En un mundo bien hecho, Ernesto “El Chango” García Cabral tendría que figurar entre los grandes artistas mexicanos del pasado siglo, además de ser reverenciado por los entusiastas de las ilustración mexicana y por los mismos ilustradores de las generaciones más jóvenes.
Pero como nuestro mundo se encuentra contrahecho, y la región mexicana notablemente, la obra del maestro García Cabral en menor o mayor grado durante el último medio siglo ha sido prácticamente degustada solamente por un público que no está casado ni con el llamado gran arte, ni con el arte popular, como la historieta.
Esa calidad de arte intermedio ha hecho de la obra de García Cabral una que ha encontrado mayor cantidad de reverberaciones entre críticos y coleccionistas extranjeros que han sabido responder a la muy elocuente línea de este artista.
Este año, en agosto se cumplieron 40 años del fallecimiento de García Cabral, así como 20 de la creación del Taller Ernesto García Cabral, y a través del cual los herederos del ilustrador han mantenido resguardada la mayor cantidad de su obra. En conmemoración de la creación de este taller, el Museo Mural Diego Rivera presentó hace un par de meses la exposición Homenaje a Ernesto García Cabral. Maestro de la línea, y de la cual muy afortunadamente se publicó un libro que lleva el mismo nombre, coeditado por el INBA y la Editorial RM.
Ya en el texto firmado por Gloria Maldonado Anso, uno de los varios incluidos en este libro, se menciona la falta de estudios y publicaciones sobre la obra de García Cabral, sumando apenas tres libros (contando el libro que pretexta este texto), y un documental de televisión coproducido por TV UNAM y Canal Once. A estos documentos, hay que sumar el formidable trabajo que se hizo en el número 4 de la revista estadounidense Comic Art, en donde se reprodujo gran cantidad del material que el maestro García Cabral realizó para posters y carteles del cine mexicano durante los años 40 y 50.
García Cabral nació en Huatusco, Veracruz, en 1890, y murió 78 años después en la ciudad de México. Fue un dibujante de talento precoz, que estudió en la Academia de San Carlos, y quien tras colaborar en la revista Multicolor allá por 1910, con caricatura política, fue mandado por el gobierno mexicano a estudiar a París (Francisco I. Madero no soportó más el comentario político de la caricatura cuando éste se centró en su esposa, y decidió hacer uso del exilio disfrazado como solución a su problema con García Cabral).
Pero finalmente, las ilustraciones de García Cabral son un agasajo al ojo, sin más. Poseen una limpieza y ejecución perfecta en una armonía que cada vez parece perderse más en la ilustración de hoy día. Los cuerpos de sus personajes poseen peso y movimiento, cuentan una historia e implican una época. Ver un solo dibujo de García Cabral, finalmente, hace creer en el tipo de obra absoluta que lo posee todo y no necesita decir más. Homenaje a Ernesto García Cabral. Maestro de la línea, es un libro necesario para todo el interesado en los grandes artistas del siglo, la ilustración y la historieta incluso (aunque Cabral realizó pocas historietas –una breve de las cuales se presenta en el libro-, su estilo está en sintonía total con este medio). Aunque presenta una gran cantidad de obra, y algunos textos que echan luz sobre el autor y su obra, deja el camino abierto para buscar mucho más sobre el autor y provocar más textos sobre los diversos aspectos de este importantísimo artista plástico. *Este libro puede conseguirse en librerías como Gandhi y Educal.
11 comentarios:
¡Larga vida al Chango!
Así es Luis. Un saludo.
Que bien, llevo algo de tiempo tratando de conseguir información de ilustradores mexicanos, y el chango es un verdadero maestro. No sabe donde podré conseguir un cartel suyo? y sobre todo como cuantos organos tendre que vender para comprarlo jaja.
Me apena decir que no lo conocía, hasta hace poco que fui al Museo del Estanquillo, donde tienen unas 10 caricaturas suyas en la exposición Te pareces tanto a mí.
Un megafregón este caballero. De lo que más me gustó ver. Corran a ver su trabajo.
Muy de vez en cuando subastan algún cartel del Chango en ebay; pero la verdadno hequerido siquiera ver en cuànto terminan, Stark... no he querdio sufrir.
Y Comikaze, pues más vale tarde qué nunca. Enhorabuena.
Preacher Matamoros:
Curiosamente aqui en el tianguis cultural de guadalajara se venden muy bien ese tipo de posters del cine de oro mexicano vaya y hace algun tiempo un compañero de prepa compro 2 del **chango** y yo de imbecil compre uno del santo,si en realidad eran copias lo desconosco pero eran muy buenos...
**God Moore...MAKE SOME NOISE!!!**
Bueno Blackheart, yo no le hago feo a los de Santo... pero creo que sí son más difíciles los del Chango. Ni hablar.
Yo no conocía a este personaje pero sus carteles si los ubico de inmediato. La verdad me interesó mucho el libro y veré si puedo adquirilo a la brevedad.
Por cierto señor Matamoros, me gustaría que además del lugar en donde podemos adquirirlo incluyera su costo para poder tener una idea más clara de las posibilidades reales que algunos lectores del blog tuvieran para adquirirlos.
Anotada la sugerencia Herodes. Saludos.
El tipo era un chingón. Tuve la irrepetible oportunidad de leer la correspondencia que mantuvo con Frida y con Antonio Ruiz, carnalísimos suyos. Por supuesto en sus cartas iban dibujadas tremendas ilustraciones. Salve Chango Cabral.
Don Blue, pues ya tendrá que platicarme después sobre lo que don Chango platicaba. Saludos.
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