viernes, 27 de agosto de 2010

Peepo Choo

Peepo Choo Volume 1, de Felipe Smith
Vertical Inc.
13 dólares


Peepo Choo aparece casi de la nada. Digo casi, porque a pesar de que poca gente en Norteamérica sepa de esta obra, en Japón fue publicada por la mismísima Kodansha en 2009. Peepo Choo es un manga extraño: se trata de un manga realizado para el mercado japonés por un historietista no japonés: Felipe Smith, de nacionalidad argentina; y quien, hasta antes de Peepo Choo, sólo había realizado una serie manga para el mercado estadounidense: MBQ, publicada por TokyoPop.

A pesar de la gran recepción en general del manga en la escena gringa, han sido muy pocos los autores occidentales que han colaborado directamente en el mercado asiático. Al momento recuerdo a Paul Pope (autor de THB y Heavy Liquid), quien durante la segunda mitad de los 90 trabajó para la misma Kodansha; y a Jerry Robinson (cocreador de Robin y otras menudencias de Batman), quien a finales de la misma década escribió Astra, para el mangaka Shojin Tanaka.

Y así, llegamos al caso de Smith, quien resulta una anomalía en este tenor, pues prácticamente no contaba con algo del todo sobresaliente, como para que fuera invitado a crear para un mercado tan peculiar, como el japonés.

El caso es que Smith, fue invitado por el sello nipón y, tras un proceso de adaptación de su parte a ciertos esquemas del manga (chequen aquí esta interesante entrevista con Smith), comenzó a realizar su primera serie para el mercado japonés. Y ahora, tras más de un año de que fue serializada en Japón en la revista Morning Two, ha comenzado a ser recopilado en Estados Unidos por el sello Vertical, hasta el momento ya con el volumen 1, de 3, publicado.

En Peepo Choo, Smith ofrece una mirada socarrona y estrambótica sobre la escena del manga y de los otaku, vista desde una perspectiva occidental, y sin dejar de lado, la crítica y burla a los fanboys del cómic de superhéroes (¿quién dijo yo?). Protagoniza Milton, un chavillo africoamericano que en apariencia vive su vida normal, entre una familia de clase media y numerosa y una escuela en la que pone el mejor rostro de cara dura, según su círculo social. Sin embargo, llegada la hora, Milton se deshace de este ‘disfraz’ para vestirse con sus ropas ‘normales’ que hacen alusión a Peepo Choo, un animalejo protagonista de una caricatura japonesa, que prácticamente comunica ideas entre cortadas y hace sólo estupideces.

Así, Milton se transforma absolutamente, y pasa de ser una especie de gangsta juvenil a un otaku baboso que se contorsiona de forma increíble, en un constante esfuerzo por reproducir la estúpida actitud del mentado Peepo Choo. Esta vida de closet, Milton solamente la deja salir en la tienda de cómics Enyo’s Game, donde trabaja de forma gratuita por el simple gusto de laborar en un espacio donde se siente bien, y a pesar de las vejaciones que le imparte Jody, el encargado del lugar y quien explota sin vergüenza alguna a Milton.

Y aunque el viacrucis existencial de Milton es el eje de este manga, a la par se desarrollan y se entrecruzan historias alternas de mercenarios, sangre y drogas, en Estados Unidos y Japón: Miltón ha resultado ‘ganador’ de un concurso que abrió la tienda de cómics, para viajar a Japón, el sueño más húmedo de cualquier otaku (de cualquier forma, quién no desearía conocer Japón); pero su llegada a la tierra del manga, al lado de Jody y el dueño de la tienda, promete convertirse en un accidentado choque de culturas, necesidades y sueños mal correspondidos.

La narrativa de Smith, en ocasiones, parece tratarse de una acumulación de detalles y situaciones (a lo cual también ayuda el trazo de Smith, lleno de detalles grotescos); pero conforme avanza la historia, nuestros cerebro y ojos se aclimatan, y recordamos entonces la naturaleza un tanto cifrada de la narrativa tan socorrida en el mundo audiovisual actual de Japón, entonces, bien refractado en Peepo Choo.

Peepo Choo así, es el espectáculo del grotesco ajeno (y como reflejo del mismo lector metido en esto) en el que, por igual, cabe la obsesión infantil por los personajes televisivos, la fantasía masturbatoria del adolescente inquieto y la realidad sangrienta del adulto amoral. Es decir, se trata de un manga muy divertido, aunque no para todos los gustos.


8 comentarios:

Emilio dijo...

Saludos Mau; ¿Sabes que editorial publica "De Innsmouth a la Viga: Homenaje a Lovecraft"?; No puedo encontrarlo por ningun lado.

Morningstar dijo...

Hola, Emilio

Pues mira, estos son los lugares que aparecen en la página de El Under Ediciones (que son los que editan la antología) como lugares de distribución:


DISTRITO FEDERAL:
CORREDOR DE LIBROS DE BALDERAS
CORREDOR DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA (UNAM)
IMPERIAL VAMPIRE (METRO PLAZA ZAPATA, PASILLO CENTRAL, LOCAL P4)
LIBRERÍA UNIVERSO (GLORIETA DEL METRO INSURGENTES)
TIANGUIS DEL CHOPO (PUESTO DE LA JORNADA)
CENTRO CULTURAL WOODY ALLEN (QUERÉTARO #196 COL. ROMA)

La página es :

http://elunderediciones.tk/

silent Bob dijo...

suena bueno ese de peepo choo, lo compraré, por cierto, ya tiene un par de meses, pero qué te pareció el final de Scott Pilgrim???

Morningstar dijo...

Qué ondita, Silent Bob.
Me declaro ignorante de Scott Pilgrim. Fíjate que sólo leí una historia (la del Free Comic Book Day hace unos tres años) y no me gustó, y muy para adolescentes, y pues ya no me interesó.
pero tú como lo ves?

silent Bob dijo...

si, ese ejemplar tiene muy poco que ver con la serie en general... ps a mi me gusta, me parece bueno, muy divertido y lleno de referencias pop y orientales

Jorge Tovalín González-Iturbe dijo...

Ojo Emilio, es que el libro sobre Lovecraft no se llama así. Ese es solamente el nombre del evento en el que se presentó el texto.

El título correcto es "Howard Phillips Lovecraft: Un Tributo Mexicano", de El Under Ediciones.

FELIPE SMITH dijo...

Hola Iconoctlan!

Gracias por informar a tus lectores sobre mi serie, Peepo Choo.
En realidad no soy Argentino de nacionalidad. Soy Estado Unidense de descendencia Argentino-Jamaiquina, pero me crie en Buenos Aires, Argentina.

Por si tiene alguien interes, dejo link a un video que filme en Buenos Aires en el 2006, documentando mi lucha entonces por comprobar que el manga, la historieta y el comic son la misma cosa; y que no hace falta ser Japones para publicar en Japon:

http://www.youtube.com/watch?v=FRP9SQ_1KGQ

Gracias nuevamente por el apoyo, Iconoctlan!!
Abrazo!

Felipe

Morningstar dijo...

Qué tal, Felipe.
Pues un gusto recibirte por acá, y gracias por las puntuales correcciones.
Ya checaré el video que nos dejas y, pues de nuevo, gracias por tu paso por aquí, y enhorabuena por Peppo Choo.
Mauricio