Fantagraphics
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A pesar de que un rostro grotesco o una figura humana contrahecha siguen sin ser algo común en el cómic, al lector de estas publicaciones no le resulta del todo extraño encontrarse de vez en cuando con algo de esto en alguno de sus cómics favoritos: el rostro de J. Jonah Jameson según Steve Ditko, cualquier personaje dibujado por Kevin O’Neill (excepto su estilizado trabajo en The League Of Extraordinary Gentlemen), muchos rostros y manos dibujadas por Jack Kirby, alguna idea sadista de Garth Ennis en manos de Steve Dillon, algunas criaturas de Michael Allred en Madman, o la reciente amenaza para Spider Man conocida como -efectivamente- Menace, y que es una autentica cosa fea que incluso estuvo en una reciente portada.
Y bueno, hay muchos autores de cómic independiente que son conocidos precisamente por sus gustos grotescos a la hora de hacer historieta (Burns, Clowes, Ryan, Diana, etc). Pero esto sigue sin ser común en el cómic mainstream, por llamarlo de cierta forma.
Basil Wolverton hizo de lo grotesco un detalle común en su obra, esto desde hace más de medio siglo y en cómics que se vendieron en los puestos de periódicos junto a los de Superman e, incluso, en ilustraciones bíblicas.
Desde finales de los años 30 Wolverton estuvo ya activo en el medio, con historietas dibujadas y escritas por él. Entre estas se encuentran su comedia de un boxeador atolondrado en Powerhouse Pepper, con trazos caricaturizados y un humor prácticamente adelantado a MAD, y Spacehawk, un aventurero espacial en una línea naturalista, aunque marcada por cierto detalle oscuro natural a Wolverton.
El peculiar trazo hacia lo grotesco y las ideas no menos peculiares fueron cosechándose en su tira cómica The Corner Culture, y en algunas historias de ciencia ficción que devienen en Terror, como Planet of Terror y sobre todo The End of the World, publicadas por Timely Comics, antes de que esta editora pasara a ser Marvel Comics. Por aquella época, Al Capp a través de su popular serie de Li’l Abner abre una convocatoria para artistas, pidiendo que dibujen el rostro más grotesco para un personaje que en su tira cómica había permanecido secreto. De entre 500 mil propuestas que se dice llegaron, el jurado compuesto por Boris Karloff, Frank Sinatra y Salvador Dali, premiaron a Wolverton por la siguiente ilustración:
Pues ese tipo de imágenes Wolverton guardaba en su cabeza y las llevaba al ejercicio en papel, haciéndolo célebre en MAD durante los 50 y más adelante, y otras publicaciones. Es precisamente durante esa década cuando Wolverton comienza la ilustración de varios pasajes de La Biblia, bajo los auspicios de la Worldwide Church of God, de Robert Armstrong, iglesia cristiana a la que Wolverton pertenecía desde los años 40.
The Wolverton Bible (Fantagraphics, 2009) es una recopilación de todo el trabajo que Wolverton realizó para la Worldwide Church of God, desde 1952 a 1974. Prácticamente hasta antes de esta edición compilada por Monte Wolverton, hijo del artista, esta obra únicamente había sido conocida por los miembros de dicha organización religiosa, pues las ilustraciones aparecieron en distintas publicaciones periódicas y libros editados por esta misma, provocando que este material no haya sido precisamente de fácil acceso a quienes le son ajenos.
La obra que guarda este libro, así, resulta en un fascinante testimonio de la peculiar visión de la vida de un artista originalísimo, y de una visión un tanto heterodoxa del llamado “libro sagrado” por parte de un fiel creyente.
Hay que aclarar que la Worldwide Church of God desde el inicio propuso una visión y una interpretación polémica del famoso texto, pues Armstrong no cimentaba su fe en las conservadoras costumbres católicas, por ejemplo, y la principal fuente de inspiración de su iglesia se construía a partir del Libro de las Revelaciones, es decir, en base a una visión prácticamente apocalíptica de la vida, aunque como preámbulo al Paraíso.
Es esa interpretación un tanto materialista de La Biblia lo que lleva a Wolverton a contactarse con Armstrong, el intercambio de puntos de vista inicial desembocó tras dos años en el bautismo de Wolverton, y posteriormente convirtiéndolo en pastor, y sin dejar de realizar sus ilustraciones para la iglesia prácticamente hasta su muerte, en 1978.
Mientras Wolverton ilustraba la vida y obra de santos, personajes bíblicos y la mano de Dios, a su vez realizaba trabajos como freelance, para publicaciones como MAD y Life, entre varias más; estos últimos trabajos eran para él un simple descanso del trabajo principal que a su consideración realizaba en la Worldwide Church of God. Y, sin embargo, la mayoría de sus lectores lo conocían, y conocemos, por dichas colaboraciones.
Pocos artistas, sin duda, podrían hacer lo que Wolverton si fueran fieles creyentes como él, pues mucho del trabajo que hizo para MAD, o para DC Comics, incluso, con la serie de Plop! en los años 70, es considerado grotesco, de mal gusto y, seguramente, alejado de los ojos de Dios. Pero esto para Wolverton era su forma de divertirse y disfrutar la vida, él decía ser un individuo chapado a la antigua e incapaz de mensajes guardados en su obra para los freudianos.
Así, vemos que en su acercamiento a La Biblia cierto humor y mucho realismo crudo está presente. Tanto Armstrong como Wolverton no buscaban crear con este acercamiento a las “sagradas escrituras” una serie de ilustraciones de postal ni de libro infantil en las que todo parece resplandecer; por el contrario, buscaron un tratamiento directo y realista, dejando a un lado lo amable, para hablar entonces de las consecuencias de los actos de todos los personajes de este texto.
Como bien sabemos, de una u otra forma, al lado de las enseñanzas y parábolas, La Biblia es también un catálogo cruento de torturas, castigos, muerte, dolor y terror en general, todo eso lo transmite Wolverton con su línea, a la vez realista y barroca. El intenso sombreado y gradación de volúmenes que hace a partir de líneas deviene en puntillismo obsesivo que nos habla tanto de su autor como de los temas.
Esto, finalmente, llega a un clímax inesperado con las ilustraciones del Apocalipsis, una serie de instantáneas del caos, la destrucción, la podredumbre y la muerte: Wolverton crea un mundo en destrucción y poblado por seres desesperados, perdidos y contrahechos como resultado de sus pecados. Toda su obra anterior, en cómics de ciencia ficción y terror parecen haberlo preparado para estas impresionantes imágenes, entre las cuales se encuentran sus trabajos favoritos, según cuenta Monte en su comentario que abre a The Wolverton Bible.
Como colofón, se ofrecen ilustraciones y algunos chistes no menos grotescos que Wolverton creó para las mismas publicaciones cristianas mencionadas, y por lo mismo resultan más sorprendentes.
En el mundo de la historieta se cuentan excepcionales opiniones sobre La Biblia: una bellísima trazada por Nestor Redondo y otra salvaje de Simon Bisley; la de Wolverton parece que conjunta ambos sentimientos, y continúa siendo inolvidable. A finales de este año Robert Crumb se sumará a la lista, ya será momento para otra discusión al respecto.
6 comentarios:
Nuevamente despertando mi curiosidad por hacerme de esta obra. Aunque supongo que será un anto difícil de conseguir.
En la pagina de fantagraphics pusieron un link a su blog en donde dice "Links to reviews and features" http://www.fantagraphics.com/index.php?page=shop.product_details&flypage=shop.flypage&product_id=1552&category_id=537&manufacturer_id=0&option=com_virtuemart&Itemid=62
Maestro Matamoros me podria decir el decir la obras que se muestran en la imagen del blog.
Hola, Gingerblitzz, si en algunas ocasiones en el blog de Fantagraphics han puesto links a lo que se ha dicho en Iconoctlán de su publicaciones. Qué bueno que checas el sitio: es muy bueno.
Anónimo, no entiendo a qué te refieres: ¿a los libros que se ven en el banner del blog? Si es así, algunas de los lomos de libros que se ven son: Watchmen, The League of Extraordinary Gentlemene, The Sandman, Palomar (Beto Hernández). Earth X (Ross, Krueger, Leon), The Spirit, Tin Tin y el arte invisible, Art of Hidehsi Hino, The Ultimates, El Santos, Puros Cuentos Vol. II, entre otros.
Saludos.
Gracias, siento no haberme expresado bien, ¿pero el libro que solo se alcanza a leer Nemo corresponde al Little Nemo in Slumberland?
No hay bronca, anónimo. Otros que pueden verse en la imagen son Torpedo, un portafolio de Suehiro Maruo, Promethea, Sin City, Mort Cinder y el Little Nemo (que mencionas).
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