a cantidades ingentes del mencionado arte pop japonés.

Descrita en muchos lados a partir de referencias a la obra del maestro Hayao Miyazaki, Evangelion y la ‘cultura’ zombie, me parece que la originalidad y trascendencia de Velveteen & Mandala sobrepasa las referencias que utiliza, permitiendo entonces hablar de ella misma sin tanto calificativo o referencia, aunque sin que esto sea algo sencillo, obviamente.

Esta obra de Jiro Matsumoto es la primera en ser traducida al inglés y, por ende, el primer acercamiento de muchos lectores a su trabajo, y el cual ha sido ganador de varios premios importantes en la industria del manga. Velveteen & Mandala fue serializada entre 2007 y 2009, en la revista Manga Erotics f.

La historia, distopia, entendemos que se desarrolla en un futuro suponemos no muy lejano, en el que las ciudades apenas y se sostienen como resultado de constantes guerras intestinas. La gente busca refugios en los lugares alejados de las ciudades. Así, un par de colegialas escapan de su entorno y se internan en un a estepa que las lleva hacia un río, y del cual harán su fuerte refugiándose dentro de un tanque de guerra que parece resguardarlo. Sin embargo, así como veremos desintegrarse la relación de estas dos chicas que creíamos íntimas, observaremos la destrucción de la lógica de la historia, en la que grupos de zombies las atacan en una especie de juego entre fantasía y realidad dentro de la misma ficción, y como reto a la atención y capacidad del lector.

En realidad, Matsumoto maneja de forma sobresaliente una compleja acumulación de líneas narrativas que, conforme avanza la historia, nos descubre la intensa y trágica historia de este par de conocidas o desconocidas, lúcidas o dementes, sobrevivientes o muertos vivientes, en una forma que remite –ni modo- a la fórmula del maga para chicas –shojo- aunque retorcido y explotando sus mismos elementos para arrojar una sátira divertida y triste a la vez, en la que un terreno encharcado reflejando las nubes y lleno de muebles derruidos puede resultar tan inolvidable como una violación tumultuaria entre zombies.

La temblorosa línea de Matsumoto logra, extrañamente, un verismo que le da lógica a la historia y es lo que logra, finalmente, que aplaudamos de pie una obra en la que la mención de Totoro o la vista de una pila de cadáveres consumiéndose coincidan entre las páginas de una misma obra. Las líneas entre géneros, entre lo políticamente correcto e incorrecto, entre lo dócil y lo salvaje, entre lo inocente y lo agreste van desapareciendo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Matamoros, me dio mucho gusto ver publicada su carta en el número del mes pasado de Amazing Spiderman.

Ya hasta me dieron ganas de mandar la mía.

Saludos

Diego

Morningstar dijo...

Pues orale, Diego: a enviarla.

Anónimo dijo...

Tache, tache para el editor del especial Mundo Insólito de CM, mira que confundir a Hitman con el Hitman del video juego y al Six Pack del Section 8 con el SixPack de Marvel (y ademas con la primera imagen que sale al colocar las palabras Six Pack+ Marvel en google). Ni como ayudarle. Por lo demás, los textos maravillosos.

Emilio