Hijo de un padre... ¿alcohólico, golpeador o ambos? y una madre que lo quiso abortar (mientras su hermano gemelo nonato intentó ahorcarlo con el cordón umbilical), es comprensible entonces que Jonh Constantine sea considerado por muchos como un hijo de la chingada y más. Ya no sólo desde el vientre, sino desde generaciones y maldiciones de sangre atrás, John estuvo marcado para vivir como un paria; pero también como un salvador. Mago, chamán, brujo, demonio, curandero, asesino, embaucador, raboverde, y demás milagros lleva colgados en su sucia, rancia y apestosa gabardina color caqui. Vaya usted a saber qué fue o es realmente John Constatine… lo cierto es que lo voy a extrañar. Digo que lo voy a extrañar, porque desde hace más de dos décadas lo conozco, y desde hace 20 años precisamente leí sus crónicas en HELLBLAZER, cómic que ahora ha sido cancelado, para trasladar a John a otras tierras que parecen muy limpias para él . Con él recorrí todas las calles de Londres, oscuros lugares de toda Gran Bretaña, y hasta tuve una inolvidable y desquiciante estadía en un presidio estadounidense sin olvidar, por supuesto, las batallas en Louisiana al lado de Swamp Thing, y de ahí a otras dimensiones y al mismo Infierno.
Precisamente, a John Constantine lo conocí una tarde de 1990 o 1991 en las páginas de una edición española de Saga of the Swamp Thing. Sus bocanadas de humo y su rasposa ironía me resultaron pesadas; pero después entendí que sus virtudes eran mayores que mi incapacidad para surtir con gente pesada. Emulo físico de Sting, John salió de las páginas de Saga para coronarse con su propio cómic mensual a partir de 1987. Durante casi 26 años, John se hizo acompañar de varios de los mejores cronistas del arte secuencial: Delano, Gaiman, Morrison, Ennis, Campbell, Jenkins, Azzarello, Ellis, Carey, Digle, Milligan; y sus retratistas siempre estuvieron a la vanguardia: Ridway, Alcala, Buckingham, Mckean, Lloyd, Pugh, Simpson, Dillon, Phillips, Manco, Leon, Bermejo, Zezelj, Bond, Corben, Frusin, Camuncoli, Murphy. John, efectivamente, fue concebido con ángel… o demonio, si se le quiere ver así. Alan Moore (Dios entre nosotros) lo concibió, y los artistas y comparsas Steve Bissette, Rick Veitch y John Totleben lo moldearon. No pudo haber sido mejor.
Durante ese tiempo, John peleó con todas las legiones y grados de demonios, ángeles, hechiceros y males encarnados. Venció al mismo cáncer con una transfusión de sangre demoniaca, y hasta encarnó en un bar londinense, según el mismo Moore declaró en alguna ocasión. Durante todos esos encuentros hubo más de un muerto, muchos de ellos muy cercanos a él, pero la humanidad y la vida misma logró permanecer.
Aunque enfrentado a lo más negativo y poderoso de la Tierra y el Inframundo, John siempre se mostró incólume durante tres décadas. Esta semana perdió finalmente la batalla, y de Vertigo -el subsello alternativo y contestatario de DC Comics- pasó al Universo DC en un nuevo título, CONSTANTINE, en el que ni fumar en la portada se le ha permitido… Vivimos tiempos aciagos.
Prendamos una veladora por el bien de John… y el nuestro. En algún momento deberá regresar a la oscuridad, y entonces, estaremos mejor.
2 comentarios:
Chingón leerte de nuevo en blog. A pesar de que tengo varios volumenes de HB realmente nunca he entendido su profundidad, sin embargo le seguiré dando siempre la oportunidad. Otra cosa, me hubiera gustado que nos contaras un poco mas acerca de el cambio de título, lo que implica, quienes estuvieron involucrados, a que obedece, que piensan algunos escritores o dibujantes al respecto. Anda, sabemos que lo sabes. saludos de nuevo!
Qué onda, Rik.
Pues en principio parece tratarse de una simple decisión de mercado: Hellblazer parece no vender lo suficiente para los actuales estándares (a pesar de contar con un público lector incondicional), y en el Universo DC ha comenzado a tomar cierta precencia como parte de Justice League Dark, equipo y título que igualmente ha ido gananado adeptos y que, aparentemente, se irá convirtiendo en algo muy trascendente durante los siguientes meses, tras el anuncio de una muy posible adaptación fílmica de Guillermo del Toro. Aunque Constantine no deja de resultar interesante y un tanto refrescante dentro del Universo DC (donde surgió, de hecho), que hayan terminado con un título tan longevo, con un anima inigualable y cuando no requería ser cancelado, aparente un homicidio muy culero.
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